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—¿Vamos por él, ahora?— Pregunta relamiendo sus labios.

La exitación en su cuerpo es enorme y no puede hacer más que mantenerse ansioso.

Arden, aprieta sus labios, juega con sus manos moviendo su cabeza de costado a costado, para luego, negar con la cabeza.

—Mañana a primera hora, cuándo vaya por Blaire, le saque a Seth y de ahí se vaya a la universidad.— Explica.

Pensando cada pequeña parte del detalle en su cabeza.

Hakeem alza sus manos y lo mira extrañado. —¡Pense que iríamos ahora!— Está extasiado. —¡Por favor, ese inútil tendrá un día más de respiro y no es justo!— Agrega mordiendo su labio inferior.

Arden le había regalo el alma de Josué y no podía estar más agradecido.

—Tengo que lidiar con otra cosa ahora, si nos concentramos en Issac no voy a poder dar todo de mi y quiero qué sufra.— Bufa rodeado los ojos.

Saliendo de la casa y encontrándose efectivamente, con su padre bebiendo un café de Starbucks, apoyado en la camioneta de Hakeem y al mismo diablo sonriendo algo cínico en dirección de ambos.

—Carajos.— Hakeem suspira.

—Estoy seguro de que también nos alegra verte, Hakeem.— Hades sonríe cínico.

Él guardián muerde su labio inferior negando con la cabeza y sonriendo. —Si, me alegra en verdad.— Murmura sincero, aúnque no puede dejar de pensar en qué los encontraron en el momento exacto.

Siendo inútil fingir que no estaban haciendo nada.

—¿Se divirtieron chicos?— El jefe relame sus labios.

Se muestra relajado y tranquilo, de todos modos, a Arden no le interesa cómo es qué se encuentra, porque no le interesa cómo es qué se podía llegar a tomar lo qué acaban de hacer.

Había echo lo necesario para encontrar respuestas por sus propios medios y estaba conforme con aquello.

—A decir verdad, me causó dolor de cabeza, porque este tipo de cosas me las tendrían qué facilitar ustedes.— Chasquea la lengua mirando directo a su jefe.

Él mismo sonríe.

—Te noto algo resentido, Arden y te aseguro que te decimos lo que podemos, incluso, es parte de esta misión ir dándote cuenta de los detalles más importantes y principales, si yo te digo qué tenés que acostarte con la chica para tener un maldito hijo, cómo está en los libros, a mí no me sirve, porque solo vas a estar pensando en eso.— Alza sus manos.

Hakeem jadea y abre sus ojos al escucharlo. —¡Que sutil!— Se mofa.

Hades suelta una carcajada. Y con un movimiento de mano, logra qué su café se duplique, dándole uno a Hakeem. —Para tu ansiedad.— Susurra bajo.

Él mismo lo recibe muy gustoso, preparado para la escena que viene ahora mismo a continuación.—Gracias.— Sonríe cínico.

Hades soles le guiña un ojo y luego ambos clavan sus miradas en Thomas y Arden.

Arden procesa cada una de esas palabras. —¿Y qué cambia que me lo digas ahora?— Suelta ronco.

Los dos más adultos se ríen al unísono.

—Que estás enamorado.— Responden, de la misma manera.

Hakeem casi escupe su café y Hades lo mira burlón. —Como si no lo supieras, ya, sos el único qué se lo estuvo diciendo en la cara durante todo este tiempo.— Se burla del guardián.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora