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ARIK

—¿Qué es esta mierda? —levanto la bolsita que Issey me ha pasado.

—Eso es mío —Dai me la arrebata. Tiene las manos suaves y los ojos hundidos con profundas ojeras, parece que no ha estado durmiendo nada bien.

—Cosas raras de él —el peliblanco se encoge de hombros sin prestarle mucha atención.

—Para su información, es lo mas sano que van a encontrar aquí —comienza a decir, con tono quejumbroso —. Leche en polvo —Issey y yo nos miramos un momento para luego estallar en risas.

—Tienes que estar bromeando —me seco las lágrimas que salen de mi ojos debido a la fuerte risa que me ataca haciendo que casi me atore con mi propia saliva por un corto segundo pero continuo riendo me escandalosamente aumentando la risa de Issey y, la vergüenza de Dai.

Él nos mira con enfado. —Es eso, la llevo encima al igual que colorante de fresa —gruñe.

—¿Por qué? —cuestiono.

—Me gusta.

Reímos mas fuerte.
—¡Igual que un niño!

—Con razón no crece —nos partimos de risa en el sofá.

—¡Eso no tiene nada que ver con que no crezca! —chilla.

Eso solo aumenta nuestro ataque de risa. —Es tan adorable.

—Deberías verlo teniendo sexo, tira unos gemidos mejor que las actrices porno —se burla Issey, mi risa se detiene justo cuando Dai le mete un puñetazo en la mejilla. El lugar se pone en silencio.

Me ha dejado de parecer gracioso de la nada.

—¿Qué dije? —se queja el más alto de todos.

—Eres el hijo de perra más grande de todo el miserable y maldito mundo —gruñe, con una feroz mirada que detona solo ira apesar del tono bajo con el que lo dijo.

Issey enarca una ceja. —Sabes que lo soy, cariño, no me lo repitas dos veces —eso solo aumenta la furia de Dai.

Espero que no rompan algo de valor con su pelea.

El pelinegro nunca ha sido de muchas palabras así que no me sorprende que se le tire encima para golpearlo de nuevo. Issey lanza un grito de horror cuando Dai le agarra los pelos blancos y los jala con tanta fuerza que creo que se los va a arrancar de un tirón. Puedo incluso escuchar como se le despreden, el pelinegro está totalmente rabioso de la nada. Parece un chihuahua.

—¡Yaaa... lo siento! —chilla, para que Dai lo deje pero este parece más iracundo. No lo va a soltar, está muy concentrando en intentar arrancarle la cabeza a Issey.

—¡Muerto te voy a dejar, imbécil!

—¡Koslov, ayudame! —me mira alarmado y levanto mis cejas.

—En peleas de dos no me meto.

—¡Maldito ruso! ¡Dai, ya dejame! —Issey se levanta y le mete un puñetazo al otro en la nariz. Eso no lo calma. La sangre comienza a salir de sus fosas nasales y de todas formas arremete contra el más grande de los tres; sus dilatados ojos se encuentran más abiertos de lo normal.

—¡Que te calmes, Dai!

Otro puñetazo.

El más bajo se queda unos segundos procesando el golpe en su boca pero veo más ira en sus bicolores ojos. Esto va para largo. Tomo un trago del vino a mi lado.

—Oye, no quiero pelear contigo y menos aquí así que calmate de una vez.

Dai aprovecha su guardia baja para meterle un puñetazo en el estómago haciendo que Issey se doble hacia adelante, abriendo su boca con sorpresa. Me levanto cuando pensaba arrojarle uno de los jarrones que venía con el departamento y que no pienso pagar si se rompe.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora