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SORA

Me elevo unos pocos metros en la caliente agua para poder respirar debido a que mi nariz estaba debajo del agua. Estaba completamente solo en las aguas termales y, era de madrugada. Las cuatro y media para ser más específico. Aproveché que Arik estaba dormido para escabullirme y venir y, así despejar mi mente. Y porque el agua caliente me relajaba muchísimo.

Le estaba dando muchas vueltas al asunto.

Bien, lo tenía merecido ¿no? Pensaba en verme con alguien más que no era Arik ni mis amigos así que fui castigado por ello. Nada grave. Suponía que estaba bien, no debía hacerlo ni pensar en hacerlo. Solo tenía que tener ojos para Arik, para nadie más y así me evito molestarlo.

—¿Sora? —la voz de Nagisa capta mi atención.

Lo miro vagamente entre ido en mis pensamientos y consciente.

Él se mete al agua.

Debido a la poca luz casi no puedo verlo pero lo escucho acercarse y, sentarse hasta donde estoy por lo que me incorporo para sentarme mejor en el agua.

—No te vi desde que llegamos aquí —comienza a decir.

Quiere hacerme platica ahora.

No tengo mucha cabeza para eso, me duele y arde horrible todo el trasero y la espalda.

—Tenía mucho sueño —digo, en tono bajo.

—¿Durante dos días? —cuestiona en tono bromista y lo observo.

Nagisa es muy bonito.

Con su cabello más corto ahora no se si ve más femenino o como un chico pero igual le queda muy bien, su piel es muy blanca, casi rosacea, tiene labios delgados y rositas, un cuerpo delgaducho y pequeño. Parece una muñeca sin genero.

Lo única cosa que tenemos en común físicamente son nuestros ojos.

Ambos son celestes.

Pero los de él son más claros.

—Oye, ¿estás bien? —me pregunta colocando una mano en mi hombros.

Hasta sus manos son delicadas.

—Sí —respondo.

—Bien, te noto un poco pensativo ¿está todo bien con Arik? —miro a otra parte y digo:

—Sí.

—No suenas muy convencido —suspira —No quiero sonar entrometido en esto pero ¿seguro que todo está bien?

Asiento.

—A ver, mirame —su mano en mi mejilla gira mi rostro.

Me escanea entre cerrando sus ojos y arruga su nariz haciendo una mueca con sus finos labios.

—Estás algo triste... ¿Arik te dijo algo malo? Sospecho que tiene que mucho con él —alejo su mano de mi rostro despacio y suelto un suspiro.

—Esta bien, solo hice algo que no debía y él se enfadó, pero lo hemos arreglado —respondo, para restarle importancia al asunto.

—¿Qué hiciste?

—Yo...pensaba encontrarme con una chica en la tarde —me encojo de hombros.

—¿Una chica? ¿En que plan? —cuestiona.

—En ningún plan, solo se me hizo linda y agradable. Ibamos a jugar en el salón recreativo para pasar el rato porque Arik tenía mucho sueño pero...

—¿Él los vio? —dice y asiento.

—Se enojó creyendo que le iba a ser infiel —emito, sorbiendo mis nariz. Recargo mi cabeza del borde de piedra tras soltar otros suspiro.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora