Mi Tío

Capitulo 16:

—¿Para que me trajiste aquí?—Dije, ya que cuando llegue a la escuela la chica de la vez pasada, que me había preguntado como estaba, me había arrastrado entre los salones sin razón aparente— Dani me debe estar esperando— dije ya algo impaciente por este medio secuestro.

—Pues que se espere—Le resto importancia a mis palabras—Ya no te vas a juntar mucho con él— Ella se ha acercado a mi.

—¿Y por qué no me juntaría con mi mejor amigo?— Objeté ante ese comentario tan absurdo que acaba de hacer la chica.

—Por que quiero que seas mi novio—Contradijo, y me ha robado un beso en los labios.

Me quede confundido ante ese beso tan inesperado, ya que en ningún momento se me pasó por la cabeza que la chica me iba a besar.

Me quede callado unos momentos analizando la propuesta de la chica acerca de ser novios a lo que mi respuesta fue afirmativa ya que no tenía nada que perder.

—Genial, entonces seamos novios— Concluí sin nada que perder, acercándome para regresar el beso que me había dado.

La chica se tapo la cara y salió corriendo al salón de clases.

NARRADOR OMNISCIENTE:

La chica corrió hasta el salón de clase para contarle a Valentina el progreso de su plan. Ella al llegar a su destino, paró frenéticamente, se metió al aula previamente acordada y desolada, y cerró la puerta.

Valentina, que estaba esperando a su preciada y esencial cómplice, se le quedó viendo raro por lo agitada y apresurada que venía.

La chica apoyada en la puerta, aún jadeando por correr, dijo

—Ya salgo con el tarado de Sebastián—Comentó, dando por enterado su gran progreso en este perverso plan, a lo que a esto, Valentina se le formó una sonrisa en el rostro y no pudo evitar levantarse y celebrar, dando brincos de felicidad.

—¡El plan va a la perfección!— Exclamó entusiasmada, aún saltando de la emoción.

—No puedo continuar con tu plan sin la primera parte del trato—La emoción de ambas era compartida, pero no por la misma razón.

Valentina paro de saltar y rebuscó en sus bolsillos.

—Por dinero baila el perro— Suspiró, sacando una bolita de billetes de su bolsillo para entregárselos a la chica, la cual los tomó gustosa, ya que esto era lo acordado para prestar sus servicios.

—Gracias por la cooperación— Dice la chica sonriendo y saliendo feliz de él salón de clases, ya que su trabajo ha sido provechoso este día.

(...)

—Y así conseguí novia abue— Sebastián le contaba a su abuela la absurda historia de cómo consiguió pareja sin hacer nada por buscárselo, esto mientras le ayudaba a su abuela a lavar los platos que quedaban de la comida de a medio día.

—Estas chicas de ahora ya no tienen decencia—Linda hablaba en tono gracioso, como no creyendo las palabras de Sebastián, tal y como si fuera algo impensable, pero era mas algo de la edad de linda lo que le hacía poner ese tono tan gracioso— Me acordé de tu abuelo, en su primer intento de declaración me trajo una serenata, pero tu bisabuelo los corrió a patadas—Sonrió Linda con un aire nostálgico—El primer amor siempre se recuerda con mucho cariño— A Linda le agrada pensar en aquellos tiempos, aquellos tiempos que ahora parecen tan distintos.

—Si— Fernando se ha adentrado a la cocina y se ha metido a la conversación— Solo espero que no ande de loco haciendo cosas indebidas—Fernando se refería a un embarazo no deseado.

Fernando ha acaparado la conversación, se ha puesto en medio de la cocina y se ha cruzado de brazos, haciendo que Linda salga de su fantasía romántica de aquellos tiempos suyos y ambos dirijan su atención Fernando, el cual parece estar ahí si objetivo.

—Yo no ando haciendo cosas indebidas, además, que chismoso eres, yo se lo estaba contando a mi abuelita, ¿No te enseñaron a no escuchar conversaciones ajenas?—regañó Sebastián, ya que él ha sido regañado primero con esa tonta excusa de un embarazo no deseado.

—Pues yo solo te advierto que ahora que tienes noviecita, no salgas con más miembros de familia— Se burló un poco Fernando con toda la intención de molestar—No vayas a hacer a tu abuelita bisabuela—A Linda se le ha caído un plato por lo recién dicho, haciendo un gran estruendo en la cocina, haciendo que ese par dejaran de discutir y se quedaran callados,  sobresaltados de la sorpresa de aquel plato hecho pedazos.

—¡AY YA!—Gritó Linda entre asustada porque se le cayó un plato, y harta de peleas absurdas— ¡Ya me tienen cansada de peleas tontas! ¿¡Que nadie en esta casa conoce la palabra "tranquilidad"?!—Linda se sentía asustada por su plato y por las peleas originadas en su casa—Yo mejor me voy a acostar, ¡Ah! ¡pero levanten ese plato!— Linda ha apuntado el plato que ella misma tiró.

Linda salió de la cocina a paso lento, cansada de ese alboroto, dejando a su tan amada familia en un silencio incómodo.

Sebastián estaba molesto, por lo cual solo se fue, y dejó a su molesto tío limpiar del desastre ocasionado, ya que sentía que el que su abuela este enojada es culpa de Fernando, por ser un busca pleitos.