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Han pasado varios días desde la cena desastrosa con mis padres, ni siquiera puedo verlos a la cara, me siento muy avergonzado de que Arik no llegara y de que mamá se sintiera molesta y decepcionada de mi. Papá nunca dijo palabra alguna pero también noté que estaba molesto por todo. Sobretodo porque él cocinó.

Kira sigue sin hablarme y yo tampoco tengo ganas de hacerlo. Me siento muy triste con todo el asunto y no he parado de estar pendiente al móvil con la esperanza e ilusión de que mi novio mostrara señales de vida.

No he estado durmiendo bien tampoco.

Y para colmo, los examenes se acercan y tengo que estudiar. Será mejor que le diga a Fuka que me ayude.

Me levanto de mi asiento y salgo al pasillo, camino hacia el otro salón donde está mi amiga castaña y al llegar la encuentro hablando comodamente con Hanta, su novio; me aproximo a donde se encuentran luciendo calmado y tranquilo aunque creo que ya está al tanto de que Arik me dejó plantado a mi y mis padres. Suponía que Kira se lo había mencionado, no es alguien que le oculte este tipo de cosas a ella.

—Hola, Sora. Que sorpresa verte por aquí —me sonríe cuando me ubica.

—Quería saber si podíamos estudiar antes de que lleguen las clases intensivas y los exámenes —digo.

—Es una buena idea, podemos ir a un lugar muy bueno y tranquilo que encontré cerca de aquí —asiente y la imito.

—Genial —miro a Hanta ahora —¿Quieres ir tu también? —le pregunto, solo porque está junto a ella, la verdad es que no quiero que vaya pero si lo hace tampoco es que me importe mucho.

—No, yo...voy a estar algo ocupado resolviendo algunos líos —agita su mano para restarle importancia y asiento lentamente. Aliviado porque no quiero que vaya con nosotros.

—Bien.

—Oh, ¿quieres empezar hoy o...? —me pregunta.

—Cuando quieras —me encogo de hombros sin saber.

—Hoy comenzaremos entonces —vuelve a sonreír y, una vez mas, como si fuera un robot, solo asiento —Por cierto, Kira y tu no me habéis contado nada de como fue la cena con Arik y tus padres —me pongo un poco tenso.

—Bueno...me ha plantado y mamá no está muy feliz con eso que digamos —suspiro, mirando a otra parte mientras rasco mi nuca.

—Que horrible ¿y qué explicación te ha dicho Arik? —cuestiona.

—La verdad es que no lo he visto desde hace una semana —emito, en tono bajo, avergonzandome.

Fuka hace una expresión triste y fingo una sonrisa para aliviar un poco el ambiente.

—Igual...no importa tanto, me esperas a la salida hoy ¿vale?

—Vale.

Salgo de allí con rapidez luego de agitar un poco mi mano. Suspiro para mis adentro y saco nuevamente mi celular. Podría intentar llamarlo de nuevo pero se que no va a contestar aunque...¿y si esta vez lo hace? Tal vez finalmente se ha cansado de ignorarme y me responda así puedo dejar de sentirme tan mal y olvidado.

Bueno, no pierdo nada con intentar.

Me dirijo al baño más cercano y entro en uno de los pocos cubículos marcando su número.

Suena y suena...

Me pongo nervioso cuando finalmente contesta. Ha aceptado la llamada.

—¿Arik?

¿Buscas al rusito? —es la voz de Issey, que decepción.

—Sí, ¿está contigo? —no quiero escuchar que diga que sí esta con él, pensaré muchas cosas horribles como, que se esta drogando y por eso ha olvidado la cena con mis padres y a mi durante todo este tiempo, o que se ha ido por ahí con Issey y Dai y me ha terminado engañando con alguna chica o un chico, que...

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora