Capitulo 72:

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Después de que Dani se fuera, Sebastián ha ido a su casa indignado. Tal ves Sebastián no tenía razón para estar enojado, ya que, Dani no sabía lo que pasaba entre el y su tío, pero igual, la confesión de Dani ha hecho enfurecer a Sebastián.

Al llegar a su casa, tocó la puerta, ya que no tenía llaves. Cuando toco, se escuchaban pasos acercándose a la puerta. Su tío le abrió con una gran sonrisa y queriendo darle un beso en la mejilla, pero Sebastián no lo dejó y rápidamente se fue a encerrar a su cuarto.

Fernando estaba algo desconcertado, no sabía por qué había hecho enojar a su sobrino esta ves, pero sabía que su pequeño era así, enojón, sabía que lo perdonaría por lo que sea que haya hecho luego, así que no le tomó tanta importancia.

Fernando se fue a la sala con su computadora a adelantar trabajo ya que no tenía nada que hacer.

Por otro lado, Sebastián estaba en su cuarto haciendo una rabieta. Sigue enojado por que le quieren quitar a su tío. Sebastián pensaba y pensaba, pensaba en cómo Dani le va a quitar a su tío, y no había nada que pudiera hacer. Tampoco conocía a otro señor para que Dani dejara a su tío.

Sebastián entreabría la puerta de su cuarto, y miraba a su tío muy tranquilo en su computadora, lo cual lo hacía enojar más porque a punto de vista de Sebastián, su tío prefería estar en su computadora que estar con el.

Sebastián ha decidido irse a dormir, ya que, el piensa qué tal vez está tan alterado porque tiene sueño, así que se tiro a su cama y no tardo mucho en quedarse dormido.

Por otro lado, Dani había llegado bien a su casa, Dani no esperaba que Sebastián tomara tan mal su declaración, pero igualmente lo comprendía, ya que, ese señor era como su papá, y que el haya dicho que le gustaba estuvo mal.

Dani llegó a su casa y saludó a su madre, la cual estaba ocupada podando una planta. Dani estuvo un rato con ella para pasar el rato, y después se fue hacia su habitación, le dolía la cabeza, así que se recostó un rato para poder descansar y dormir un rato.

Su paz no duró mucho, ya que cuando por fin iba a caer dormido, fue interrumpido por el sonido de su celular que se encontraba sobre su mesita de noche. Dani tomó su celular y vio que adrian lo estaba llamando. Dani dudoso respondió a la llamada. Dudoso, ya que lo había dejado tirado en la calle y no lo había defendido.

—H-Hola—Saludó Dani esperando reclamos de parte de su novio, pero estos nunca llegaron.

—Hola mi amor~—Contestó Adrian cariñoso, lo cual desconcertó a Dani—¿Como estas~?

—Bien—Dani arrugo la nariz, para el, aquí había gato encerrado, no era posible que después de ser golpeado estuviera tan contento—Estoy en mi casa.

—Oh~ en serio?—Soltó adrian meloso, lo cual levantaba más las sospechas de Dani.

—Si—Dijo Dani intentando hacer su tono normal.

—Y...—Adrian meditaba su respuesta por el otro lado del teléfono—¿Que te pareció mi regalito~?—Dani no podía verlo, pero sabía que estaba sonriendo.

—¿Cual regalo?—Preguntó Dani intentando recordar a cuál regalo de refería.

—Ay~ amor, que olvidadizo eres—Dani frunció el ceño—El chocolate~ ¿Te gustó?—Dani cayó en cuenta de a que se refería.

—Aaaaaah—Dani meditó que era lo que le diría, así que optó por decirle la verdad—Sabía raro, dejaba un sabor extraño. pero muchas gracias por el regalo, lo aprecio mucho—Dani inconscientemente sonrió como agradecimiento, aunque adrian no lo podía ver.

—Ay amor—Adrian río—No es el sabor lo bueno del chocolate, sino el cómo te hace sentir—Dani frunció el ceño.

—No te entiendo—Dani arrugo la nariz—¿Tenía algo el chocolate?

—Puede ser~—Soltó adrian pícaro—Entonces, ¿Como te sientes?—Dani abrió grande los ojos y cayó en cuenta de que Sebastián también había comido de él chocolate.

—¡Te habló luego!—Dijo Dani apresurado y colgando el teléfono sin dejar terminar a su novio.

Rápidamente, Dani corrió hacia el baño. Tenía que sacar el chocolate de su sistema, así que hizo como en esos programas de la tele donde las gordas quieren enflacar. Dani metió sus dedos a su boca hasta que le dieron arcadas y pudo vomitar.

Sin perder más tiempo, Dani corrió hacia su celular para marcarle a Sebastián y avisarle que accidentalmente lo había drogado, pero este no respondía el teléfono. Dani desesperado lo siguió intentando por media hora, pero de Sebastián no hubo respuesta.

Por otro lado, Sebastián estaba profundamente dormido. El había apagado su celular antes de irse a dormir, así que no estaba recibiendo ninguna de las desesperadas llamadas de Dani.

La última opción de Dani fue dejarle mensajes de texto, así cuando prendiera el teléfono pudiera darse cuenta. Aunque al parecer de Dani, cuando Sebastián prenda el teléfono puede ser demasiado tarde.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora