—Estare bien, Silvye.— Blaire la saluda con una mirada sonrisa de costado.
Su amiga aprieta sus labios y visualiza al morocho cerca de ella, por lo que no insiste más y la deja retirarse antes, aprovechando que dos profesores han faltado.
—Te veré luego.— Le guiña un ojo esperanzada en poder hablar con su amiga.
La pelirroja asiente y suspira a la vez.
Su cabeza explota de dolor, y aún más lo hace su estómago, pero sabe perfectamente que es lo que necesita para apagar ese dolor.
Es por eso que Silvye intentaba ayudarla, ya que sabía perfectamente que le sucedía.
—¿Problemas en el paraíso, muñeca?— Arden hace acto de presencia en su facultad con su ya tan conocida sonrisa "chula" de costado.
Blaire solo rueda los ojos y acomoda mejor su mochila. —No es buen momento, Arden.— Admite intentando sonar de forma relajada, pero no sucede.
Él sonríe.
—Con tu temperamento claramente nunca lo es.— Bromea.
—Hoy puede que sea en serio.— Murmura.
La conversación en el desayuno con su mejor amigo la dejo con un humor de perros.
—Vine a ver cómo estabas, muñequita, porque es parte de mi trabajo y no me voy a ir.— Sube sus hombros y vuelve a sonreír.
—Si insistís... ¿Que tal dormiste?— Sonríe, moviendo levemente su cabeza hacia un costado para intentar jugar el mismo juego al que él está acostumbrado.
Arden sonríe divertido.
Sabía perfectamente el juego que ella esta jugando y le gusta.
Después de todo Blaire tenía mucho de Arden.
—Podria haber sido mejor, pero fue mucho más grata que tu mañana seguro.— Le guiña un ojo coqueto.
Blaire bufa y comienza a caminar hacia la salida intentando perderlo de vista. —¿Me estás esperando?— Se queja arqueando sus cejas.
—¿Yo?— Suelta una carcajada señalándose.
—Eso parece.— Murmura.
—Ni de casualidad, muñeca, solo que una parte mía vive en vos, y no es muy difícil saber cómo es que te sentís.— Susurra en su oído causándole escalofríos.
Blaire traga saliva ante el tono de voz que erizó cada uno de sus cabellos.
—Eso es acoso.— Suelta acomodando su cabello e intentando ignorar a Arden.
Él solo sonríe. —Creeme que no tenes ni idea de cómo puedo acosarte, Blaire.— Sisea y sus ojos se tornan más oscuros.
La pelirroja relame sus labios y toma aire sin parar el paso.
—Estoy apurada, Arden, lamento no poder ser útil cómo conejillo de indias hoy, pero algunas personas tenemos que estudiar y trabajar.— Sonríe con falsedad.
—¿A dónde estás yendo exactamente?— La observa divertido.
Blaire rueda los ojos. —Lejos de tu existencia.— Sonríe pestañeando.
Y él se da el gusto de darle un repaso general sin ningún pudor por todo su cuerpo.
—¡No hace falta que mientas, muñequita!— Coloca sus manos en sus bolsillos.
—Solo quiero estar un rato sola...— Suelta algo molesta consigo misma.
—¿Tenés hambre, verdad?— Curiosea.

ESTÁS LEYENDO
El Hijo de Hades
FantasyToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...