Capitulo 46:

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Saben, eso de salir al parque es la mejor idea que he tenido en meses, no corrí los 5 kilómetros, solo los caminé, pero adivinen quien tiene mejor vida social. Exacto yo.

Me hice amigo de 6 vecinos que no sabía que tenía y de 3 señoras que hacen yoga. Y saben que más, resulta que mi vecino de a lado tiene asador y alberca. Ni siquiera sabía que tenía vecinos, estoy muy entusiasmado.

Hasta me invitaron a azar carne en la reunión de vecinos. no sabía que había reuniones de vecinos pero ahora lo sé. Y voy a comer carne gratis.

—Ya llegaste—Dijo mi sobrino a mis espaldas haciéndome sobresaltar—¿A donde fuiste?—Preguntó

—Fui al parque—Conteste entusiasmado—Y...—Me interrumpió.

—Okey— Se fue dejándome con la palabra en la boca, iba a detenerlo pero no sentí la necesidad de hacerlo.

Que raro es mi sobrino, ¿para que me pregunta si no le importa?

Fui a la cocina a ver qué comer, lo primero que encontré fue una manzana en el fondo del refrigerador, tiene un lado café de que se cayó así que antes de comerla le quite la parte café y me la empeze a comer a mordidas.

Iba a subir a bañarme pero antes de que pudiera hacerlo sonó el timbre de la casa, fui a abrir la puerta y

—¡Vecino!—Gritó entusiasmado mi nuevo amigo del parque y vecino.

Nos saludamos fraternalmente como si fuera mi mejor amigo y nos conociéramos de toda la vida, que raro es tener de amigos a los vecinos.

Narra Sebastián:

Subí a mi habitación y me encerré en esta, me sorprendió que mi tío saliera un domingo, normalmente el no hace nada los domingos.

Por dormir todo el día en ausencia de mi tío olvidé hacer la tarea de mañana, así que cuanto antes me puse en marcha, saqué mis libros de la mochila de la escuela, la cual permanecía intacta desde el viernes, y me puse a hacer lo que tenía que hacer.

Mi tarea no era mucha, pero mi flojera si, entones mi cerebro me planteo la estupida excusa barata de "tenemos hambre, no podemos hacer la tarea con hambre". Seguí su consejo y me levante de mi escritorio para ir a ver qué voy a comer.

Salí de mi cuarto pero al salir escuché una voz que no era de mi tío, me acerqué hacia donde provenía la voz y era un señor en la puerta hablando con mi tio.

Ambos al notar mi presencia me miraron interrogante, el señor de la puerta preguntó

—¿Es tu hijo?—Preguntó.

—No, es mi sobrino—Le dedicó una sonrisa y luego se dirigió a mi—Sebastián voy a salir—Lo mire interrogante, salir a donde si ya está oscuro—Si me necesitas estoy en la casa de al lado—Apunto a su izquierda, ¿Tenemos vecinos? Nunca me había dado cuenta, pensé que el señor era un cobrador o un vendedor de inmobiliaria.

Mi tío salió de la casa y cerró la puerta tras de si dejándome adentro de la casa, ¿Para que va a casa del vecino? ¿Son nuevos o que? Tal vez por eso es que no los había visto.

Me pica la curiosidad, así que intente salir de la casa, pero la puerta principal estaba cerrada, fui a la puerta del patio y también estaba cerrada, ¿para que me dice que si lo necesito vaya a la casa de al lado si me va a encerrar? Idiota. ¿Cree que atravieso paredes? Por que aún no lo hago. Igual, que me importa lo que él haga, yo estaba haciendo tarea.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora