Capitulo 38:

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Me desperté por los ligeros rayos de el sol mañanero, no me quiero levantar, no me iba a levantar, pero recordé que tenía trabajo.

Abrí los ojos con mucha pereza y lo primero que veo es a Sebastián sobre mi pecho durmiendo plácidamente, no podía levantarme por que el me abrazaba, se veía muy lindo aún y cuando son las primeras horas de la mañana, tiene el pelo alborotado y baba seca en toda su mejilla.

Sobra decir que también hay baba seca por toda mi camiseta pero por alguna razón no me molestaba.

Le di un beso en la frente y me incorpore rápidamente, tengo que despertar a Sebastián para que vaya a la escuela.

—¡HEY!—Empuje la cabeza de Sebastián hacia atrás lo que hizo que se despertara asustado—Quítate de encima

Sebastián se incorporó rápidamente y se sentó en la cama

—¡Q... quítate tu...!—Tartamudeo—T...tu para que te pones ahí!—Rodé los ojos.

—Si si lo que quieras, vete a bañar que tienes escuela—Sebastián dirigió su vista hacia el reloj que estaba en la mesita de noche.

—Tienes razón—Se levantó de la cama y salió corriendo rápidamente de la habitación.

No hace falta aclarar el por qué lo desperté así y por qué lo traté tan despectivamente si ya lo había dicho, soy su tío, no tiene caso enamorarme de él si es un amor imposible. Es mejor si el me odia, así será más fácil que yo lo odie a él.

Me levante de la cama, apague el aire acondicionado y me fui a la cocina. Hoy tengo ganas de un omelet.

Saqué las cosas y me puse a cocinar. Cuando termine me puse a admirar los omelets. No eran lo mejor de lo mejor pero se veían comibles.

Mientras servía los omelets en un plato se escuchó una voz a mis espaldas.

—¿Haz visto mi uniforme de la escuela?

—Si debe de estar en ¡AY DIOS SEBASTIÁN PONTE ROPA!—Me gire rápidamente.

Autocontrol Fernando autocontrol

—Es mi casa cállate, ademas si tengo ropa, estos son ropa—No vi lo que hizo pero se escuchó el elástico de su ropa interior—¿Lo haz visto o no?

—Si, en el patio

—Gracias—Salió al patio por la puerta de la cocina.

—¡PONTE AUNQUE SEA UN PANTALÓN!—Grite desde la puerta.

—¡ES MI PATIO CÁLLATE!—Se fue a destender ropa y ahí mismo se la fue poniendo.

Parece que lo hace a propósito

Puse los omelets en un plato y los iba a poner en la mesa pero antes de que llegaran a la mesa pasó Sebastián corriendo u me quito un plato, casi se me cae el otro pero por suerte pude salvarlo.

Fulmine a Sebastián con la mirada pero el ni siquiera me prestó atención, cogió su mochila y salió corriendo con el omelet en la mano, el plato lo había dejado en el piso.

NARRA SEBASTIÁN:

Ya voy tarde, tengo 5 minutos para llegar. Por andar haciéndome tonto tengo que correr hasta la escuela. Corrí muchas calles y tome todos los atajos que conozco, por suerte logré llegar justo a tiempo, casi me cierran la puerta de la escuela.

Corrí hacia mi salón y llegue cuando el profesor ya estaba en la puerta, me metí yo primero antes de que cerrara la puerta y me senté en mi sitio.

—¿Cuál es la excusa ahora?—Susurro Dani desde su lugar.

—Me quede dormido

—No me refiero a eso idiota—Me golpeó la pierna con su puño.

—¡Auuu!— sobe mi pierna—Si me dolió—Se lo iba a regresar pero el alcanzó a esquivarme.

—¿Donde estuviste toda la semana pasada? Te fui a buscar a tu casa pero no había nadie. Si te ibas a ir de vacaciones mínimo pudiste responder el teléfono—Me volvió a golpear

—Primero que nada, deja de golpearme, si me duele. En segunda, no estaba de vacaciones.

—¿Entonces donde? Por qué si no estabas en tu casa estabas de vacaciones—Suspire y tome todo el aire que pude, ya sabía cómo iba a reaccionar.

—Yo estaba en el hospital porq...—Dani me interrumpió.

—¡¿QUE ESTABAS DÓNDE?!— Gritó Dani haciendo que toda la clase incluido el profesor nos voltearan a ver.

—Está muy amena la platica de atrás, ¿no quieren un cafecito?—Dijo el profesor volteándonos a ver y cruzado de brazos—Por favor salgan del salón para que puedan platicar mas a gusto—El profesor señaló la puerta.

—No hace falta profe gracias—Alegó Dani haciendo que toda la clase se riera de su comentario, lo cual hizo enfurecer más al profesor.

—No era una pregunta ni una sugerencia Daniel, ¡salgan de la clase!— Todos pararon de reírse y hicimos lo que el dijo, nos levantamos de nuestros asientos y caminamos lentamente hacia afuera, lentamente con las esperanzas de que el profesor lo reconsiderara pero no fue así.

Salimos del salón y ahora si Dani pudo gritar todo lo que quiso.

—¿Como que en el hospital? ¿Por que tanto tiempo? ¿Por que no me entere antes?

—Es que... ¿recuerdas que tenía asma?—Dani asintió y hizo un "mhm" como respuesta— bueno, perdí las medicinas y me dio un ataque de asma en el parque y no te enteraste antes porqu...—Dani me interrumpió.

—¡ERES UN IDIOTA!—Me golpeó lo más fuerte que pudo en la cabeza—¡COMO PUDISTE OLVIDAR QUE TENÍAS ASMA! ¡¿Que pensabas que iba a suceder si hacías exceso de ejercicio?!...

Dani me estuvo regañando por 15 minutos hasta que se le acabaron los argumentos, parecía mi madre, aunque si mi madre estuviera viva se que se preocuparía igual o más que Dani.

—Cambiando de tema, hoy voy a ir a tu casa—Que cambio tan drástico ha dado la conversación—Te deben de faltar muchos apuntes así que iré a tu casa ahorita a la salida y no te estoy preguntando.

—Me parece bien, ¿También quieres que te cargue hasta mi casa y te haga de comer?— Dije con sarcasmo.

—Pues me parece bien— Dani y yo reímos y seguimos conversando hasta que sonó el timbre y tuvimos que correr al salón para la siguiente clase.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora