Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO*

28

SORA

—¿Qué mierda es esto? —cuestionó Adam, observando se el cuerpo mientras estaba disfrazado de Peter Pan.

—Te ves tan lindo —comenté con burla. Él se giró hacia mi con furia, echó su cabello hacia atrás dejando que el mechón color rojo se quedara en el frente.

—¿De qué vas tú? No vayas a ir a una esquina de la calle que te confunden fácil —grazno.

Abrí mi boca ante su insulto.

—Creo que no me veo tan mal —Kira se apareció, detrás de él estaba Nagisa quien le tomaba fotos con una sonrisa divertida.

—¡Por favor! Te ves espectacular ¿en cambio yo? ¿Qué diablos parezco? —vaya, este chico sí que se queja. Aunque yo también lo estaba haciendo hace un minuto. Los short verdes me ajustaban demasiado pero me veía muy bien.

—Me voy a quedar estéril en esta cosa —intenté aliviar la presión estirando el dobladillo en mis muslos pero era inútil.

—Yo creo que te ves muy sexy —rodé mis ojos ante la voz de Arik.

Él, como Nagisa, no estaba disfrazado.

—No empiecen con sus cochinadas —se quejó Adam, con una mueca de desagrado.

—Nadie ha dicho nada, relajate, Peter Pan.

—¡Ugh, odio esto!

Se dejó caer en una de las sillas con frustración. —Al menos a ti no te están aplastando las pelotas —comenté, intentando acomodarme el maldito short.

—Quitate el botón mejor, parece que saldrá disparado en algún momento.

—Joder, Sora, se te marca el pe-

—¡No lo digas! —chillé, escansalizado.

Kira se colocó a mi lado y, con un simplemente movimiento de sus dedos quitó el botón de mis shorts horribles color verdes. Mi estómago se alivió un poco y los sentí menos apretados.

—Mucho mejor —aunque los sentía demasiados cortos.

Espero que no se me marque tanto el miembro.

—Que bonito... —Arik me tomó una foto y lo miré mal.

—Borra eso ahora mismo.

Negó con su cabeza, una sonrisa de lado apareció en su rostro.

—¿Listos, chicos? —Mako apareció, ella fue la que hizo los disfraces. Se veía más estresada que de costumbre pero manteniendo una sonrisa amable en su cara.

—Sí, terminemos con esto que tengo cosas que hacer —dijo Adam, levantándose de la silla.

[...]

Seguía preguntándome porque demonios tenía que estar vestido así, yo era alto y me quedaba muy raro. No iba conmigo, por supuesto que no, pero, a los demás le divertía verme en esta situación y, por extraño que parezca y suene, las chicas no dejaban de mirarme y comentar cosas raras y obscenas. Locas.

—Lleva esto a la mesa dos —Mako me tendió la bandeja y la tomé a regañadientes. En cuanto salí casi todos se me quedaron viendo.

Malditos shorts de mierda.

—Aquí está su pedido —me incliné hacia adelante para dejarlo en la mesa cuando la maldita blusa del disfraz crujió y sentí un airecito en mi espalda.

Me incorporé rápidamente provocando que se rompiera de adelante ahora.

—Oh, genial —murmuré, con sarcasmo.