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SORA

Hoy es el baile de fin de curso.

Estaba en casa de Kira, justamente en su departamento. Tenía mucho tiempo que no pasaba por aquí porque él se la pasaba en casa de Nagisa quien, también estaba aquí conmigo. Lo estabamos ayudando a empacar sus cosas debido a que pensaba mudarse en un lugar mejor luego de enterarse que tenía que cuidar de su padre. El contexto entero aún no lo sé pero Kira no parece muy feliz de ser responsable de un adulto con problemas de bebida. Al final sigue siendo su padre y, a pesar de todo lo que pasó, todo lo que le ha hecho a Kira, puedo ver que no le guarda rencor. Kira puede seguir dolido y resentido pero sigue siendo su familia y, no lo va a dejar solo en este momento.

—¿Por qué tienes tantos libros de ejercicios mentales? —cuestiona Nagisa, mirando por debajo de la cama mientras saca un grupo de libros.

Voy quitando algunas fotografías de Kira con algunos de nosotros y las guardo muy bien en una caja junto a los otros retratos que tomé de la pequeña sala. Nagisa suelta un estornudo fuerte levantando el polvo del libro en sus manos y suelto una risita.

—No haz limpiado aquí desde hace tiempo —comenté, cerrando la caja para sellarla con cinta transparente.

—Sí, todo es un desastre —responde.

—¿A donde piensas mudarte ahora? —pregunta Nagisa, limpiando con un trapo los libros antes de meterlos en la caja y sellarla.

—Oigan, encontré un yogurt que se volvió una piedra ¿lo tiro? —Adam entra a la habitación y lo observamos confundidos.

—Obviamente —digo, riendo.

—Ah, bueno.

—Voy a tener que buscar un sitio lejos del área por el momento —contesta mi amigo rubio luego de que Adam vuelve a la cocina —El centro de rehabilitación para alcohólicos está a diez minutos de aquí —eso es bastante lejos incluso del departamento de Arik —. Por el momento no puedo obligarlo a que vaya porque soy menor de edad pero puedo intentar persuadirlo mientras tanto.

—No creo que pueda negarse a este punto —murmuro.

Kira suelta un suspiro.

—¡Lo siento! —dice Adam y entra a la habitación —Creo que debí tirar el yogurt al bote de basura y no por la ventana —emite, sacudiendo sus manos.

—¿Le diste a alguien? —pregunto.

—A un señor que iba pasando, le cayó en el hombro.

—Adam, por Dios... —Nagisa niega con su cabeza.

—Bueno, empezaré a llevar las cajas —dice Kira, levantando las más grandes y pesadas para salir con estás de la habitación.

—Anda muy decaído —digo, algo preocupado.

—Su padre no la está pasando muy bien que digamos y convivir con él ahora no creo que a Kira le haga mucha gracia —comenta el más bajo.

—¿Qué onda con el padre de Kira? —cuestiona Adam, interesado.

—Es alcohólico crónico —digo.

—Oh, que mal, mi tío es igual y mi padre lo encerró. Lleva unos tres años en eso —Nagisa me mira levantando una ceja y me encogo de hombros —Por cierto, Sora, ¿Sigues saliendo con Koslov? —pregunta y, asiento.

—A mi entender, sí.

—¿En serio? Ayer lo vi cargando su equipaje en un auto, bueno, supongo que era de él —contesta.

—¿Qué? —lo observo confuso.

—Pues eso, no quiero sonar chismoso o algo por el estilo porque no lo soy pero como me agradas creo que puedo decírtelo ¿no? —asiento —Pues sí lo vi, pasaba por allí con Levi y, Koslov estaba sacando un par de maletas de donde vive y las metió en un auto. Hablaba con unos tipos que parecían de la mafia y luego lo vi subirse al auto e irse.

No sé que responder.

Bajo mi cabeza a mi manos y pienso en sus palabras ¿será que también se está mudando? ¿y con tipos que parecen de la mafia? ¿guardaespaldas de nuevo? No logro entender bien todo esto. Y, recuerdo cuando me dijo que se iría de vuelta a rusia ¿no se habrá ido de verdad sin despedirse de mi, verdad? ¡¿Verdad?!

Eso me pone muy tenso.

Cuando Kira regresa por más cajas me llevo un pequeño susto cuando mi celular comienza a sonar. Lo saco de mi bolsillo y veo el nombre de Arik en la pantalla.

Me levanto tranquilamente y entro al baño poniendo seguro.

Respiro hondo antes de responder: —¿Bueno?

¿Donde estás? —pregunta y, frunzo el ceño.

—Ayudando a Kira a empacar sus cosas —respondo.

Cerca de su casa hay un pequeño parque, esperame allí que tenemos que hablar.

Cuelga y me quedo observando el celular estupefacto. Ni siquiera me ha dado tiempo de cuestionar porque quiere verme ahora y, suelto un gran suspiro antes de abrir la puerta y salir del baño.

—¿Estás bien? —me pregunta Nagisa y asiento confundido, todavía.

—Sí, Arik me ha llamado para que nos encontremos ahora pero, sonaba un poco raro —digo y, me paso una mano por el cabello.

—¿Koslov? —asiento —Bueno, supongo que terminaremos aquí nosotros, tu ve tranquilo —me dice.

Kira no dice nada y, me despido brevemente de ellos antes de salir del lugar.

Camino por la acera pensando, me lleno de preocupación al imaginarme que Arik me dirá que ya debe volver a rusia y me va a dejar. Tenerlo a tan lejana distancia me haría sentir muy triste porque lo extrañaría demasiado y, no sé cuando volverá. ¿Y si no regresa nunca? Tampoco me agrada la idea de una relación a distancia y, estoy seguro de que eso tampoco le agrada a Arik pero, si nuestro amor es fuerte creo...creo que puedo tolerarlo. Puedo esperar por él el tiempo que sea necesario.

Si dos personas se aman de verdad podrán soportar cualquier cosa ¿no?

Llego al lugar donde me dijo y lo veo a unos pocos metros, está solo. Camino con pasos inseguros y me planto detrás de él antes de tocar su brazo y hacer que se gire. En cuanto lo hace levanta sus cejas y sus ojos se achican ante la sonrisa que me dedica.

Solo es simple gesto me alivia muchísimo.

—Llegaste rápido —dice y, asiento agahando mi cabeza para que no note lo aliviado que estoy de la nada.

—¿De qué querías hablarme? —le pregunto, tímidamente.

—Más bien quería que fueras conmigo al centro comercial, a las siete comienza el baile de fin de curso ¿no? —asiento —Quiero comprarme un traje o algo decente para la ocasión —añade.

—¿Y quieres mi opinión en eso? —levanto mi cabeza alzando una ceja.

—Eres mi novio, Sora. Quiero todo de ti.

Eso me hace sonrojar y el ríe cubriendo su boca con su puño.

—Eres tan fácil de avergonzar —se burla.

—Es que eres un cursi de primera.

—Tú me haces cursi —acorta la distancia entre nosotros y besa la comisura de mis labios —Te amo, Sora. Recuerdalo siempre —me abraza. Paso mis brazos por su torso y hundo mi cara en su cuello notando el olor a vainilla que tiene encima. Es tan tierno.

—Tambien te amo, Arik.

—Bueno, hagamos esto rápido que son las tres y media.

Me da un corto y rápido beso en los labios antes de separarse de mi y, toma mi mano entrelazandola con la suya. Ese acto hace que me vuelva a sonrojar y sonría feliz mientras caminamos hacia el centro comercial.

Creo que todas mis dudas de antes se ha disipado.


Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora