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[...]

Mi cuerpo estaba mas caliente de la cuenta, Arik estaba encima de mi besando mi cuello y mordiéndolo de entre veces. Mordí mi labio inferior intentando detener los gemidos que salían de mi boca pero se sentía muy bien como su lengua caliente y húmeda se pasaba por mi piel ardiendo.

—Me encanta como hueles —susurró en mi oreja tras morderla un poco. Su boca volvió a la mía para besarme con mucha desesperación y sentí su mano bajar los pantalones cortos junto con mis boxers. Estaba disfrutando de sus caricias como nunca, tanto que no me importaba lo que pasara después.

Se alejó un poco mirándome desde arriba con la lujuria brillando en sus ojos negros. Sus manos terminaron de bajar los pantalones cortos llevandose mi ropa interior de paso y, dejando libre mi erección. La vergüenza me golpeó por un segundo pero luego recordé que no era la primera vez que él me veía desnudo así que no tenía porque hacerme de tonto.

—A-Ah...Arik... —gemí sintiendo su lengua pasando por mi abdomen hasta llegar a mi miembro. Su mano lo agarro apretándolo ligeramente logrando que volviera a gemir. Él comenzó a mover su mano sin nada de delicadeza aunque se sentía muy bien, tapé mi boca mordiendo mi mejilla cuando aunmentó la velocidad, masturbando me durante varios minutos más hasta que finalmente terminé corriendome en su mano salpicando mi abdomen y su rostro.

Mi pecho subía y bajaba debido a mi respiración acelerada, escuché como algo plástico se rompía y lo observé levantando un poco mi cabeza.

Él tenía un envase en su mano de algo que desconocía, me sonrió en cuanto vio que lo estaba mirando y levanté una ceja sin entender. —¿Qué es eso?

—Lubricante, no dolerá, descuida —lubricante...¿lubricante? Él untó sus dedos en el pote acariciándolos entre si.

—Espera, no te atrevas-

—Hey, tranquilo. Solo relajate —se acercó a mi y abrí grande mis ojos.

[...]

ARIK

Le di la vuelta dejando su trasero expuesto a mi, su cuerpo estaba tenso pero pronto se sentiría mucho mejor una vez empezáramos. Acaricié su espalda suavemente para que se relajara y con mis dedos llenos de lubricante los pasé por su entrada haciendo que se asustara, estaba algo frío al tacto pero si quería hacer de esto algo placentero debía aguantarse. Comencé metiendo un dedo suavemente, sus gemidos casi no sonaban y sospeché que estaba cubriendo su boca para evitar hacerlo a toda costa.

Estoy tratando de ser lo mas suave posible con él aunque lo único que quiero es follarlo tan duro como pueda pero, no quiero espantarlo así que trataré de ser delicado.

Conseguí meter otro dedo después consiguiendo escuchar otro gemido ahogado de él. Comencé a mover mis dedos dentro lentamente y luego aunmentando la velocidad cada vez mas hasta meter un tercer dedo. Los saqué después y me coloqué el condón para luego apuntar a su entrada y presionar para meterla.

—D-Despacio... —gimió, temblando debajo de mi.

Sonreí tocando suavemente su cintura y la metí de una estocada hasta la mitad. Lanzó un pequeño grito y dejé que se acostumbrara un poco a la sensación, él seguía temblando y comencé a mover mi cadera lentamente de atrás hacia adelante, Sora continuaba quejándose pero mientras mas continuaba con los movimientos lentos y suaves, sus quejidos se transformaron en gemidos los cuales esta vez no se molestó en reprimir.

—¿Lo estás disfrutando? —lo embestí con más fuerza y rapidez esta vez.

—¡C-Callate! —sonreí, relamiendo mis labios.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora