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SORA

Hace un frío de los cojones.

Me arrepiento de venir a la montaña. Odio el frío, no entiendo como es que pensé que esto sería una buena idea, de verdad que no lo entiendo. Joder ¡Se me congelan las bolas! No paro de temblar y toda la ropa que llevo encima no me hacen nada, siento todo el frío igual, como si estuviera desnudo.

—Sora ¿por qué estás temblando tanto? —Kira se acerca a mi y lo observo con mis dientes castañeando.

—Me quiero ir a casa, y-ya no aguanto este frío —lloriqueo, acercándome a él. Meto mis manos por debajo de su ropa, su cuerpo está calientito.

—¡Tus manos están heladas! —me grita, alejándose.

—Dame de tu calor, mal amigo —me quejo.

—Esta bien pero aleja tus manos, están muy frías —él abraza mi cabeza. Su cuerpo está relamente caliente y me alivia no sentir tanto frío. Cierro mis ojos concentrando me en el calor de mi mejor amigo.

—EHJEMM —dice alguien cerca de nosotros y me despego un poco para ver de quien se trata.

—Arik...

—¿Tengo que preguntar que está pasando aquí? —levanta una ceja. Su cabello le cubre un lado de la cara, está muy largo y se le ondula en varios mechones.

—Creo que Sora tiene fiebre —dice Kira.

—¿Qué? No tengo fiebre —digo.

—Sí tiene, todo su cuerpo está horriblemente ardiendo pero tiene las mano como un hielo de frías.

—Eso no significa...

—Dejame ver —Arik se acerca a mi y toca mi rostro pero aleja su mano de inmediato haciendo una mueca —Joder, podría hervir algo en tu frente, Sora.

—Dejen de decir eso, no tengo fiebre, estoy bien.

Me separo de Kira y me levanto mareando me horrible al segundo. Me sujeto de la silla y la cabeza me comienza a dar vueltas con rapidez.

—No debiste salir ayer, es obvio que te hizo daño todo ese aire tan helado de la montaña —me regaña mi mejor amigo.

—Ven, te vas a caer —mi novio me sujeta y suelto un suspiro respirando por la boca, el aire que sale de mi se siente extraño.

Mierda, no de nuevo, no de muevo.

—Llevalo a la habitación, voy a buscar algo de medicina. Asegurate de abrigarlo muy bien, Sora odia el frío —dice Kira, no se que expresión tiene mi novio pero solo lo escucho suspirar acariciando mi cabello. 

—Bueno.

Con su ayuda caminamos en dirección a nuestra habitación de nuevo. Casi no pude desayunar nada, la cabeza comienza a dolerme y toda mi vision se torna borrosa, se empaña y mis sentidos se vuelven nada.

Definitivamente voy a tener que pasar por esto de nuevo, justo ahora. Es demasiado inoportuno, no quiero que vuelva a suceder.

—Sora...mierda, no te desmayes —todo se vuelve negro por un momento y me siento desvanecer —Sora, Sora...¡Sora! —abro mis ojos, desorientado.

Me encuentro en la habitación.

La cama debajo de mi se siente muy fría y me hago bolita intentando buscar algo de calor. La cabeza me duele un montón, siento que me están golpeando con un martillo.

—Sora —lo observo mordiendo mi labio inferior que está temblando, la mano de Arik me toca la frente de nuevo y me alejo.

—Tu mano está muy fría —me quejo y, chasquea su lengua. La puerta se abre dejando ver a Kira y Nagisa.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora