Capitulo 29:

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Regresamos de poner la denuncia agotadísimos, a penas llegamos y nos dejamos caer en el sillón.

La delegación era un caos, secretarías corriendo de allá para acá, un señor recibiendo las denuncias, y muchas personas, demasiadas, amontonadas en una sola habitación, apresuradas por ser tomadas en cuenta por las autoridades presentes, y al igual que nosotros, con prisa de volver a casa y descansar de el pesado ambiente y el abrumador lugar.

Todas esas personas hacían ver a mi abuso como algo muy absurdo. En la fila me hice amigo de una niña pequeña que dice que su padre la tocaba, me hizo sentir un nudo en la garganta y no supe qué decirle.

Cuando nos atendieron fue peor, nos pasaron a un escritorio que estaba al fondo de recepción, me hicieron muchas preguntas, pruebas, y mi tío me agarraba de la mano dándome apoyo, no sentí que lo necesitara pero me hace sentir apreciado.

Después de terminar con las pruebas extrañas, nos fuimos a casa, la policía dijo que los detendría, que lo que hicieron les alcanza para tutelar de menores.

En este momento estoy a punto de quedarme dormido en el sofá, mi tío me peina el flequillo y yo solo estoy acostado sobre su regazo, todo está en absoluto silencio.

Es un imbécil de lo peor, lo aborrezco a el y a su estúpida cara junto con su gran necesidad de ser la prioridad, es un adulto de lo peor, chismoso y arrogante que no puede respetar ni un simple trato, viejo sin honor y sin valor de palabra, pero, sin poder evitarlo, solo por ser este momento se lo agradezco. Disfrutaba mucho esta mentira, y se que mañana el se estará burlando de mi por lo que ha pasado, pero hoy no puedo evitar disfrutarlo, me gusta, me gusta mucho sentirme así, me gusta mucho ser engañado con su falso amor y me gusta mucho sentir que no me odia, por lo menos en este rato. Me gusta mucho sentir que el es parte de mi familia, y que solo por este momento me apreciará como tal.

Narrador Omnisciente:

¿A quien engañan? Fue un día de lo peor para ambos. Fernando no soporta su espalda, pero esto es poco comparado con el estrés que siente. Las cosas se le vienen encima, su trabajo, los intereses de la deuda del hospital, los medicamentos, y ahora mas aún con una demanda en proceso contra un abuso.

Si hoy se sintió pesado el día, Fernando no querrá saberlo mañana. Mañana va a ser la audiencia de el caso de Sebastián, Fernando hoy ha logrado resolver lo del abogado, prácticamente tienen todas las posibilidades de ganar, pero aún así, presentarse, pelear, y no querer matar a los estúpidos niños que han organizado todo, esto será difícil.

Sebastián no la ha pasado bien, y esto Fernando lo sabe. El pobre Sebastián ya cargaba mucho con la muerte de sus padres, para después sumarle una enfermedad sin cura, y ahora sumarle un abuso. Fernando no se ha comportado como la familia que debería de ser para Sebastián, y no solo eso, sino que se ha esforzado en hacerle la vida imposible desde que ha llegado a casa. Fernando es el peor, desquitándose con un niño que ya la ha pasado mal, molestándolo para deshacerse de un dolor que ni siquiera es culpa de el, y llegando al nivel de acosarlo hasta el punto de que Sebastián ni siquiera se sentía capaz de acudir a el con un problema que se podía solucionar, dispuesto a dejarlo pasar con tal de no tener nada que ver uno con el otro.

Es doloroso, pero Fernando ha orillado a Sebastián a hacer esto, sería hipócrita decir que Sebastián se guarda las cosas porque quiere. Fernando se ha ganado esta desconfianza, y lo acepta, no tiene de otra. Fernando jamás se comportó como el adulto que debía ser, ni siquiera por Sebastián, quien debió necesitarlo tanto desde el principio.

Sebastián ya estaba dormido, babeaba la pierna de Fernando y decía cosas sin sentido. Sebastián ha encontrado la paz que necesitaba para dormir este día, inmerso en esta mentira que de a poco se tornaba en una realidad, ya que, aunque sea bastante cruel, Fernando necesitaba llegar hasta este punto para darse cuenta lo basura que es por hacerle cosas tan crueles a un niño de 13 años, siendo el un viejo de 33.

Sin poder evitarlo, Fernando se acercó a su sobrino y besó su mejilla, esto aprovechando que el dormía, ya que, si no fuera así, sus tímpanos hubieran reventado de todo lo que le habría gritado Sebastián.

Es repugnante y triste que Fernando pueda asumir su error hasta ahora, debería de darle vergüenza llamarse a el mismo tío de Sebastián, y mas cuando nunca en su vida se comportó como tal. Fernando jamás hubiera visto a Sebastián como ser humano, nunca pudo evitar verlo como lo peor, como una traición y como un estorbo.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora