Mi Tío

Capitulo 30: Recuerdos, cuarta parte

Ya van 2 años de relación con Mariana, y las cosas ya no funcionan entre nosotros como antes, siempre que nos vemos tenemos que pelearnos, y nunca nos ponemos de acuerdo en nada.

Mariana ya me planteo la idea de terminar, pero yo todavía la amo, aunque nos peleemos y no nos pongamos de acuerdo, yo no quiero perderla, y no estoy dispuesto a hacerlo.

Una tontería ¿No? No se que es lo que pasa, no se por que mi presencia ya no es de agrado de Mariana, no se que es lo que tanto le abruma de mi, pero quiero solucionarlo, ya que yo la he llegado a querer demasiado.

A veces siento que solo le estoy rogando para evitar lo inevitable, ya que, ella ni siquiera se siente conforme conmigo ahora, no puedo entender para nada por que he logrado mantener esto a flote por tanto tiempo, pero lo haría el tiempo que fuera necesario. Últimamente lo único que recibo de ella son sonrisas falsas y un gracias forzado de todo lo que hago, no se como salvar esta relación, siento que ya no hay solución para todo esto, ya que por mas empeño que yo ponga, no hay resultados satisfactorios.

—Fernando creo que quiero terminar—Planteó nuevamente. Esto ya parecía la conclusión de un círculo para ella, pero yo aun no estaba listo para resignarme, esto aunque tenga que rogar. Me dolía, yo estoy dispuesto a lo que sea con tal de que no se aleje.

—Aún puedo recuperar esta relación—Repetí, como cada vez que dice esto, lo cual ella parece ya no creer.

—No Fer, no puedes, esto ya no da para más—Ella parecía no querer continuar con esto, abrumada, obviamente por mi. Odiaba esa mirada, esa mirada que demostraba que no deseaba continuar.

—Dame la oportunidad de conquistarte de nuevo—Solté coqueto, pero en realidad no había nada que yo pudiera hacer para tenerla a mi lado, no puedo obligarla.

—No hay nada que conquistar ni recuperar—Miró al suelo.

Se hizo un silencio

—Te voy a demostrar que si, el viernes cumplo años, te invito a comer con mi familia— La tome de las manos pero ella las quito rápidamente.

—No quiero que me presentes a tu familia, quiero terminar esto...—Lo notaba, ella solo quería alejarse de mi, pero tampoco intentaba herirme.

—Mira—No la deje continuar—Te propongo algo, si vas y después ya no quieres nada conmigo, lo aceptaré. No te volveré a dirigir la palabra—Ella necesitaba sentir que veía la línea final, pero yo necesitaba ver una oportunidad, una mínima chance de que esto puede resolverse, y ella puede darse cuenta de que compartimos los mismos sentimientos de amor.

—Okey, con tal de que aceptes que terminamos, iré—Concluyó, a lo cual, no pude evitar sonreír de oreja a oreja.

—Bien—Celebre internamente, o tal vez pensando que fue internamente—Te llevaré el viernes después de clase—Propuse.

—Okey—Cedió.

Mariana nunca ha ido a mi casa, hemos salido por dos años pero nunca he ido a su casa y ella nunca ha ido a la mía.

Solo salimos, pero a las casas no, la he intentado presentar muchas veces, pero no es lo que ella quiere, ella no se quiere presentar, dice que cuando yo pida su mano me presentará a sus padres, pero eso no será posible si terminamos.

Dejando esto de lado, he hablado por hablar. No tengo idea de como resolver esto, ya he hecho todo lo que llegaba a mi mente, le he rogado tanto, que he agotado mis opciones, haber dicho que tengo un as bajo la manga fue tonto, ya que, realmente no tenía nada que ofrecer.

Hoy es miércoles, llegue a mi casa y me puse a recopilar ideas de cómo le voy a hacer para que Mariana quiera seguir conmigo. Bastante miserable, pero es todo lo que puedo hacer.