Capitulo 3:

10.5K 679 376
                                    

Había despertado en mi cama, sentía que habia tenido un sueño horrible, a pesar de que lo que pasó no fue un sueño.

Una horrible marca adornaba mi cuello, era incomodo, y bastante llamativo a la vista.

Aprovechar el clima fresco de hoy seria una buena opción, y ponerse una camiseta con el cuello largo podría ser una buena opción para un clima fresco como el de hoy; además de que, para que abuela no se entere que pelee con mi tío, lo mas conveniente seria que no se enterara de lo sucedido, y mucho menos que se de cuenta de los dedos marcados en mi cuello.

Yo se que ella nos quiere mucho y no nos quiere ver pelear, tampoco la quiero decepcionar, yo se que la haría muy feliz que me llevara bien con mi tío, pero ese viejo pesado no coopera. Si pudiera, lo alejaría lo mas que se pudiera de mi, pero por la situación actual me es imposible.

Aunque de igual manera me he pasado un poco con lo que le dije, disculparme seria una buena opción, pero después de todo, no puedo evitar recordar que él empezó la pelea, que el se buscó problemas conmigo, y me es imposible perdonarlo por lo hecho.

Cambiando de tema, ¿Que habrá de desayunar? ¡Muero de hambre!

Decidido, y motivado por el hambre, salí de mi cuarto para ir a la cocina, olvidando totalmente que momentos antes estaba molesto, pero cuando llegue a la mesa y vi a mi abuela comiendo tranquilamente con mi tío, lo volvió a recordar de inmediata. Al parecer mi abuela no sabe qué pasó ayer, y me alegro, no me mal entiendan,  no quiero que ella se entere que he molestado a mi tío.

—Hola abuela—Salude— ¿Qué hiciste de cenar?—Le dije con una sonrisa y me acerqué a paso lento a la mesa, mi abuela se ve feliz, creo que le ha ido bien hoy, que alegría tan buena transmite su sonrisa.

—Hola querido—Saludó de regreso—Hice unos chilaquiles deliciosos, ¡Ye los sirvo ahora mismo!—mi abuela se iba a levantar pero mi tío la ha interrumpido rápidamente.

—Mamá, no te levantes por su comida—En ese momento lo miro con una cara de pocos amigos,  parece que ha olvidado lo que ha pasado ayer, y el muy cínico volverá a molestarme, diciendo seguramente que soy un idiota y que no soy ningún discapacitado. 

Bastante molesto, le mostré las marcas que el había dejado en mi cuello ayer, haciendo que abra grande los ojos, y a mi sacándome una mueca de desagrado, ya que, tener que amenazarlo para que me deje existir en paz, será bastante molesto de ahora en adelante

—¡Iré yo por ella!—Complemento su oración, y cuando mi abuela se volteó, me hizo unas cuantas señas de que cerrara la boca.

Mi tío fue a la cocina y yo le dediqué una sonrisa inocente, a lo que respondió con una mirada de odio hacia mi. No me importa que me odie, después de todo ya lo hace, pero no voy a permitir que me vuelva a molestar tan fácilmente, aunque llegue a ser pesado, espero que pueda dejar de ser tan molesto un día; aunque mi abuela no me pueda defender, yo lo puedo hacer solo, o eso espero.

—Querido, me alegro de que te estés llevando tan bien con tu tío, yo pensaba que nunca podrían llevarse bien. Pero veo que me equivoqué. ¡Estoy tan feliz!—Me dedico una gran sonrisa, me enternece verla feliz, aunque esté feliz por algo que no es cierto, me alegra verla sonreír.

—Si abuelita, el no es tan malo como yo creí—Sonreí con cinismo, y sin siquiera dudarlo solté esa gran mentira. Mi abuela se veía orgullosa de mi, aunque, mis palabras son bastante superficiales y molestas incluso para mi; ¿"No es tan malo"? No merece ese crédito después de lo incomodo que ha sido convivir con el.

—¡Aquí están!—Anunció mi tío, interrumpiendo mis pensamientos, poniendo mi comida frente a mi, sonriéndome como si nos lleváramos tan bien.

—¡Gracias!—Solté con una de mis mejores cínicas e hipócritas sonrisas, puedo sentir la felicidad de la abuela al hacer esto.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora