El Hijo de Hades

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—¿Despertaste al demonio, lo sabes, verdad?— Hades sonríe cínico.

Thomas sonríe relamiendo sus labios. —Si, y es lo que había que hacer, tu hijo es demasiado orgulloso cómo para admitir que la ama.— Sisea rodeando los ojos. —Y alguien tenía que mover la aguja para que se dé cuenta de la situación.— Alza sus manos.

Hades sonríe, nuevamente.

—No muy diferente a nosotros.— Murmura.

El diablo suspira, haciendo una mueca con la mano para restarle importancia. —Ella tiene que dejar de ser virgen, y tu hijo no va a dejar de sufrir si no admite qué está enamorado de Blaire, entiendo qué no lo ibas a hacer vos, y tampoco estaba esperando que lo hicieras, porque no es fácil decirle eso a un hijo, menos a uno cómo el tuyo.— Relame sus labios. —Pero No me arrepiento de haberlo hecho y te aseguro que va a funcionar.— Infla su pecho observando pensativo hacia el frente.

Hades chasquea su lengua. —Pense que estarías furioso...— Niega.

Thomas suspira. —Hace mucho años deje de estarlo, y lo comprendí. Ellos tienen que estar juntos, necesitamos a ese nieto, Hades.— Arquea sus cejas. —Ademas ese chico es verdaderamente todo lo que tenemos, y lamento hablar a veces así de él, pero sabrás que realmente es mi favorito, y lo quiero cómo a un hijo.— Aprieta sus labios en una fina línea.

Hades baja la mirada.

—No lo podré ver muy seguido, así qué no sé si es lo que quiero, no digo qué no sea lo qué necesitamos, pero a veces me pongo un poco melancólico, Arden es todo para mí, es mi orgullo sin más.— Sonríe y le guiña un ojo.

Su amigo aprieta sus labios e infla su pecho.

—Para esa altura la chica podrá bajar, y lo podrás ver, cuántas veces quieras, incluso, creo qué no es impedimento subir de vez en cuando, no?— Le guiña un ojos.

Hades sonríe coqueto y asiente suspirando.

—Es que me preocupa.— Bufa.

Thomas lo mira obvio. —Se lo que es tener un hijo, Hades, se qué eso puede llegar a generar preocupación en vos, pero no confío en otro que no sea tu hijo, además de que tampoco tenemos muchas alternativa porque eso está escrito en nuestra Biblia y por más que quisiéramos que no funcionara esa Unión, no podríamos intervenir.— Remoja sus labios.

Hades sonríe cínico.

—Lo sé.— Sisea sonríendo. —Y no me molesta el hecho de que ellos tengan que estar juntos y que esa Unión tenga que darse, es más, creo que es todo lo contrario.— Sonríe levemente al admitir aquello.

Hades se pone de pie para ir por algo de beber, había estado la madrugada tapando los rastros de los destrozos en el departamento de Josué, y creía que ahora ambos se merecían poder distenderse un poco, hasta que volviera a empezar todo el descontrol que conllevaría la cacería que daría Arden a Issac.

—Quiero un nuevo guardián, hablé con ella, bueno en realidad le dije a Roath que hablara con el mensajero y le dejara en claro que iba a tomar cartas en el asunto.— Murmura acariciando una de sus cejas.

Hades asiente. —¿Será uno nuestro, o un humano, de nuevo?— Achina sus ojos.

Thomas Chasquea sus labios. —No confío en los humanos, quiero que sea uno nuestro, y le dí las razones suficientes cómo para que tenga que acceder.— Deja en claro.

Hades suelta una carcajada. —La incriminaste.— Asegura obvio.

—No podía hacer otra cosa, ella está metiendo la nariz dónde no le interesa, y comprendo que la niña es de importancia para ella, pero lo es porqué si la tiene me destruye, y eso no habla bien de Dios.— Thomas sube sus manos.