80

260 21 6
                                    

SORA

—No me vendes los ojos, Arik, por favor —emito, antes de que vuelva a tironear del cinto.

—Sigue en lo tuyo —lo enrolla más en su mano por lo que inevitablemente mis labios chocan contra su miembro frente a mi cara.

No puedo mover mis manos, las tengo detrás de mi espalda, sujetadas por una corbata que Arik encontró entre sus cosas. A él le dió por jugar raro esta vez pero no lo cuestioné, porque no podía ¿que iba a decir con un jodido pene en mi boca? No quería ahogarme.

Mi novio soltó una maldición cuando sintió mi lengua moverse alrededor de su miembro.

Jadee abriendo más mi boca tanto como pude pero como las otras veces, no podía llevarlo más adentro. Me era imposible y dolía; levanté un poco mi cabeza para observarle, tenía una siniestra mirada puesta en mi, no pestañeaba y sus labios estaban entre abiertos mientras su pecho subía y bajaba de forma irregular.

—Mueve tu boca, Sora —me ordena, jalando del cinto.

Quiero soltar un bufido pero solo obedezco.

¿Por qué se puso tan malhumorado?

La puerta se abre en ese mismo momento. Giro mis ojos hacia la entrada donde Hanta se nos queda mirando estupefacto y con la cara rojisima. Arik inmediatamente se tensa.

—Disculpen, no quería interrumpir los, olvidé cual es mi habitación...

—¿Vas a quedarte mirando o vas a irte? —gruñe Arik, mientras mis mejillas se vuelven rojas.

¡Que vergüenza!

Ni siquiera Kira me ha visto en esta situación. Dios mío, ¿como voy a volver a verle la cara a Hanta después de esto?

—Sí, sí, lo siento —cierra la puerta.

—A lo tuyo, Sora —me insiste y me separo un poco poder respirar mejor.

—¿Es necesario esto? Yo estoy dispuesto al sexo pero no me gusta tener las manos amarradas. ¿me desatas?

—No es que te guste, es un castigo y, no.

Ruedo mis ojos.

—Un castigo, ya... —murmuro, cero convencido de esto.

—Oye —sujeta mi mentón con sus dedos delgados haciendo que lo mire —Tienes que entender que no puedes ir por ahí siendo tan amable y bueno con todos, ellos no saben si les estás coqueteando o no. Y tu eres demasiado lindo como para que piensen que solo estás siendo amable.

—Pero-

—No quiero volver a ver que hables con otros, ni con chicas y mucho menos chicos —me interrumpe, con seriedad.

—Estas siendo muy exagerado —digo, alejando mi rostro.

Su rostro se ensombrece y la comisura de sus labios se levanta en una ladina sonrisa llena de malicia.

—¿Exagerado, no?

Se incorpora haciendo que me eche para atrás, cayendo.

Lo observo confundido por su acción y va a poner seguro a la puerta, cuando regresa me levanta bruscamente, me quita el cinto del cuello y me empuja contra la cama.

Caigo de cara contra las sábanas.

Antes de que pueda acomodarme o incorporarme siento un corrientazo atravesar me en el trasero. Un agudo ardor me recorre toda la zona donde el cinturon de Arik me ha azotado y abro mis ojos hasta más no poder.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora