SORA
Uy, que nervios.
En poco iría hacia la casa de Arik. Me había enviado su dirección por mensaje, el día se veía soleado y muy lindo, yo me encontraba muy nervioso. Parecía una chica teniendo su primera cita cuando en realidad yo no estaba teniendo ninguna cita con él. Solo iba a su casa. Nada fuera de lo común. Pero Arik me gustaba por lo que me encontraba más nervioso por ir.
¿Y si nuestros besos se suben de tono de la nada? ¡¿Que haré?!
Sería la primera vez que esté con un chico ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Cómo tengo que actuar? ¿Qué me pongo? ¡Oh Dios, estoy muy nervioso!
¡Calmate! Ni siquiera están saliendo.
Ah, cierto.
Me decepcione ante mis propios pensamientos.
La verdad es que ni estábamos saliendo ni nada, él me gustaba y todo, me tenía muy atontado pero no había nada más que solo besos y toqueteos de parte de ambos, bien que me la había chupado antes pero no eramos nada. Pero, retomando el punto...¿Quería llegar a más con Arik?
¡Claro!
Deseaba ser algo más ¿eso estaba bien? ¿era correcto? Yo sentía que sí. Que me gustara no tenía nada de malo ¿verdad? Me puede gustar quien yo quiera.
Y quería que fuéramos algo más, como novios. Novios. Ay, que lindo suena eso.
—Novios...
—¿Quienes son novios? —preguntó mi madre, entrando a mi habitación.
—¡Mamá! —chillé, asustado —Avisa cuando vayas a entrar, me asustaste —me recompuse en mi cama. Mi madre rodo sus ojos y caminó hacia mi baño. Salió segundos después con el cesto de ropa sucia en su brazo.
—El día en que escuche sonidos raros venir de tu habitación, ese día tocaré.
—Pero... ¿Y si estoy desnudo? —exclamé, con ojos bien abiertos.
Mamá bufo. —Xander, yo te cambié los pañales hasta los cuatro años y te ayudé a bañarte y cambiarte hasta los once...No tienes nada que no haya visto antes, muchachito —respondió.
—Como sea... —resople, frustrado.
—¿Tienes pensando salir a alguna parte? —me preguntó, en la puerta de mi habitación.
—Sí, iré a casa de un...amigo —me sonrojé.
Ella me miró entre cerrando sus ojos. —Ajá, no llegues tarde para cenar, tu padre va a prepar algo especial.
—¡De acuerdo!
—Si ves a Kira puedes invitarlo, hace mucho no lo veo por aquí.
—Le diré —afirmo, viendo la hora en mi celular.
¡Ya es tiempo de irme!
Me levanto como un resorte de mi cama y con mamá, salimos de mi habitación. Bajamos las escaleras y me dirijo hacia la puerta principal para irme.
—Nos vemos —le digo a mamá.
—¡Cuidate!
—¡Sí!
Salgo, respiro hondo y me digo mentalmente:
Calma te un poco corazón.
[...]
ARIK
—Bien, todo está en orden...
Revisé una última vez todo el departamento y confirmé por tercera vez que no había nada fuera de lo ordinario en mi casa. Okay, puedo relajarme. Me cambié de ropa rápidamente, tenía el baño hecho casi un desastre.
Esperaba que Sora no quisiera entrar porque no tenía donde más poner lo que le había comprado a Issey hace días atrás. Me coloqué una camiseta negra, unos pantalones de algodón grises porque no pensaba salir de casa pero en cuanto me los puse, me los quité rápidamente colocándome unos jeans de mezclillas negros.
Unos golpes en la puerta me hicieron saltar en mi lugar.
—¡Ya voy!
Caminé a zancadas hasta la puerta y la abrí dejando ver a Sora O'Connell allí. Tenía una camiseta blanca puesta junto a un camisa de cuadros azules con gris y, unos jeans de mezclillas calzando unas converse negras. Venía sencillo pero se notaba a leguas que por donde pasaba recibía todo tipo de miradas. Sora es del tipo de chicos que son guapos y lindos con todos.
Como un principito encantador de cuentos de hadas.
Además de ingenuo en algunas cosas.
¿No es perfecto?
—Pasa, pasa —le invité, sonriendo de lado.
Me cerciore de que todo oliera bien para que no volviera a preguntar o decirme que olía raro o, preguntara que era ese extraño olor en mi. Casi suelto la lengua en el instituto, no debí consumir ese rollo tan temprano en la mañana.
—Que bonito lugar... —admiró todo el sitio con una sonrisa agradable.
Mirándole bien de cerca y sin distracciones casi me quedo absorto pensando en lo lindo que se ve. Ugh, mejor no hago el ambiente incómodo.
—Mi padre lo paga mientras estoy aquí —respondí luego de varios minutos de silencio.
—Debe costar mucho, es muy lujoso —se dió la vuelta hacia mi.
Sus ojos celestes me observaron con un lindo brillo en ellos y casi se me derrite el corazón. Ay, no, debo de estar aún drogado.
—Lo es, pero eso es lo de menos —aparté la mirada sintiendo mi cara sonrojada.
Me acerqué a él y tomé su mano llevándolo hacia la sala del departamento, frente al televisor. No tenía idea de que hacer, ni sabía porque lo había invitado pero ya estaba aquí y debía fingir que tenía idea alguna de que hacer. Aunque podría besarlo y ver a donde lleva todo esto, se que le gusto y toda la cosa.
No hice ciertas cosas en vano.
Él iba a ser mío a como de lugar.
—Veamos una película, tengo algo de vino, botanas y helado —recordé.
Tenía que hacer la compra pronto porque no me quedaba casi nada. Lo más que tenía era alcohol y los rollitos que no podían faltarme nunca desde que llegué. Fue casi una suerte haber encontrado a Issey aquella vez mientras deambulaba buscando un bar, que me ofreciera de una vez fue mejor todavía por lo que aproveché.
No iba a dejar pasar la oportunidad por nada del mundo.
—¿Vino? ¿Te gusta el alcohol? —me preguntó, con el rostro confundido. Ow, que hermoso se ve con esa expresión.
—Bebo desde muy temprana edad...pero solo te daré vino ¡Oh! —revordé la botella de vodka que aún tenía sin abrir —Tengo algo mucho mejor...ve poniendo alguna película que te guste, ya vuelvo —le indiqué señalando el control remoto para que lo hiciera.
Tal vez pueda hacerlo mío antes de tiempo.
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Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO*
Teen Fiction(COMPLETA) Sora O'Connell cursaba su segundo año en el instituto cuando llegó un estudiante nuevo, él parecía ser inofensivo e ingenuo, vivía todo el tiempo distraído y en su mundo por lo que Sora no le vió nada malo al acercarse a él para que sean...