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ARIK

—Te ves enojado, Koslov —lo fulmine con la mirada mientras me acariciaba la sien con mis dedos y presionaba mi celular con la otra.

—Estoy bien —gruñí.

Dai me observó después de expulsar el humo por su nariz. —Tu amado acaba de rechazarte ¿no es así? —su tono burlón me hizo enfadar más.

—Callate.

Rió un poco haciendo un gesto con su mano.

—Es lo que pasa cuando te metes con chicos así, las mujeres lo rodean como buitres...jamás vas a conseguir que sea tan fiel a ti —dijo Issey, con un tono rencoroso. Rodé mis ojos, me incorporé para tomar la botella de vodka en mi mano y llenar el pequeño vaso agresivamente.

—Hablas por experiencia ¿No, Issey? —el tono burlón y ácido de Dai se hizo presente. Me tomé el contenido del vaso de un trago.

—Como sea, solo olvidate de ese chico, los de su clase no son gays y si son bisexuales siempre van a preferir a las chicas.

—Callate de una maldita vez, él va a ser mío. Por la mierda que lo será —estampé el vaso contra la mesa.

—Que confiado eres.

—Solo estoy seguro de que lo será, ya está enamorado de mi, solo es cuestión de tiempo para que lo admita y luego... —solté un corta risa cargada de malicia —Lo voy a disfrutar mucho.

—¿Sabes lo que pienso? —llené el vaso de nuevo para darle un pequeño trago acostumbrado al sabor en mi garganta. Esperé a que Dai terminara de expulsar el humo de su boca antes de que se dignara en terminar de hablar. —En cuanto te des cuenta de que tú también estás enamorado de él vas a sufrir mucho.

—¿Yo? ¿Enanorado de Sora? —me eché a reír. Algunas lágrimas saltaron de mis ojos debido a la risa por el comentario tan ridículo de Dai. —Que buen chiste.

—Tiene sentido, estás celoso y enojado de que te haya rechazado hoy —concordó Issey.

—¿Celoso? ¿Están de coña? ¿De qué estaría celoso? Él está ocupado con...quien sea que fuese esa chica, no tengo porque estar celoso de que no venga cuando se lo pido —ladré.

—Ahí está, celocito.

—Ags, ya basta de sus ridiculeces —gruñí.

—¿Por qué no comprobamos que no estás celoso de esa chica? —la sonrisa torcida de Dai apareció en su rostro, entre cerré mis ojos al verlo.

—¿Y cómo sería eso?

—Veamos que están haciendo ¿quieres?

—¿Cómo demonios? No sé dónde están.

—Eso dejamelo a mi —no me gustó la forma en la que sonrió después de decir eso. Pero no tenía nada que perder y, les haría ver que no estaba celoso de que Sora estuviera con aquella chica que decía ser su amiga.

[...]

—¿Dónde rayos estamos? —miré el lugar, se veía todo tranquilo y sofisticado.

—Hay un restaurante en la esquina, entraron hace unos minutos, vamos a espiar —respondió Dai luego de pisar la colilla del cigarrillo que había terminado de consumir.

—Insisto, esto es una pérdida de tiempo.

—¿No quieres saber lo que hace tu amado con la tal amiguita? Celocin.

—¡Que no estoy celoso, maldita sea!

—Dile eso a quien te crea —se burlaron. Caminamos hasta el dichoso restaurant y nos asomamos por uno de los ventanales para espiar entre los rosales sembrados.

—Mira eso, se ven tan bien juntos, como una pareja de catálogo —escupió Issey. Hice una mueca con mis labios observándolos, sí que se veían bien juntos. Cualquiera que los viera diría que son una pareja.

Pero él es mío.

Apreté mi mano en un puño al verlos, ella colocó su mano encima de la suya sonriendo le mientras ladeaba su cabeza como un pequeño cachorro. Sora no duda en sonreír le también y me clavo las uñas en las palmas de mis manos cuando él entre laza la suya con la de ella.

—Hijo de... —susurro.

—Mira esas miradas que se dan, Koslov...yo que tú no pierdo tiempo —insinua Dai.

—Solo les hace falta besarse.

Aparto la mirada rápidamente.

Me incorporó para ponerme a un lado de la ventana dejando que el par ese sigan espiando. Estaba enfadado, aunque no tenía porqué, él había dicho que era una amiga, y aún así...¿Por que le sonríe de esa forma? ¿Por qué le toca la mano?

¡¿Por qué está con ella y no conmigo?!

—Me largo de aquí —me di la vuelta colocando mis manos en los bolsillos de mis jeans comenzando a caminar lejos del restaurant.

—Espera, Koslov.

Issey me alcanzó y luego Dai quien codeó con fuerza el estómago del de cabello blanquecino.

—¿Qué harás ahora? —preguntó Dai, observándome de reojo con sus ojos bicolores que querían ver a través de todos.

—Nada.

—¡Yo sí sé! Vamos a emborracharnos y a darle un poco al polvo mágico, eh ¿qué dicen? —Issey pasó un brazo por nuestros hombros mientras caminamos.

—¿Otra vez consumiendo eso, Issey? —cuestionó el pelinegro a mi lado.

—Koslov me apoya ¿verdad, rusito? —me miró con una sonrisa y rodé mis ojos. Aunque consumir un poco no haría tanto daño.

—Los voy a vigilar para que no se tiren del balcón en una de sus payasadas.

—Que considerado es nuestro Dai —sonreí de lado forzadamente. Sí, que considerado.

Llegamos a mi departamento luego de pasar por el bar que maneja el padre de Issey donde él buscó un poco del polvo mágico para nosotros de manera gratis, aunque Dai también te vendía de eso él no era de los que lo consumían.

—¿Tienes cerveza? Este refrigerador está vacío, ni comida tienes ¿como vives, Koslov?

—Llamaré a recepción para que traigan ¿tienen dinero encima? —los miré mientras tomaba el teléfono de la pared. Ambos se me quedaron viendo sin decir nada y rodé mis ojos. —Por supuesto, yo lo pago.

—Que buen amigo es nuestro rusito —le dedique una fulminante mirada al de cabello blanquecino.

—Ustedes son unos aprovechados.

Luego de pedir las cervezas y algo más para comer después, tomé asiento en mi sofa favorito color gris oscuro a esperar mientras el par de chicos hablaban de algo que me tenía sin cuidado. En eso, mi celular comenzó a sonar. Observé la pantalla viendo el nombre de Sora allí y sonreí de lado.

¿Qué pasa si no le respondo?

Lo ignoré y volvió a llamar, con más insistencia esta vez. Lo dejaré sonar.

Lo arroje hacia el otro sofa más largo y amplio. Cuando llegaron las cervezas Issey ya estaba preparando una fina línea blanca encima de la mesita frente al televisor. Dai lo miró con seriedad sacando su cajetilla de cigarillos que nunca dejaba en ninguna parte. Me sorprendía que esos dos se llevaran tan bien cuando se habían detestado desde el primer momento en que se vieron en el instituto. Suponía que después de la paliza que le diera el más bajo, Issey le pidió disculpas apropiadamente.

Mi celular no paraba de sonar, también parece que Sora no deja de enviar mensajes por lo que tomó una lata de cerveza y la destapo llevándola a mis labios.

Brindo por ti, Sora.

Porque pronto serás mío pero nuestro final no será tan lindo como crees.














Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora