54

8 2 0
                                    

—¡Buen trabajo, me encanta cuándo puedo presenciar estos momentos tan divertidos!— Thomas le guiña un ojo.

Arden moja sus labios. —¡Eran escoria, me da igual!— Demanda.

Viendo cómo Hakeem es el encargado de absorber cada partícula de su alma.

Se lo había ganado, y no había nada que pudiera hacer al respecto para no otorgarle ese privilegio, a pesar de que sabía que le podía llegar a estar generando algo de abstinencia.

—Era lo qué había que hacer, estoy orgulloso de vos.— Infla si pecho.

Arden mira a su padre y luego a Thomas. —Se qué esta tarde también tuviste que hacer un sacrificio, y te lo agradezco, ella no merece nada de esto.— Murmura alzando su barbilla.

Thomas, medio sonríe de costado.

—Tuve qué haberle echo caso a Hades, mucho tiempo atrás, probablemente hubiéramos evitado que él fuera así de fuerte.— Admite apenado.

Arden sonríe. —Si, Supongo que a veces tomamos malas decisiones.— La mira levemente de reojo.

Blaire alza la vista. Hades, poco a poco va deshaciendo el agarre de sus brazos y la deja en libertad, al darse cuenta de qué ella no se va a mover de su lugar.

—Recorda lo qué te dije, es importante qué lo tengas presente.— Murmura antes de alejarse de ella.

Ella traga saliva, lo mira pero no dice nada.

Acaba de revivir una y otra vez en su cabeza la cadena de desastres que se habían generado desde que salió del departamento del semidiós.

Todo había llevado su tiempo, y por sobre todas las cosas, sufrimiento por parte de ella.

Dolor, angustia y miedo.

Había estado verdaderamente aterrada cuándo Isaac la secuestró, más específicamente cuándo no podía sentir a Deaton.

Y ahora todo parecía ir conectado pieza por pieza, pero su cabe deja de pensar cuándo lo ve venir hacia ella.

—¿Estás bien?— Arden niega. —Quiero decir, específicamente si te duele algo. O si sentís algo raro en tu cuerpo, logró sacarte mucha sangre y lo más probable es qué puedas reponerte en unas horas.— Se aclara la garganta.

Ella se levanta parpadeando.

—Supongo qué la definición de bien no es algo que pueda aplicar ahora mismo para nada.— Infla su pecho.

—Lo se, y también supongo que tengo mucha responsabilidad respecto a lo que estás respondiendo.— Asiente cínico. —Tenia que hacerlo, y son muchas las razones que tengo.— Admite.

Ella se ríe.

—Crei escucharlas.— Se burla.

Arden muerde su labio inferior, recordando que había sonado algo posesivo para con la pelirroja.

—Muñeca... Lo nuestro, lo que pasó, tenemos que hablar, y sé que estás enojada por toda esta mierda, pero te necesito, te necesito Blaire, necesito qué confíes en mí, porqué esto me está destruyendo por dentro.— Hace una mueca.

No teniendo ni la menor idea de dónde es que saca el valor suficiente para decirle aquello frente a frente, teniendo en cuenta todas las personas qué pueden, o no, llegar a estar escuchando la conversacione entre los dos.

Blaire toma aire. —No voy a hablar de eso, no ahora.— Le deja en claro, inflando su pecho. —Y antes de qué lo preguntes no sé cuándo quiera que tengamos esa conversación puntual, necesito espacio.— Parpadea.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora