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SORA

El ambiente se siente tenso a mi alrededor. Arik parecía enfadado y tenso luego de que le dijera que mi amiga de la infancia se quedaría a terminar el año en el instituto con nosotros. Y en nuestra clase. Por supuesto, dijo que no le importaba pero me ignoró el resto del día. Se hizo de rogar mucho el resto de los días hasta que le expliqué que Heather tenía novio, eso pareció calmarlo y me di cuenta de lo lindo que se veía celoso de mi amiga rubia.

Pero cuando lo molesté con eso se volvió a enfadar y ahora me aplica la ley de hielo. Ahora tengo que hacer algo para compensarlo.

Excepto que no tenía cabeza mas que para pensar en Nagisa. Pobre chico, después de que pusieran esas fotos de él por todos los pasillos se había ido llorando. No podía entender que tan triste y dolido debía sentirse por eso, era horrible lo que habían hecho y más para alguien que nunca les hizo nada ni hizo nada malo a nadie.

¿Por qué la gente es así?

Miré mi celular esperando una respuesta de Kira. Traté de decirle algo de lo que pasaba pero aun no me responde nada. ¿Estará con Nagisa? Espero que sí, ellos dos son unidos desde hace semanas, mi amigo le tiene mucho cariño y se preocupa por él, no creo que esté muy feliz de ver lo que le han hecho. Suspiro guardando mi celular cuando alguien interrumpió en el salón.

Miré hacia allí y el corazón se me paró.

—¡KIRA! —me levanté asustado al verlo con la camisa y el rostro lleno de sangre. El profesor se acercó a él pidiéndole a los demás que se quedaran quietos. Salieron afuera y los seguí, al igual que Arik quien tambien se levantó al oirme chillar.

—¿Qué ha pasado, Kouzomi? ¿Estás herido? Debes ir a la enfermería —le dijo el profesor Bell. La expresión de mi amigo era horrible.

Parecía ido, con la sangre en sus mejillas y lágrimas en sus ojos. Ahí supe que algo realmente muy malo había pasado como para que Kira estuviera llorando y no pudiera hablar correctamente.

—É-Él...se lo llevaron hace poco...h-había mucha s-sangre...

—Esta bien, Kira... respira... calma te —le pidió el profesor con voz suave. Mi amigo intentó hacerlo logrando calmarse lo suficiente para responder. Yo me acerqué sin poder contenerme más.

—Kira ¿qué pasó? ¿qué pasó con Nagisa?

Sus ojos verdes se llenaron de lágrimas de nuevo. —É-Él...intento q-quitarse la vida —tapó su boca agachando su cabeza.

Mis ojos se abrieron a más no poder y el profesor lo observó alarmado. —¿Quién intentó quitarse la vida, Kira? —le preguntó.

—Nagisa...yo, no se si llegué a tiempo, su corazón latía muy lento —sus manos estaban temblando mucho.

—Dios, no...

—Vamos con el director ¿no estás herido, verdad? —dijo el profesor Bell. Mi amigo negó con su cabeza y nos dejaron ir con él porque Kira estaba demasiado afectado. No sabía que pasaba por su mente cuando vio aquella escena de Nagisa o porque parecía quedarse en un trance entre minutos. Entramos a la oficina del director quien se alteró mucho al ver a Kira con la ropa sucia de sangre.

—¿Qué ha pasado? —preguntó, con el rostro pálido.

—El joven Kouzomi encontró a uno de sus compañeros a punto de quitarse la vida.

—¡¿Qué?! ¿Eso es cierto? —cuestionó, abrumado. Kira asintió.

—Estaba en los baños de abajo, llamé a una ambulancia y se lo llevaron pero...n-no se si siga con vida —me acerqué hasta él para abrazarlo debido a que había vuelto a llorar.

—¿Quién es el estudiante?

—Nagisa Haruno —respondí.

—Tengo que notificarlo a su padre entonces, por favor, Kira, tienes permiso de irte al hospital —le dijo.

—Oiga, no voy a dejar a mi amigo solo en esto, director —le dije.

—De acuerdo, ustedes tambien pueden ir. Llamaré al señor Kamada. Profesor Bell, acompañelos hasta la salida.

Me sentí un poco aliviado de ir con Kira. No quería dejarlo solo en este momento. Él me necesita.

[...]

Al llegar al hospital mi amigo palideció, el odia los hospitales, le trae malos recuerdos al igual que a mi pero no dijo nada porque está demasiado preocupado por Nagisa. No sabemos si está bien o no y, eso nos tiene en espera. La pierna de Kira no para de moverse a mi lado, la sangre seca en su ropa me tiene nervioso. Arik, que está del otro lado, no ha dicho palabra alguna pero al menos ya no parece tan enojado como antes sino que hasta ha entre lazado su mano con la mía para reconfortarme por el estado de mi mejor amigo.

—¿Qué hago si se muere, Sora? —me susurra, con voz rota. Pasé mi brazo por sus hombros para que se recueste en mi —Si no pude llegar a tiempo...

—Tranquilo, dijiste que aún tenía pulso, él estará bien, llegaste a tiempo, Kira —respondo —Él estará bien.

—No quiero que me deje como mamá lo hizo...

Cerró sus ojos y lo miré con tristeza. Estuvimos allí largas horas hasta que llegó un hombre junto a una niña de unos diez u once años con cabello rojizo. Ellos se acercaron a nosotros o, más bien a Kira quien se incorporó de un salto. La niña al ver a mi amigo palideció viendo la sangre en su camisa.

—¿Nagi está bien? —le preguntó, con ojos llorosos color azul oscuros.

—No sabemos nada aún —me apresure en responder porque mi amigo parecía incapaz de hacerlo.

—Kira... —el hombre se acercó a él, lucía realmente mal.

—Señor Kamada, lo siento tanto... —él lo abrazó y mi amigo lloró en su hombro —Intenté hacer algo, yo...no sé si...

—Shhh...tranquilo, Kira, se qué si no fuera por ti mi hijo no estaría bien, yo se que él esta bien, Nagisa es fuerte.

Sus palabras dejaron un nudo en la garganta. Cuando una enfermera se acercó buscando a los parientes de Nagisa, nos dijo lo que tanto queríamos escuchar.

—Él se encuentra estable, perdió mucha sangre y está muy débil ahora pero pronto despertará, posiblemente mañana —suspiramos aliviados, finalmente. Menos mal.

Nagisa está bien.

—Ah, señorito, debería ir a cambiarse, está poniendo nerviosa e incómoda a las personas en la sala de espera —dijo la misma enfermera, señalando la ropa ensangrentada de Kira.

—Tiene razón, debes irte a descansar un rato, Kira —le dije.

—No.

—Ya oíste, Kira. Él está bien, despertará mañana.

—No quiero irme.

—Pero-

—Vamos, te acompaño y volvemos en la noche —dijo Arik, para sorpresa de todos. Lo observamos sin decir nada. Kira aceptó luego de minutos, lo vi muy cansado con todo el asunto que ni siquiera refutó y tampoco vio mal al pelinegro.

—Te mantendré informado si pasa algo —le dije y él asintió mientras se marchaba con Arik.










Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora