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—¿Sora? ¿Estás despierto? —me susurra y entre abro mis ojos. El brazo de mi primo está encima de mi pecho mientras su pierna permanece encima de mi torso. Riku duerme horrible. Me estaba aplastando pero he conseguido moverlo un poco, al menos.

—¿Mmnh? ¿Arik? —cuestiono, intentando aclarar mi vista.

—Sí.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas a esta hora? —cuestiono, estrujando mis ojos. Mi vista se torna un poco borrosa pero puedo distinguir su figura un poco.

—Ven, vamos afuera —me dice, tomando mi mano.

Delicadamente me quito las extremidades de mi primo de encima y salgo de la cama sin despertarlo, él tiene el sueño un poco pesado así que estará bien. Con Arik caminamos por la casa de playa que rentamos por estos dos días y caminamos por el pasillo hasta salir afuera.

—Ven al techo, sigueme —toma mi mano entrelazando la con la suya y por una escalera de madera subimos.

Vislumbro un montón de mantas y cojines en un rincón.

—Quería que estuvieramos solos —me sonríe y noto que tiene el cabello medio recogido hacia atrás. Nos sentamos en medio de las mantas y cojines, se siente bastante cómodo y calentito. Además, la luz de la luna hace que todo se vea muy hermoso y, tenemos una perfecta vista del mar con sus aguas brillando.

Me recuesto en el pecho de mi novio y suelto un suspiro cerrando mis ojos para dormirme de nuevo.

Al rato...

Siento una mano por dentro de mi camiseta y suelto un bostezo. La boca de Arik se posa en mi cuello dejando besos por toda mi piel. Abro mis ojos con pesadez y giro mi cuello justo al momento en que Arik me besa, su otra mano sujeta mis mejillas con sus dedos para que abra mi boca y, procede a meter su lengua a mi cabida. Se sube encima de mi sin dejar de besarme mientras entre abro mis ojos notando un poco la claridad del cielo, está amaneciendo.

—Arik... —succiona mi labio inferior mientras sus manos suben mi playera —Dejame dormir otro poco —murmuro, somnoliento.

—De acuerdo —me doy la vuelta, acomodando me.

—Cinco minutos —le pido, cerrando mis ojos de vuelta.

—Iré a hacer de desayunar — me besó la mejilla y asentí, suspirando, para seguir durmiendo un poco más.

A los pocos minutos despierto y me levanto del lugar, bajo de la azotea y entro a la cocina estrujando mis ojos y, soltando un gran bostezo.

—Sora, te apesta el hocico —se queja Riku, al verme.

—¿Cómo sabes? Estás lejos —arrugo mi frente.

—Desde aquí me llega el mal aliento, cochino. Ve a tomar una ducha.

Le saco la lengua de modo infantil y subo las escaleras al segundo piso, Kira y Nagisa vienen bajando; ambos están hablando entre ellos mientras sonríen. Que felices y lindos se ven, me encanta verlos juntos.

—Oh, Sora ¿quieres desayunar panqueques? Voy hacer para todos —dice Nagisa, en cuanto me ve.

—Por mi bien, gracias.

—Vale, te guardaré un par.

Entro a la habitación que comparto con Riku y me deshago de mi ropa metiéndome al baño donde me encuentro a Arik.

—No sabía que estabas aquí —digo, dejando la toalla a un lado.

—Hanta estaba ocupando el baño de abajo así que decidí venir a este —se encogió de hombros —Ven a ducharte conmigo —me hace un gesto con su mano para que me acerque a él y lo hago. Entro a la bañera y, el agua fría me hace abrazarme los brazos desnudos.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora