—¿Sebastián?—Preguntó Dani anonadado—¿Que haces aquí?—Sebastian frunció el ceño.
—Yo vivo aquí—Dijo Sebastián con obviedad—¿Tú qué haces aquí?—Sebastián miro a Dani fulminante y esperando una respuesta de su amigo.
—Yo...Umm—Dani lo meditó, pero no hallaba ninguna razón para estar ahí—No lo se—Dani sonrió avergonzado y se rascó la nuca—Entonces...—Dani se sentía incómodo, y esto se reflejaba en su tono de voz—Si esta es tu casa... entonces el es...—La vista de Dani se fue dirigiendo hacia el señor extraño, el cual al parecer ya no era tan extraño, ya que antes ya se habían conocido.
—Mi tío—Completó la oración Sebastian.
—Oh—La cara de Dani era un poema, reflejaba la vergüenza que sentía por haberle contando al tío de Sebastián su secreto. Dani está en problemas—Hola señor—Dani sonrojado, ha vuelto a saludar—Sin su traje y así tan despeinado no lo reconocí—Dani se rascó la nuca—Hoy no tiene su periódico—Dani apuntó una de las manos de Fernando intentando no quedarse sin palabras—Y hoy no está enojado
—Tu ahora no desbordas azúcar y flores—Contra atacó Fernando— y tienen rastas—Contestó Fernando, a lo que Dani lo miro confundido.
—¿Rastas?—Dani tocó su cabeza, y al tacto de Dani, eso parecía una enredadera—¿Me hiciste rastas?—Dani miro ofendido a Sebastián y este le sonrió inocente.
—No fui yo—Sebastián se defendió—La mayoría las hizo Miranda—Dani tocaba atónito su cabello, no entendía por que no se había dado cuenta antes.
—Ah—Dani se relajó un poco—Pero, ¿Que hacen ustedes dos aquí? Ustedes vivían en otro lado—Sebastián abrió grande los ojos y Fernando casi se ahoga con un vaso de agua al recordar el por qué estaban ahí.
—Cosas de la vida—Respondió Sebastián restándole importancia al asunto.
—Ah, okey—Dijo Dani no muy convencido de las palabras de Sebastián.
—Oye—Sebastián intentó desviar la atención del tema—Te voy a enseñar lo que descubrí—Sebastián se aproximó a Dani y lo tomó de la mano—Ahorita venimos—Sebastián se dirigió a su tío.
—Está bien—Fernando se despidió y miró a su sobrino salir con su amigo. Fernando no se puso celoso ya que sabe que Sebastián no está en el radar de Dani.
Sebastián llevó a Dani al último piso de su edificio por las escaleras de emergencia. Cuando llegaron hasta arriba, Dani estaba exhausto, ya no podía subir ni una escalera más, pero igual, ya no era necesario ya que habían llegado.
La azotea estaba llena de macetas con plantas y daba una hermosa vista, además de una brisa fresca y agradable.
—¿y?—Sebastián preguntó la opinión de Dani sobre el lugar.
—¿Y?—Preguntó Dani no entendiendo.
—¿Que te parece?—Pregunto Sebastian explicándose mejor.
—Agradable—Fue lo único que respondió Dani.
Dani se quitó la mochila de la escuela que tenía en la espalda y se sentó rendido en unos ladrillos que estaban apilados en medio del lugar.
Sebastián lo acompaño apilando otro montón de ladrillos y sentándose junto a él.
—¿Ese idiota te hizo llorar?—Preguntó Sebastián refiriéndose a su tío, a lo cual Dani negó con la cabeza.
—No, como crees—Dani lo defendió—Fue mi novio—Sebastián frunció el ceño.
—¿Tu novio?—Pregunto Sebastián algo confundido, ya que, según Sebastián, Dani había terminado con su novio, entonces Sebastián cree que Dani ya tiene otro novio.
—Si, adrian—Aclaró Dani.
Dani ha decidido contarle todo a su amigo, ya que, si no se lo decía el, su tío se lo contaría de todas maneras. Es mejor que se entere por Dani que por su tío.
—¿Por que no le dices al profe de mate que su hijo mueve tus calificaciones?—Dijo Sebastián con obviedad después de haber escuchado la historia de Dani.
—No me va a creer—Comento Dani triste—Obviamente le va a creer más a su hijo que al idiota que le dijo calvo—Sebastián lo meditó un poco.
—En eso tienes razón—Dani se encogió de hombros y rebuscó en su mochila.
De su mochila, sacó la gran barra de chocolate que le había regalado su novio momentos atrás.
—Toma—Dani le extendió la gran barra de chocolate y Sebastian la abrió y tomó un pedazo.
—Gracias—Sebastián metió el chocolate a su boca e hizo una mueca de disgusto—Sabe feo—Le devolvió la barra a Dani y este la recibió frunciendo el ceño.
Dani tomó un pedazo y se lo metió a la boca, el también hizo una graciosa cara de disgusto.
—Es que es chocolate fino—Dani después de pasárselo, tomó otro pedazo—Así comen los ricos, de seguro tiene oro entre la mezcla—Sebastián lo miro burlón.
—Me va a dar chorrillo por andar comiendo metales—Dani se rio de su comentario.
—Los ricos no mueren—Dani extendió otro pedazo y Sebastián lo tomó, y dudoso, se lo metió a la boca.
—Después de que te acostumbras, no sabe tan mal—Sebastian aprobó al chocolate con la mirada.
El silencio se hizo entre esos dos, no era incómodo, era relajante, la brisa era adormecedora, y la vista era espectacular.
Mientas comían, Dani rompió el acogedor silencio.
—Me gusta tu tío—Dijo Dani tranquilo, como diciendo cualquier cosa. Sebastián por la tranquilidad de su comentario, no le había tomado importancia. Pero después de unos segundos de analizarlo, miro a Dani sorprendido.
—¡¿QUE?!—Exclamó Sebastián atónito, no podía creer las palabras que había dicho su amigo.
—Que me gusta tu...—Sebastián ha interrumpido a Dani.
—¡SI, si te oí!—Sebastián se froto la sien con sus dedos—¿Por que?—Pregunto Sebastián indignado—Si es muy feo—Dani lo interrumpió.
—No es cierto, es muy guapo para su edad—Sebastián frunció el ceño.
—Es muy idiota—Contra atacó Sebastián—Y siempre está enojado.
—No es cierto—Se defendió Dani—Hace un momento no estaba enojado.
—Es mayor que tú—Sebastián entrecerró los ojos y fulminó a Dani.
—¿Y eso que importa?—Dani se mostró tranquilo—Adrian también es mayor que yo y no me dijiste nada acerca de eso
—Es diferente—Dani fulminó a Sebastián con la mirada.
—¿En que?—Preguntó Dani con inocencia.
—Pues en que adrian no es mayor de edad—Dani no parecía entenderlo, es más, ni parecía hallar problema alguno—Te pasa en edad por casi 20 años—Sebastián sabía este número por que ya lo había calculado con su edad.
—¿Y?—Contestó Dani indiferente—Puede ser mi sugar daddy—Dijo Dani en tono de broma, pero Sebastián no se lo ha tomado muy bien.
—¿No puede ser otro señor? Es decir, hay muchos señores en el mundo, ¿Por que tenías que escoger Justo a mi tío?—Soltó Sebastián indignado.
—No te lo tomes tan en serio—Dani frunció el ceño—Tu tío nunca me prestaría atención de esa manera—Contestó Dani algo enojado por su propia respuesta y se levanto de su lugar—Me voy a casa—Dijo Dani algo enojado—Te veo mañana—Después de decir eso Dani ha salido del lugar.
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Mi Tío
RomanceSebastian perdió a sus padres repentinamente y su único familiar dispuesto a cuidarlo, su abuela, vive con su tío, pero ellos no tienen una buena relación ¿Que pasara en esta casa de locos?