Blaire baja el teléfono y lo mantiene en su pecho.
Su corazón late cada vez a manera más apresurada.
Se siente fatal con lo que acaba de escuchar, y todavía no es capaz de poder en relacionar en su cabeza que todo aquello sea cierto y que esté ocurriendo en este momento.
Karim la necesita, y probablemente la estuvo necesitando durante todo este tiempo, mientras que ella seguía viviendo en su nube romántica y sexual con Arden.
Se culpa, se maldice, pero en definitiva, ahora, no tiene tiempo de pensar en eso, sólo puede pensar en que el demonio qué tiene frente a sus ojos mato a Josué, a alguien fundamental en el balance de la naturaleza.
A un humano.
—Tengo que irme.— Deja en claro.
Intentando no conectar su mirada con la de él.
—Muñeca...— Comienza.—¡No le hagas caso a aburridon, nosotros tenemos que hablar y es más importante lo que te tengo que decir!— Sisea.
Ella clava sus ojos en los de él, mostrándole su mirada más furiosa. —¡No me llames así!— Exclama.
Arden maldice cerrando los ojos por tan sólo unos instantes. —¡No podes ponerte así, por la llamada de aburridon, nosotros estábamos hablando, Blaire y es importante qué escuches lo qué tengo para decirte!— Alza sus manos.
En alguna forma cínica de pedir clemencia, o qué ella, primero se tome el tiempo de poder escucharlo.
Siente su corazón, siente cómo ella está ansiosa, preocupada y angustiada por todo, y lo peor de todo es qué siente su propio miedo, el miedo de Arden Abbot de perderla.
—¿Lo mataste?— Demanda la pregunta.
Él semidiós infla su pecho apretando sus labios. —Si.— Responde inmediatamente.
No va a mentir, jamás lo hizo y no lo hará por Blaire, claramente hay algo entre los dos, y por sobre todo, hay algo qué lo está consumiendo por completo al no poder admitir lo que le sucede con ella, por eso mismo cierra los ojos y cuándo los abre los mismos están negros.
—Yo lo mate.— Vuelve a reafirmar aquello.
Blaire se ríe.
Cínica.
Claramente.
—¿Y por eso me tragiste?— Exige saber.
—¿Que?— Arden bufa. —¡No!— Sisea.
Ella mueve su cabeza a un costado. —No puedo creerte.— Admite apretando sus labios.
Arden sabe, perfectamente, a lo qué se está refiriendo, lo qué está pasando, exactamente, ahora mismo por su cabeza. —No te mentí con su muerte, fui yo, y no tengo problema alguno de decirlo, pero necesito que me creas y te quedes, es importante.— Infla su pecho.
No pudiendo dejar de sentirse vulnerable frente a ella por estar suplicando porque se quede en su departamento y no vaya detrás del guardián de los humanos.
Jamás había suplicado por nada, y parecía ser que ese era su castigo divino, estar suplicando por la persona que lo traía completamente loco.
—¿Y no era qué tenías que hablar conmigo?— Se mofa, cruzándose de brazos.
Arden se acerca dos pasos. —Era verdad, yo tenía que hablar con vos y ahora mismo lo estábamos haciendo.— Alza sus manos señalando a su alrededor.
Ella se aleja, frunciendo su entrecejo al ver detrás de ellos y no encontrar a Seth por ningún lado. —Si, pero primero preferiste acostarte conmigo antes de decirme que Josué estaba muerto.— Se carajea observándolo incrédula.
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El Hijo de Hades
FantasíaToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...