Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO*

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SORA

—El ponche tiene alcohol —exclama Nagisa, oliendo el contenido de su vaso. Kira se lo quita de las manos y se lo toma rápidamente. Lo observamos fijamente por esto y él simplemente se da la vuelta para ir por más.

Me bebo de a poco el contenido que tengo en mi vaso plástico mientras Arik se acerca a mi para pasar un brazo por mi cintura.

—La música es deprimente —emite, arrugando la nariz.

—No es deprimente —digo.

—No bebas eso, tiene alcohol —me quita el vaso de la mano y le doy una filosa mirada —¡No aguantas el alcohol! —chilla y, revoleo mis ojos.

—¿Y qué voy a beber?

—Compré esto para ti —saca una pequeña lata de soda sabor limón y sonrío.

—Awwww, gracias.

Procede a abrazarme mientras Hanta y Fuka se acercan a nosotros.

—El ponche sabe raro —comenta mi amiga.

Miro hacia Hanta quien se apresura en quitarle el vaso a la castaña. —Tal vez no deberías beberlo —le sonríe de lado.

—¡Que alguien quite esa maldita música! —chilla un chico.

Una nueva canción comienza a sonar y Arik me arrastra a la pista improvisada con los demás, para bailar. No sé bailar muy bien que digamos pero al menos me divierto al tener a mi novio y mis amigos conmigo.

Y este es uno de esos momentos que no cambiaría por nada del mundo.

Hasta que sentí algo caliente descender por mi nariz y, tuve que salir corriendo al baño con la excusa de que me estaba meando. Me lavé el rostro muy bien y respiré hondo guardando la compostura, tranquilizandome para que no volviera a pasar.

Cuando salí del baño pasé por los salones donde uno en particular captó mi atención.

Más bien, unos sonidos raros.

Me asomé por la puerta y abrí grande mis ojos al verlos.

Allí se encontraban Dai y Vance. Follando.

No estaba muy sorprendido de verlos a ellos sino que, Vance estaba siendo follando por ese enano de ojos bicolores.

El rubio estaba inclinado en el escritorio mientras Dai estaba detrás de él, embistiendo lo. ¡Y era raro mirarlos! Dai era bajito pero supuse que no le gustaba ser domado por nadie ante esto ¡Eso era un poco gracioso! El cuerpo de Vance estaba haciendo mucho esfuerzo para que el otro pudiera alcanzarlo bien. Con razón tiene la cara tan roja y las manos apretadas fuertemente contra el borde del escritorio.

—¡M-Más rápido! —me tapé la boca cuando escuché los gemidos de Vance pidiéndole más. No puede ser...y tan hablador que es ese rubio teñido y también resultó ser gay.

—No voy hacerlo más rápido que me canso —le dijo Dai y presioné mis labios en una fina línea.

—¡Callate y hazlo!

—¡No me estés ordenando, estúpido mocoso! —golpeó su trasero con su mano abierta.

—¡Oye!

—Ay, ¿te dolió? —lo volvió hacer y levanté mis cejas.

—¡Claro que me dolió, idiota!

—Que bueno entonces.

Me aparté de allí riendo entre dientes. Volví al gimnasio y Kira se me acercó con rapidez.

—¿Dónde estabas? —me preguntó.