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KIRA

—En serio, ¿Por qué este individuo está aquí? —espeto, claramente en desacuerdo al ver a Arik sentado en el banco blanco.

Estamos en la azotea con Heather, Fuka, Adam, Nagisa -quien vino solo para hablar de esto- y por alguna razón que no logro entender, Hanta. Planeamos hacerle una fiesta sorpresa a Sora por su cumpleaños atrasado ya que él no quiso salir de su casa y estaba muy triste por todo lo que había pasado.

Pero uno de los culpables de su tristeza estaba a unos metros de mi y mis puños cosquilleaban queriendo romperle la boca de nuevo.

—Sigo siendo su novio, te guste o no —responde, en tono borde mientras permanece cruzado de brazos.

—Si se van a poner en ese plan les voy a rociar agua —dice la rubia quien sostiene un spray lleno de agua, como si fueramos animales o algo así.

—Volvamos al tema que nos interesa.

—Esperen ¿qué demonios hace este idiota aquí? —dice el pelinegro viendo a Hanta.

—Esta aquí por Fuka, ya callate y ponte al corriente.

—¡Bien! ¿Dónde será la fiesta de Sora? ¿Alguien tiene sugerencias? Que no sea su propia casa porque de ahí no saldrá ya que sigue castigado —dice Nagisa, ignorando lo que no es en referencia a la fiesta de nuestro querido amigo.

—Podemos hacerla en mi departamento —dice Arik.

—¿Alguien más? —inquiere Nagisa al ver que nadie está de acuerdo.

—Bueno, no.

Nadie piensa ir a ese lugar ni muerto.

—Mi departamento no es tan grande y tampoco muy aseado que digamos —confieso, algo avergonzado mientras rasco mi nuca.

Pffft... —bufa Arik y lo observo de reojo demasiado tentado a romperle la nariz de nuevo.

—Oh, puedo pedirle a mi primo que nos preste su casa, es enorme y sus padres casi nunca están, de hecho, se han ido en un viaje de negocios y no volveran hasta junio.

Fuka sonríe al escuchar a Hanta.

—No suena mal ¿dónde es? —dice Heather.

—Está como a diez cuadras de aquí, del instituto.

—Está muy lejos.

—Existen los taxis —digo.

—La casa es grande y apuesto a que a Raiko no le molestará.

—Bien, está decidido, ocupate de decirle a tu primo y los demás de la decoración.

—¿Qué decoración haremos para la fiesta?

—No tengo idea ¿qué le gusta a Sora? —pregunta Adam quien ha dejado de lado su nintendo switch.

Fuka, Heather y yo nos miramos y, sonreímos al mismo tiempo.

—Ballenas.

Dijimos al unísono.

—¿Ballenas? —cuestionan Arik, Adam y Hanta también.

—Sí.

—Sora siempre ha tenido fascinación por las ballenas, no se le nota porque ha dejado su obsesión después de entrar al instituto pero antes no paraba de mencionarlas tooooodo el tiempo.

—La verdad es que era bastante adorable recordarlo.

—Y malditamente tedioso —recuerdo, porque Sora nunca se callaba y solo hablaba de ballenas y, de como lloriqueaba cuando alguien se metía con él. A decir verdad, era bien adorable.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora