Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO*

43

SORA

Eran las cuatro y media cuando desperté, estaba en el departamento de Arik. Habíamos tenido una noche muy movida y agotados, nos quedamos dormidos. Al despertar él no estaba a mi lado, parece tener la costumbre de levantarse antes que yo o deambular en la madrugada. Presentía que algo pasaba con él, estaba muy pensativo últimamente, perdido en sus pensamientos y se irritaba con facilidad.

Quité las sábanas de mi cuerpo y me coloqué mi ropa interior y una camiseta.

El balcón de la habitación estaba abierto y la brisa fría entraba.

Me acerqué al ver a Arik allí, estaba fumando mientras contemplaba el vacío y la nada, su semblante era melancólico, casi triste. Me coloqué a su lado, mirándolo mientras él le daba una suave calada al cigarrillo entre sus dedos. El humo se quedo dentro de él unos largos segundo hasta que lo pudo expulsar y lo vi desintegrarse en el aire, perdiéndose entra la fria brisa del invierno.

—Dijiste que no fumabas cigarrillos —pronuncié.

Él no me miró, su cabeza se mantenía mirando hacia el frente en todo el momento.

—Hoy lo necesito —respondió, con voz ronca.

En ese momento pude observar bien sus ojos. Rojos e hinchados ¿Había estado llorando?

—¿Estás bien? —le pregunté, en tono bajo y cuidadoso.

—Sí...yo...solo estaba pensando en mi madre —contestó, bajando más el tono de su voz.

Asentí temiendo ser demasiado entrometido, se veía muy vulnerable mirando hacia la nada, fumando ese cigarrillo en su estado melancólico.

—Sora... —susurró, con el humo saliendo de su boca lentamente.

Entre abrí mis labios respirando calmandamente intentando que mi corazón no se acelerara mas de la cuenta.

—Sora —esta vez me miró, sus ojos rojos me observaron fijamente, con un toque frío en ellos —Si yo me fuera durante un tiempo ¿Me esperarías? —completó.

—¿A irte? ¿A dónde?

—Solo responde, ¿Me esperarías? —insistió.

—Pero, ¿por qué te irías? ¿cuanto tiempo? —volví a preguntar. Suspiró y, rascó su cabello suavemente haciendo que la brisa lo alborotara aun más.

—No, no, tranquilo. Solo era una pregunta, no iré a ningun lado —sonrió, algo triste.

Acorté la distancia entre nosotros abranzadolos, comencé a sentir más el frío en mi cuerpo. —Te esperaré siempre si prometes regresar a mi —respondí, para luego darle un beso en la mejilla.

—Eres un ángel, Sora.

Dejó el cigarrillo de lado y giró su cabeza para besarme.

—Ew —me alejé de él al sentir el sabor del cigarrillo en su boca —No me beses luego de fumarte eso, es asqueroso.

—¿Me estás diciendo asqueroso? ¿Mi propio novio cree que soy asqueroso? —cuestionó, fingiendo estar ofendido pero la sonrisa traviesa se cuela en sus labios.

—Sí, apestas —sonreí de lado.

Apagó el cigarrillo en la baranda del balcón y se giró hacia mi.

—Me amas así —sonrió.

—Volvamos adentro, Arik. No soporto el frío —tomé su brazo y lo arrastré hacia adentro cerrando las puertas del balcón después.