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SORA

Arik me mantiene informado mientras está con Kira en su departamento, recuerdo la expresión que tenía en el instituto y siento una presión en mi pecho. Mi pelinegro favorito me manda otro mensaje para avisarme que mi amigo ya se encuentra mejor y, que no han tratado de matarse ni nada por el estilo. No entiendo a que venía eso último pero él lo ha dicho así nada mas.

—¿Eres amigo de Nagisa? —me pregunta el hombre acercándose a mi. Me tiende un vaso con café el cual acepto de inmediato. Ya son como las nueve y algo de la noche. En serio que he pasado un muy largo tiempo aquí sentado, me duele el trasero.

—Sí, de hace poco, gracias a Kira —omití el hecho de que su hijo quería salir conmigo en un principio pero él no tenía porque saberlo. Se sentó a mi lado, lucía pálido y triste.

—Me alegra que mi hijo tenga amigos tan buenos, él ha estado triste desde hace días pero nunca pensé que llegaría a... —no completó la frase, estaba muy afectado.

—No creo que Nagisa haya pensado hacerlo, creo que influyó mucho ver esa foto —le expliqué. Él frunció el ceño sin entender.

—¿Qué foto? —cuestionó.

—No sé si deba decirle —mordí el interior de mi mejilla, de manera nerviosa. Hablar de esto me parece incómodo —Pero...es una foto comprometedora de Nagisa —termino por decir.

—Oh,...esa foto.

—¿Como? ¿Usted la ha visto? —frunci el ceño.

—Sí, estoy al tanto de eso, mi hijo me lo contó en cuanto pasó. No quería quedarse con su madre debido a esto —respondió —Eso siempre ha puesto triste a Nagisa y, creí que ya lo estaba superando porque se veía más feliz pero creo que me equivoqué.

Suspiró, cansado. —No es culpa de él...sino de quien difundió esa foto.

—Y de quien lo obligó a hacerlo.

Se levantó volviendo a suspirar y lo observé alejarse. —¿De quien lo obligó?

[...]

Eran como las once de la noche cuando Kira volvió al hospital con Arik. Se veía mucho mejor pero yo me estaba muriendo de sueño y tenía las extremidades entumecidas.

—Gracias por quedarte, Sora —lo abracé, soltando un bostezo.

—Eres mi mejor amigo, Kira. Siempre voy a estar para ti ¿bien? —lo miré luego de separarnos y besé su frente.

—Gracias.

—¿Alguna novedad? —preguntó Arik, apareciendo detrás de mi amigo. Yo negué con mi cabeza.

—Aun estamos esperando a que despierte.

—Deberías irte a descansar, Sora. Ya es muy tarde —negué con mi cabeza, aunque me estaba costando un poco mantenerme despierto.

—Ven, vamos, cariño —Arik tomó mi brazo alejándome del rubio. Hice un puchero con mis labios pero de todas formas me recargue del pelinegro y salimos del hospital. Tomamos un taxi y recargue mi cabeza en sus piernas cerrando mis ojos quedándome dormido completamente.

[⛈]

Escuché música desconocida provenir de alguna parte y abrí mis ojos con pereza. Los tallé acostumbrandome a la ligera oscuridad que había en la habitación que era obvia que no era mía. La luz de afuera entraba por una ventana sin cortinas y me incorporé en la cama, noté que llevaba otra ropa en vez de mi uniforme, una camiseta negra y pantalones cortos.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora