—¡Acá estás!— Hakeem tuerce los ojos al ver a su amigo en la cocina de su penthouse.
—¿Dónde más?— Murmura cansado.
Aún de mañana sus ojeras se notan bastante.
—¿En la casa la muñequita, quizás?— se burla de su amigo tomando asiento frente a él con una taza de café.
—¡¿Me estás siguiendo?!— Cuestiona molesto.
—¡Para nada!— Finge estar enojado de que él suponga que lo anda siguiendo.
—Hakeem.— Se queja pasando una mano por el puente de su nariz.
—¡Es mí trabajo!— Le recuerda subiendo sus manos.
—Si pudiera te despediria.— Sonríe irónico el más alto de ambos.
Hakeem sonríe orgulloso porque sabe que eso no sucederá.
Él es la realeza y no hay manera de que ande sin protección por el mundo.
—Buenos días.— Canturea divertido.
Arden rueda los ojos y termina sonriendo de costado. —Sentite como en tu casa.— Bromea al ver cómo Hakeem se comporta familiarizado con su penthouse y cocina.
—Eso intento. ¿Que pasó anoche?— Frunce sus labios ahora poniéndose serio.
—Lo de siempre.— Murmura ronco.
—Quizas necesite más información.— Bufa preocupado.
Arden chasquea la lengua. —Mala noche.— Murmura sin querer extenderse en el tema.
—¿Pero por qué fuiste con ella?— Sus cejas se tuercen ante la incertidumbre.
—No sabía que Seth podría mostrarle a ella cosas del pasado y lo que vi ayer lo vio ella al mismo tiempo.— Se queja frustrado.
—¿Tuvieron pesadillas compartidas?— Hakeem tuerce sus cejas.
Y mira como su amigo bebé aquel raro te de hierbas antes de su café.
—Si... Ella vio lo que yo estaba soñando.— Explica tragando saliva.
—¿Y cómo te diste cuenta?— Curioso lo mira.
Arden bebé el té con una mueca de asco. —Seth está dentro de ella, no fue difícil darme cuenta.— Responde molesto.
—¿Cómo se lo tomó?— Indaga.
El semidiós mueve su cabeza a un costado.
—Tuve que decirle que Seth es parte de mí alma.— Sube sus hombros. —Supongo que habrá pasado toda la madrugada investigando cómo es eso posible.— Sonríe irónico.
—Ya lo imagino.— También, sonrie su amigo.
—Fue vergonzoso.— Se queja enojado de haberse mostrado así delante de alguien como Blaire.
—¡Ella no es así!— Le recuerda Hakeem.
—¿Tanto la conoces?— Se ríe irónico.
Hakeem rueda los ojos y niega. —Solo digo.— Chasquea la lengua.
—Aja.— Murmura molesto.
Hakeem mira a su amigo y sus facciones, realmente no se ve muy bien, pero el te que está bebiendo lo ayuda a recomponerse y verse mucho mejor por fuera, cómo también por dentro.
—¿Se lo quitarás?— Frunce sus labios.
Arden niega con la cabeza. —Seth es en quién más confío de los cinco para esta tarea.— Admite.

ESTÁS LEYENDO
El Hijo de Hades
FantasíaToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...