Linda se encontraba en su casa, acariciando al pequeño simpatía. Era lo único que Sebastián y Fernando habían dejado en esa casa. A linda no le gusta vivir sola.
Desde que Fernando y Sebastián se fueron, linda no ha parado de sentir culpa por 2 razones. La primera es que los extraña, y la ultima vez que los vio no quedaron en buenos términos, y la segunda es que no está de acuerdo con su relación, pero aún así los dejó irse juntos, lo cual, para linda había sido una estupidez.
Linda dudosa, ha ido a la entrada, y ha buscado de entre los papeles de la mesita de la entrada, una tarjeta que le había dado Fernando antes de irse. Era la tarjeta con su dirección.
Linda agradecía el no haber desechado esa tarjeta, ya que ahora le servirá. Linda ira a esa dirección a por lo menos dejar las cosas en buenos términos, Sebastián y Fernando eran su familia, no podía dejarlos tirados así como así, aún y cuando estén haciendo las cosas mal.
Linda, junto con simpatía, han partido rumbo hacia aquella dirección de esa tarjeta. Linda llevaba a simpatía para tener la excusa de que saldría de la ciudad y que necesitaba a alguien que cuidara del gato, así no llegaría y la echarían.
Por otro lado, Fernando preparaba una sopa de pollo. Sebastián se había enfermado más por haber comido la mitad de la bolsa de nueces que le había traído Dani.
Fernando estaba enojado con Dani, ya que, ha escuchado accidentalmente a propósito toda la conversación que tuvieron estos. Fernando no sabía si odiarlo o agradecerle, ya que, después de todo el había salido beneficiado de todo esto, pero por otra parte, ahora tenía que solapar todos los caprichos de su pequeño ya que este estaba enfermo.
Habían tocado el Timbre, el sonido de este resonó por toda la casa, Fernando se siente popular porque en estos días el timbre está sonando mucho.
Fernando ha dejado la sopa en la estufa y ha ido a ver quien es. Grande fue su sorpresa al ver a su madre junto con el pequeño simpatía parados al otro lado de la puerta. Fernando no esperaba que su madre viniera a visitarlos.
—Hola—Saludó Fernando al verla.
—Hola—Respondió al saludo la señora linda.
—Pasa—Fernando se apartó de la puerta para darle paso a su madre y al tranquilo gato que descansaba sobre sus brazos.
Linda inspeccionaba la nueva casa de Fernando. Linda estaba conforme con esta, la casa era muy linda, aunque estaba algo desordenada.
—¿Y Sebastián?—Preguntó linda al no verlo por ningún lado.
—En la habitación—Fernando apuntó a su habitación—Pero no lo molestes—La señora linda frunció el ceño—Sebastián está enfermo—La señora linda abrió grande los ojos.
—De seguro se enfermó por que no lo cuidas bien—Regaño linda—¿Le dabas de comer tres veces al día? ¿Se baña? De seguro no toma sus medicamentos del asma—Fernando frunció el ceño.
—¿Como no le voy a dar de comer mamá? Y claro que se baña, todos los días. Y los medicamentos están ahí mismo—Fernando apuntó a las botellitas que estaban en la cocina—Solo se enfermó, como todos se enferman—La señora linda aun fulminaba a Fernando con la mirada—Hasta le estoy haciendo una sopa—Fernando apuntó a la vasija de la estufa y la señora linda miraba la cacerola.
—¿A eso le llamas sopa de pollo? Lo vas a enfermar más
La señora linda, a su manera, se ha ofrecido a cocinarles a ambos la cena.
Por otro lado, Sebastián estaba dormido, soñaba con su abuela, ya que escuchaba su voz a lo lejos, también soñaba con su tío. Y también con algunos detalles menores, tales como bob esponja y una casa abandonada, pero esto no es de gran importancia.
Fernando había entrado a la habitación para ir a atender a su pequeño. Para Fernando, era lindo ver dormir a Sebastián, ya que este a pesar de estar dormido, se está riendo con la nada.
Linda había seguido a Fernando sin que este se diera cuenta, solo que lo primero que vio Linda al entrar a la habitación no fue a Sebastián riéndole a la nada, sino un balde al lado de la cama lleno de vomito.
—¡FERNANDO!—Gritó linda importándole poco que Sebastián este dormido.
La habitación se había hecho un caos, Fernando y linda se gritaban en la habitación importándoles poco que Sebastián estuviera ahí.
Linda le gritaba a Fernando la poca sanidad de la habitación en la cual descansa Sebastián y Fernando defiende el necesario balde, con la razón de que si el vomito no va en el balde, entonces iría en el piso.
Por los gritos y reclamos, Sebastián había despertado, pero este despertó desconcertado, pensaba que seguía soñando, ya que veía a su abuela en la habitación, lo cual a Sebastián ya le parece imposible.
De la puerta, ha entrado simpatía, lo cual hace confundir a Sebastián y reírse de sí mismo por soñar cosas raras.
—Este sueño esta muy loco ¿no?—Pensó Sebastián en voz alta, llamando la atención de los presentes, incluso del gato.
—Hola—Saludó Linda a Sebastián, lo cual lo hizo reaccionar, ese no era un sueño.
—Hola
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Mi Tío
RomanceSebastian perdió a sus padres repentinamente y su único familiar dispuesto a cuidarlo, su abuela, vive con su tío, pero ellos no tienen una buena relación ¿Que pasara en esta casa de locos?