47

6 2 0
                                    

Arden suelta una maldición al escuchar a Deaton decirle aquello, aúnque, él, ya había sentido qué Blaire no estaba bien, pero había necesitado de un baño y la hierbas para poder recuperar la conciencia, ponerse fuerte y dejar a un lado su corazón roto.

Necesitaba a Blaire y no había nada ni nadie qué lo pudiera detener.

Siente que no puede respirar, qué el aire se le va de los pulmones, pero de un momento al otro intenta recobrar la cordura, ponerse firme al saber qué ella lo necesita, que no puede permitirse qué le pase nada a su peliroja favorita.

—"¡¡Arden, no te pierdas, tenés que estar concentrado!!"— Uno de los gemelos lo llama.

Él jadea el abrir los ojos, y encontrarse apoyado a la pared, con gotas de transpiración en su frente, agobiado, y perdido en su más profunda oscuridad.

Amaba a Blaire, y estaba enamorado de ella y no había que ser un genio para poder deducirlo, el problema colateral que estaba teniendo ahora mismo es que tenía que decírselo frente a frente, de otra forma, no tendría ninguna validez que él lo hubiera admitido para sí mismo.

Ella tenía que saberlo, de esa forma los dos podrían dejar de sufrir, teniendo en cuenta que para el semidiós era por demás vergonzoso sentirse de ese modo.

—¡Carajos, Hakeem hay que irnos!— Lo llama jadeando. —¡Blaire está en problemas!— Escupe dejando la toalla sobre la cama.

Siquiera se preocupa en preocuparse de qué su mejor amigo lo escuché, porque es más qué claro qué lo hace.

—"¡No lo siento, no siento a Deaton!"— Seth Murmura completamente temeroso.

Aún se encuentra bastante débil, pero estuvo todo este tiempo lo suficientemente activo como para estar al pendiente de ella.

—"¿Y ustedes?"— Sisea hacia los gemelos.

—"No, tampoco."— Murmuran al unísono.

Toma rápidamente su ropa para comenzar a vestirse, avanzando hacía la cocina, en dónde Hakeem lo espera frunciendo sus labios, con una botella transparente llena de agua y hiervas.

—¿Que clase de problemas?— Traga saliva al preguntar.

Jadea al ver a su amigo en aquellas fachas, sus ojos negros completamente y su rostro por demás pálido, ni hablar de su cabello blanco, habiendo cambiado, mientras qué se bañaba, de color.

Arden bufa, colocándose la remera, mientras qué Hakeem toma su chaqueta, la misma que tenía cuándo se encontró con la pelirroja por la mañana.

—Deaton, él está con ella y no sé qué le ocurre, no me habla, no puedo conectar con él, creo qué le hicieron algo.— Maldice tomando la botella y saliendo hacia el ascensor.

Hakeem frunce su entrecejo, necesita ponerse en contacto con Hades o Thomas para qué estén al corriente de lo que está sucediendo.

—La encontraremos, no puede estar muy lejos, lo qué me preocupa es qué ese Imbécil de Isaac conozca tu ubicacion y la estuviera esperando.— Su mejor amigo sentencia.

Arden golpea la esquina de la caja metálica.

Se encuentra perturbado y perdido.

Blaire lo odia, y todo es por culpa de aburridon, y ahora mismo también, parece que a ella le pasó algo y es por culpa de Karim, de igual modo, teniendo una excusa, nuevamente, para querer matarlo.

—Se que es él, pero el edificio no puede ser visible ante sus ojos, me encargue de eso desde hace muchos años atrás, pero lo más probablemente es qué ella hubiera ido caminando y de esa forma él la rastreo encontrandola a medio camino.— Frunce sus labios algo molesto.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora