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—Eso fue intenso.— Hakeem se pone de pie y aplaude observando a su alrededor.

—Y divertido.— Thomás agrega.

—¡Pero lo suficientemente motivador cómo para querer arrancarle el corazón la próxima vez que la vuelva a ver!— Agrega maldicioso.

Hades le sonríe con un guiño de ojo y toma asiento dónde se encontraba con anterioridad, pudiéndose servir de su propio trago haciendo que aparezca una botella de bourbon frente a sus ojos.

Si había algo que adoraba del mundo mundano era ese espacio que había creado su hijo para todos los de su especie.

Además, de que cuando podía darse una vuelta por aquel establecimiento siempre lo encontraba diferente, allornado a la época y haciéndolo sentir completamente orgulloso de todo lo que había sido capaz de conseguir Arden sin siquiera mencionar quién era en realidad.

—Esta desquiciada, y completamente desequilibrada, pero te aseguro que le dimos un gran susto, además de que terminó teniendo que afirmar el juramento.— Murmura Hades relajado.

Su hijo lo observa por unos instantes, y luego niega con la cabeza.

—¿Crees qué sea suficiente?— Arden toma la voz observando a Thomas.

Hakeem ocupa el lugar de Dios, a un lado de Hades, esperando a que este último le sirva un trago en un nuevo vaso.

El semidiós no esta a gusto con que su padre se quede allí y finja demencia de lo ocurrido entre los dos, de todos modos, ahora no es la prioridad de la conversación, y necesita aprovechar a que Thomás se encuentra allí, frente a él, para saciar sus dudas.

—Es una perra psicópata, y siempre lo fue.— Sonríe levemente de costado.

Incluso, hace un movimiento con la cabeza para que tome asiento a su lado, mientras que él se posiciona frente a su amigo aceptando la copa que él mismo le entrega.

Arden traga saliva y observa a su alrededor, volviendo a constatar que se encuentran por completo solos.

—Es sólo un trago.— Thomás señala la mesa y lo observa perspicaz.

Hakeem traga saliva observando a su mejor amigo, y teniendo la mayor de las precauciones para no hacer ningún gesto, o emitir ningún comentario, que pueda llegar a enojarlo.

—No voy a sentarme con ustedes a jugar a la familia feliz.— Sisea colocando sus ojos en blanco y manteniéndose de pie. —Suficiente con qué hoy me vi obligado a trabajar con ustedes.— Suspira.

Hakeem entrecierra los ojos, creyendo que esta habría sido una muy buena oportunidad para remendar las cosas entre los tres. Más aún si Blaire no se encontraba allí presente, y podían llegar a hablar de temas importantes, cómo era lo que había sucedido hace instantes.

—Nadie quiere fingir que somos una familia feliz, simplemente nos parece necesario tener esta conversación antes de que te encuentres con la roja.— Su padre es quién toma la delantera y le dice aquellas palabras.

Arden remoja sus labios pasando una mano por la comisura de los mismos, teniendo una intensa jaqueca y las más grandes ganas de mandar a todos al demonio.

—¿Que hay con Blaire?— Sisea ronco.

Thomás observa de reojo a su mejor amigo, y bebe de su trago, para luego alzar la vista hacia el semidiós.

—Ella tiene que saber para que tuviste esta reunión, y tiene que estar al pendiente de que cualquier clase de psicópata la puede llegar a querer acosar.— Le deja en claro.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora