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ARIK

Abro mis ojos sintiendo el espacio a mi lado vacío por lo que busco con mi mano a Sora pero no lo veo en la cama. Enciendo la luz de la lámpara y suspiro aliviado cuando escucho el agua de la ducha.

Solo está en el baño.

Me digo, había tenido una pesadilla recién donde nada de mi relación con Sora era real y que él en verdad era hetero y estaba saliendo con una chica que se parecía mucho a Kira. Que espanto. Me asusté mucho.

—¿Estás bien? —él sale del baño tras apagar la luz de allí.

El agua se escurre por su cabello castaño mientras camina hacia el armario en busca de algo de ropa. La toalla blanca alrededor de su cintura me incita a quitársela.

—Sí, solo tuve un mal sueño —respondo, luego de tragar saliva con fuerza.

Siento mi garganta seca.

—Tal vez fue porque no cenaste nada antes de dormir, mamá suele decirme que acostarse sin haber comido nada da pesadillas.

Me acomodo mejor en la cama.

La sabana blanca me cubre la parte inferior de mi desnudez y me deleito ante la vista del cuerpo de Sora cuando se cambia frente a mi. Su cuerpo se ve más pálido que antes y, las marcas rojizas en su espalda, cuello y pecho se notan demasiado. Ocasionadas por mi, obvio. Me gusta que esté todo flacucho; su abdomen es totalmente plano y se le sobresalen un poco las costillas a los lados, no tiene gran trasero, sus piernas son delgadas y tiene un largo torso. Puede crecer más pero creo que se quedará de ese tamaño. Aún así es todo mío y me encanta porque él es perfecto.

—Sigo pensando en que le pudiste decir a mi madre para que te perdonara, esa mujer es una roca sólida —comenta, mientras se acerca de vuelta a la cama ya con su pijama puesta.

Me lanza mis boxers a la cara y me los pongo.

—¿No crees en que puedo ser encantador para convencer rápido a tus padres? —cuestiono, de forma burlona.

Sora se acomoda a mi lado y se gira para mirarme mientras recarga su brazo en la almohada para sostener su mejilla.

—De encantador sí que eres con esa carita tuya —sonríe de lado —Pero estamos hablando de mi madre, conozco a esa mujer y lo difícil que es llevarle la contraria sin tener represalias. En serio, una vez me encerró en el baño toda la tarde porque no quería bañarme y tenía como nueve años —añade.

Me río ante su anécdota.

Imaginarme a un pequeño Sora llorando porque no quiere bañarse mientras está encerrado en el baño y su madre muy tranquila afuera esperando a que se calle y lo haga, me resulta un poco gracioso y turbio. Pero gracioso.

—Solo le dije la verdad, que te amo mucho y que no pienso renunciar a ti por nada del mundo.

Sus mejillas se vuelven rojas al escucharme.

Es tan lindo.

—Por más genial que suene eso lo sigo dudando ¿qué le dijiste en verdad?

¿Que le dije?

Dudaría que la respuesta fuera a agradarle por lo que opto por sonreír y darle un corto beso en los labios.

—No hace falta saberlo, lo importante es que está todo resuelto.

—Sí, pero-

Vuelvo a besarlo para que deje de preguntar.

—¡Deja de evadir el tema! —se queja y me río.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora