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ARIK

Después de terminar las clases me despido brevemente de Sora con una sesión de besos intensos que sino fuera por su insoportable amigo rubio no terminaría nunca. Al llegar a casa me deshago de todo encima y me meto a duchar con agua bien fría, luego de la fiesta que le organizamos a mi novio por su cumpleaños y de nuestra -otra vez- pequeña reconciliación él luce un poco agotado físicamente. Culpa mía. Lo habíamos hecho más veces de la que puedo contar con los dedos de mis manos y pies juntos y, solo ha pasado un mes de eso. Supe que debía calmarme un poco luego de verlo en el instituto tomando asiento tan despacio y de quejarse sin darse cuenta de que le dolía mucho la cadera.

Quería compensar le su fatiga con una grandiosa cita, solo nosotros dos y, quizás, quizás, solo terminar durmiendo.

Aunque lo veía muy poco probable eso de dormir solamente.

Al salir de la ducha escuché unos golpes en mi puerta y me envolví en una toalla para salir e ir a ver quien era. No tenía idea de quién sería y mucho menos esperaba a alguien, no tenía planes para nada más que salir con mi lindo novio Sora.

—¡Rusito! —ay no...

—¿Qué diablos hacen aquí? —les pregunto al ver que entran como si los hubiera invitado a pasar.

—Issey me arrastró hasta aquí —dice Dai, entrando de todas formas.

—Tengo una maldita cita en poco tiempo, larguense.

—¿Una cita con tu novio el principito? ¿O ya lo desechaste y te buscaste una mujer? —inquiere el peliblanco, curioso.

—Con mi NOVIO —respondo, bruscamente.

—Ay, sigues con él...duren. —levanta su dedo pulgar mientras se tira en mi sofá.

—En serio, vayan se.

—¿Por qué? ¿Vendrán aquí después a tener sexo? —cuestiona el pelinegro de ojos de bicolores. Me paso una mano por el rostro, frustrado.

—No, pero...

—Calmate, nos iremos dentro de un rato —aclara, rodando sus ojos.

—Como sea.

Me doy la vuelta para volver a mi habitación.

—Que irritante se puso el rusito ni que le fueramos a robar sus porquerías —escucho que dice Issey.

Ese par sí que son otro nivel.

Entro a cambiarme finalmente mientras pienso en qué estarán haciendo. Issey probablemente se ha levantado para ir a buscar algo que comer, siempre se traga lo que compro y debo comprar más ¿no tiene casa? El maldito tiene dinero pero vienen a fastidiarme a mi como si fuéramos los mejores amigos del mundo. No le he comprado droga desde hace un mes y medio y, lo tengo encima mío como si le estuviera debiendo.

Y Dai...bueno, él no hace mucho que digamos.

Solo se queda ahí en un sitio, capaz y se queda dormido o, viendo su celular. La otra vez vi sin querer sus mensajes, tenía muchos sin revisar de chicas muy lindas y, el único que lo vi abrir fue el de un chico que le enviaba fotos de su cuerpo desnudo. ¿De verdad era gay o solo un mujeriego sin estandares como Issey? Porque no tenía pintas de serlo, él no tenía pintas de andar por el buen camino pero tampoco es que lo vea meterse cosas raras como hace Issey a veces. Lo máximo que lo he visto ha sido consumir cocaína una vez y terminó quedarse mirando la pared más de cincuenta minutos sin pestañear. Fue espeluznante.

Una vez listo, me puse algo de colonia y salí de mi habitación llevándome la sorpresa de mi puta vida.

—¡¿QUÉ DIABLOS HACEN EN MI MALDITO SOFÁ?! COCHINOS DE MIERDA —grité.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora