Capitulo 42:

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Narrador omnisciente:

—¿Sabes que? ¡Si! Si tengo un problema, el problema eres TÚ. Estoy seguro de que no recuerdas lo qué pasó ayer verdad?—Fernando no pudo evitar sorprenderse con ese comentario, anoche había bebido hasta perder la conciencia y temía haber hecho algo peligroso o malo a su sobrino, se sentía culpable por que con ese comentario dejó en claro que algo pasó anoche y que él no es capaz de recordarlo.

—¿Que pasó anoche?— Dijo Fernando serio, no podía con la idea de que haya hecho algo malo.

—Nada—Sebastián intentó levantarse de la mesa pero Fernando de lo impidió agarrándolo del brazo y jalándolo hacia su silla, obligando a que Sebastián se sentara nuevamente.

—No pudo haber pasado "Nada" si te pones así—Hizo las comillas en el aire—Te lo voy a preguntar de nuevo, ¿Que pasó anoche?—Fernando se había puesto serio y miraba fijamente a Sebastián, lo que hacía que Sebastian se pusiera nervioso.

Sebastián no quería decirle lo que había pasado, ¿por que le tenía que recordar algo que debía estar en su cerebro?

—Recuérdalo tu—Antes de que Fernando le pudiera seguir interrogando, Sebastián se levantó de la mesa con sus rebanadas de pizza restantes y corrió antes de que su tío pudiera atraparlo de nuevo.

Fernando se sentía confundido, ¿Por que Sebastián no quería decirle lo que había hecho? ¿A caso fue tan malo?. Fernando sentía que volvía al principio, cuando Sebastián llegó a la casa y no se podían ver ni en retrato. ¿como pude de no soportarlo a amarlo tanto? Se preguntaba Fernando.

Fernando siguió comiendo a paso lento y intentaba recordar la noche anterior pero no llegaba nada, solo espera no haber violado a nadie ni haber matado a alguien o algo así.

Se levantó de su silla y recogió toda la mesa, Fernando iba a insistir con Sebastián, no quería quedarse sin saber lo que había hecho.

Cuando termino de guardar todo subió rápidamente las escaleras de 2 en 2 hasta llegar al cuarto de Sebastián.

Tocó 2 veces la puerta pero no se oía respuesta, volvió a tocar otra vez pero no oía ningún ruido. Fernando abrió la puerta temiendo que Sebastián se haya escapado pero el estaba profundamente dormido sobre su cama.

—Conque mucha tarea—Susurro Fernando para si mismo.

¿Como le hace este Niño para dormir tanto? Se preguntaba Fernando al verlo plácidamente dormido sobre su cama.

Fernando se sentó en la orilla de la cama y Sebastián se removió un poco haciendo que Fernando se asustara, pero el no se despertó.

—Olvidaste tomar tus medicinas—Acaricio su cabeza enredando sus dedos en su cabello.

Sebastián se acopló un poco y siguió durmiendo.

—¿Sabias que te quiero mucho?—Le susurró Fernando a Sebastián.

Sebastián se removió más y soltó un susurro casi inaudible, pero Fernando lo alcanzó a escuchar.

—Si... lo dijiste anoche—Dijo somnoliento, Fernando se alarmó pero Sebastián no abrió los ojos, ¿Estará soñando?

—¿y q-que más dije anoche?—Dijo Fernando nervioso con la respuesta que pudiera dar.

—Que extrañas a mi mamá...— Fernando lo medito un poco, no cree que Sebastián se haya enojado tanto hasta el punto de evitarlo solo por decir que extraña a Mariana.

—¿Y que más?—Preguntó esperando más respuestas de la noche anterior, quería saber que fue tan malo para hacerlo enojar así.

—Y a mi papá...

—¿Y que más?—Dijo Fernando ya algo aburrido de las respuestas que daba Sebastián, tal vez solo se enojo por que le recordé a sus papás.

—Que eres ex de mi mami...—Fernando se sorprendió, como pudo ser tan idiota para decirle eso, Fernando se preocupó, qué tal si había dicho más de eso, qué tal si le dijo sobre su papá o sobre qué aún cuando se casaron la seguía queriendo.

—¿Y por eso estas enojado con tu tío?

—mhn...no—Fernando se sorprendió, si no había sido eso ¿entonces que? ¿Le habré pegado? Se preguntaba Fernando.

—¿Entonces?—Exclamó, el quería saber Ya lo que había pasado, no saberlo lo mataba.

—Es que me obligo a besarlo—Fernando abrió grande los ojos.

—¿Quien?— Preguntó con esperanzas de que no fuera el pero ya sabía la respuesta.

—Mi tío—A Fernando se le encogió el corazón, como pudo hacer semejante cosa, se sentía culpable, por estar bajo los efectos del alcohol ahora Sebastián sabe más de lo que debería saber y a parte lo había obligado a besarlo.

—¿Y lo vas a perdonar?

—Si—A Fernando se le iluminaron los ojos—Cuando me dejé traerte a la casa Dani

Miles de pensamientos circulaban en la mente de Fernando, ¿Dani? ¿Eso soñaba? ¡Que platicaba con ese niño! ¿A caso son novios o que? Por qué no puede soñar con que hablaba con un perro que vuela o algo así. Que pésimo sub consciente le tocó a mi sobrino y miles de cosas así.

—¿Te gusto?—Pregunto Fernando para estar seguro, si dice que si Fernando estaba dispuesto a alejarlo de él a cómo diera lugar.

—Que idiota...—Sebastián aún dormido sonrió con su respuesta.

La habitación se quedó en silencio, pero Fernando no pudo con la intriga de saber si ese Niño y su sobrino eran algo más que solo amigos así que volvió a preguntar.

—Contesta, ¿te gusto o no?

—Claro que no, que asco—Fernando suspiró—Yo solo puedo amarte—Sebastián río como bobo y Fernando frunció el ceño, Sebastián seguía riendo dormido y Fernando quería golpearlo para que dejara de disfrutar ese sueño, ¿qué tal si se pasa de listo en su sueño? Pensaba Fernando, El solo puede disfrutar sus sueños cuando estoy yo—No te creas—Susurro Sebastián—Que haces sentado en el sillón de bob esponja, cuando los voladores de Papantla lleguen se van a enojar y me van a pegar por tu culpa.

Fernando río con lo que acababa de decir, ¿que clase de sueño tan extraño tiene su sobrino? Que asco de sub consiente le ha tocado.

Se levantó de la cama de su sobrino y salió de la habitación, tenía que hacer algo para que su sobrino no lo odie por ese beso.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora