—¿Y te pensas que es poco con todo lo que tuviste que pasar?— Sonríe mordiendo su labio inferior. —¡Creo qué bastante bien estás llevando la situación, Arden.— Bufa obvio.
Arden se lleva una mano a una de sus sienes para acariciar la misma. —¡No creí que toda esta mierda se convertiría en esto o qué trajera peores cosas con las qué seguir día a día!— Maldice. —¡Mi cabeza va a estallar, carajos!— Agrega frustrado.
Hakeem alza sus manos. —¡No te adjudiques esto, no te adjudiques la culpa de algo de lo que no la tenés, Arden, sos más fuerte qué eso, Y puede que te encuentres frustrado y confundido con toda la información que está rodando a tu alrededor!— Pide.
El semidiós aprieta sus labios sintiéndose impotente, y a la vez, muy avergonzado por la situación.
Es la primera vez que tiene miedo y pavor de esta forma tan indescifrable, sintiéndose completamente vulnerable ante cómo puede expresar sus sentimientos y cómo las emociones parecen estar consumiéndolo poco a poco.
—Pero seguís siendo un semidiós, el único, el hijo de Hades, y quién es capaz de poder con esto y mucho más, y no sólo por quién sos, si no por lo qué sos y como está forjada tu personalidad.— Puntualiza ante el silencio de Arden.
—¡No puedo no asustarme, y lo peor de todo es que no conozco sensación alguna sobre ese sentimiento, y eso es lo que más impotencia y enojo me genera, es algo que está fuera de mi control y que me impide mantener el orden de las cosas que suceden a mi alrededor!— Explica tragando saliva.
—Lo se.— Murmura.
—El problema es qué no se trata sólo de mí, se trata de Blaire, y si yo tengo estas dudas no me quiero imaginar todas las que tiene ella, y lo que me preocupa es no saber responder a cada una de las mismas.— Muerde su labio inferior.
Su amigo aprieta sus labios. —Estaras bien, Arden. Podemos con eso, somos demonios superiores y puede que no hayamos sido criados para recibir amor, pero en nuestra naturaleza está la idea del amor y de la unión con una sola persona para toda la eternidad, y no debe ser en vano.— Mueve su cabeza hacía un costado.
—Siento algo que nunca había sentido, Hakeem.— Baja la mirada.
—Esperanza.— Sonríe Hakeem, mencionando aquellas palabras en voz baja.
Arden alza su vista enfrentando sus ojos para con los de su mejor amigo, y luego parpadea comprendiendo la fuerza de esa única palabra.
—Estare contigo, cuídare de la roja, y de ese niño cuándo nazca, Arden, siempre protegeré tu linaje y te protegeré.— Afirma cuándo ve que él no vuelve a dirigirle la palabra.
—No quiero tu lealtad de guardian, quiero tu lealtad de amistad.— Exige alzando sus ojos, una vez más, hacia lo de él.
Hakeem sonríe, y su sonrisa se ensancha aún más cuando el semidiós hace aparecer un paquete de gomitas frente a sus ojos.
—Estaras bien, imbécil, deja de hacerte ideas en la cabeza que te prohíban disfrutar de lo que estás viviendo junto a ella.— Canturrea metiéndose tres gusanos de azúcar en su boca.
Arden infla su pecho al recordar que tiene a la chica, de la misma manera que se lo había dicho su oscuro más fiel.
Teniendo que admitir para sus adentros que no se podía dejar de llevar por el miedo y la inseguridad que le había generado la tradición de su padre y de Thomás, agregándole el detalle de la drenación que se había hecho a él mismo cuando todo ese momento pareció explotar en su interior.
—No me hagas hacer el ridículo.— Pide poniéndose de pie para acercarse hacia la ventana.
Hakeem sonríe con orgullo.
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El Hijo de Hades
FantasyToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...