KIRA
—¡Eres un grandísimo hijo de perra! —mi mano impacta con su rostro en una gran bofetada.
—¡Kira!
—¡¿Cómo te atreves a venir así de drogado a la fiesta de tu jodido novio?! ¡¿Eres idiota?!
—¡Oye! ¡Nada de violencia en mi casa! —le lancé una fulminante mirada al chico que había hablado, él volteó su cabeza silbando, inocente.—Estaré afuera.
—Kira, por favor, deja a Arik.
—No puedo creer que sigas con esta mierda después de lo que le pasó a Sora —escupo.
—¡Es un maldito vicio! ¡¿Que mierdas esperabas, Kira?! ¿Que lo deje de la noche a la mañana?
—¡Al menos haz el maldito esfuerzo de no acercarte a él así!
—¿Por qué? ¿Crees que le voy a dar a probar? ¿O sigues creyendo que fui yo el que le metio la cocaína?
—¡No me hagas...!
Él da un gran paso hacia mi mirándome con aquellos ojos negros inyectados de ira y frustración a pesar de aun estar bajo los efectos de la marihuana.
—No tienes ni puta idea de lo que tuve que pasar para terminar así, no te metas en mis asuntos. —se dio la vuelta para salir tras decir eso con mucha ira contenida. El salón se quedó en completo silencio y apreté mis manos en puños.
—No seas tan duro con él —un chico de cabello blanquecino se acerca a mi y chasqueo mi lengua.
—Y a ti que mierda te importa.
—Ven conmigo, vamos hablar —me indica, tras darle una rápida mirada a Heather y Fuka quien la primera estaba mirando muy mal al chico.
—Te cuidado con él, Kira —me advierte.
Asiento y salimos del salón caminando hacia un largo y ancho pasillo que había cerca. El chico se lleva las manos a los bolsillos de sus jeans de mezcillas rasgados y se recarga de la pared por lo cual lo imito cruzando mis brazos encima de mi pecho.
—Habla.
—Guao, relajate un poco, rubia. Este tema es un poco complicado ¿entiendes? Ni siquiera el rusito sabe que estoy al tanto de su situación, o sus secretos.
Eso capta mi interés.
—Te escucho entonces.—Así me gusta. Lo primero que debes saber es que no debería saber esto ni de decirte nada pero admito que soy chismoso y no me gustan los secretos —asiento —Bien, no vayas a golpearlo aún pero, el rusito planeaba desde un principio utilizar a tu amigo el principito —¿utilizar? levanto mis cejas —Ya sabes, quería follarselo y luego botarlo como perro sarnoso —añade.
Aprieto mis manos en puños.
—Sabía que ese maldito enano diabólico quería engañar a Sora —gruño.—Sí, esto es solo el inicio. Yo te sugiero también que investigues su nombre.
—¿El inicio? —cuestiono.
—Sí, te dije que es un poco complicado. El rusito tiene muchos secretos que yo sé y te voy a contar pero, a cambio no quiero que te entrometas entre su relación ¿entendido?
—¿Qué? Haré lo que quiera para proteger a mi amigo.
Bufa. —Aja, no lo dudo, pero no lo hagas, su relación es lo único...estable que lo mantiene cuerdo a Arik, él no está para nada bien y, no lo digo porque le venda drogas y eso, lo digo porque el maldito incluso podría-
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Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO*
Novela Juvenil(COMPLETA) Sora O'Connell cursaba su segundo año en el instituto cuando llegó un estudiante nuevo, él parecía ser inofensivo e ingenuo, vivía todo el tiempo distraído y en su mundo por lo que Sora no le vió nada malo al acercarse a él para que sean...