Capitulo 17:

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—No, entiendo la situación, no te preocupes— Decía mi abuela hablando por teléfono mientras caminaba por la sala. Mi tío y yo solo la observábamos dar vueltas desde el sillón — Iré lo antes posible, nos vemos pronto— Mi abuela colgó el teléfono y lo dejó en su lugar.

—¿Y?, ¿Qué pasó? ¿Que te dijeron? —Soltó finalmente mi tío a penas mi abuela dejo el teléfono, tan insistente y molesto. Se le notaba impaciente.

—Era tu prima Adriana— Mi abuela hizo una corta pausa, como buscando valor para decir lo que tenga que decir—Que bueno que están aquí por qué tengo que hablar con los dos— Dijo sería, con los brazos enroscados sobándose las manos de la preocupación.

—¿Que pasó abue?— Dije dudoso, creo que nos regañará por la discusión de ayer, o tal vez nos deje ir con una advertencia.

—Tú tía Cynthia se enfermó— dijo dirigiéndose a mi tío— Y tú prima Adriana necesita ayuda para cuidarla— Ella tomo todo el aire que pudo y volvió a hablar— Así que me tengo que ir.

— A bueno abue, ¿A que horas regresas?— Dije apuntando el reloj, no teniendo prisa por tenerla aquí, y teniendo un gran plan para la cena de hoy— ¿Nos puedes dejar la cena lista? ¡¡Yo te ayudo!! — Dije con intenciones de ir a la cocina y dejar todo listo para que mi abuela no se preocupara por nosotros, pero mi tío me tomo del brazo, impidiendo que fuera.

—No seas tonto, mi tía Cynthia vive en Europa— Dijo serio, se notaba que las palabras de mi abuela no le habían gustado para nada.

—¡¿QUE?!—Dije al darme cuenta de lo que mi abuela intentaba hacer— ¿Me vas a dejar solito con... Él?— Solté con asco, con una cara como si oliera a caca de perro y apuntando a mi tío con asco.

—No quisiera dejarte, pero tengo que ir a ayudar a mi hermana, no se cuanto tiempo voy a estar fuera, pero los dos tendrán que aprender a convivir sin mi— Al decir esto, mi tío y yo volteamos a vernos con una cara de asco total.

Volví la vista con mi abuela, no pudiendo creer lo que proponía. 

—¿Cuándo te vas?— Me resigné, pensando que no podría detenerla, así que lo dije en tono triste, esperando que no sea este día, esta semana, este mes, y mucho menos este año.

—Enn...— dirigió su vista a el reloj y después de unos segundos de meditarlo, regresó la vista a donde estábamos nosotros— Dos horas y media— Soltó segura.

—¡QUE!— Gritamos mi tío y yo al unísono— ¿Tan rápido? Abue yo pensaba que sería otro día— Parecía una mala broma, pero lastimosamente no era el caso.

—Pues allá les urge mi presencia, así que me pidieron que fuera lo antes posible, y lo antes posible es en dos horas y media— Dijo ella asintiendo segura de que eso era lo mas pronto, y siendo una lastima que la requieran en Europa, ya que yo tambien la necesito, y la necesito aquí— Bueno voy a preparar maletas— Ella se volteó, pero cuando iba a caminar hacia las escaleras para subir a su cuarto yo me tiré al piso y abrasé su pie.

—¡Abuela!—Grité en su pierna, haciendo que se dificultara irse a su habitación— ¡Por favor no me dejes con eseeee!—Arrastre las palabras a modo de berrinche— ¡El me va a molestar! ¡No te vayas!—Dije mientras ella me arrastraba por que intentaba caminar y apurarse, esto para no perder su viaje.

—No son vacaciones— Dijo mi abuela agachándose para quitar mis manos de su pierna, no queriendo forzarme a que la suelte— Si tuviera otra opción no te dejaba con tu tío—Ya con sus razones sobre la mesa, forcejeaba para que la soltara— ¡Pero esto no está a discusión!— Se impuso, y por fin ha logrado soltarse de mi— Tienen que aprender a llevarse bien y punto—No parecía dispuesta a negociar nada, parecía dispuesta a marcharse.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora