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Arden infla su pecho, queriéndose golpear.

Es más qué claro qué no tiene demasiado tacto para con las mujeres y en este caso se preocupa respecto a eso, ya que la pelirroja es por demás importante para él y sabe perfectamente que su mujer no merece el mismo trato que las anteriores mujeres con las que pudo ver llegado a estar.

—¡Carajos, lo estoy arruinando todo!— Se maldice soltando un leve suspiro.

Blaire aprieta sus labios, mientras que sube levemente sus hombros, no queriéndole darle la razón, ya que le parece algo completamente injusto.

Debido a que sabe perfectamente que el peliblanco tiene un pasado y tiene que acostumbrarse al mismo, por más que no le guste, además de que ella fue la que empezó a querer indagar sobre qué era lo que los conectaba.

—Quizas el problema no sea cómo decís las cosas, porque ya sé que sos una persona que no tiene pelos en la lengua, y eso supongo que es algo que también me gusta de vos.— Muerde levemente su labio inferior.

Arden vuelve a negar con la cabeza y es ella quién alza una mano levemente para continuar hablando, evitando de esa forma, que él pueda llegar a decir algo con anterioridad.

—El problema es cómo me estoy tomando yo la situación, y si bien, esto es algo completamente nuevo para los dos.— Suspira negando.

—¿Si?— Arquea sus cejas, y hace un movimiento delicado con la mano para incentivarla a que siga hablando, ya que se había quedado completamente callada.

—A mi me está costando demasiado no poder mantener mis celos a un costado o ser objetiva en este tema.— Carraspea.

Y sus mejillas se tiñen de colorado inmediatamente al terminar de decir aquella frase.

Se siente una niña indefensa y no quiere quedar de esta manera frente a él, no después de todas las cosas que estuvieron haciendo en ese penthouse, y no después de todo lo que se dijeron a corazón abierto.

Arden se da cuenta inmediatamente de su incomodidad, y de cómo es que se está tomando las cosas, y lamentablemente, había indagado en su cabeza para poder entender un poco más el camino que estaba tomando la pelirroja al expresarse de esa forma para con él.

Por lo cuál, no hace más que volver a juntar sus manos para darle seguridad, y también siendo un pequeño gesto para llamar su atención y que sus ojos se queden viendo el uno al otro.

—Te amo, muñeca.— Suspira con pesadez.

—Lo sé.— Murmura bajando la mirada.

Desde que Hakeem había llegado al departamento que todo había cambiado entre los dos, y ahora había algo dentro de ella que no le permitía pensar las cosas con claridad.

Una ansiedad y angustia crecía desde lo más profundo de su corazón.

Y lo peor de todo es que se sentía cada vez más angustiada porque no sabía cómo controlar esa sensación de vacío en su cuerpo y de desconfianza latente.

—Me costó demasiado decirlo en voz alta y ahora no voy a evitarlo gritarlo a los cuatro vientos cada vez que tenga la posibilidad.— Achina sus ojos mirandola fijamente. —Lamento tener un pasado que puede llegar a impresionarte o que te puede llegar a incomodar, no es la idea, pero tampoco es la idea ocultarte algo que luego te puede llegar a dañar.— Traga saliva.

Blaire sonríe levemente y asiente con la cabeza, comprendiendo la perfección lo que él le está queriendo decir, de todos modos, sigue siendo lo mismo que ella está pensando.

—Lo se.— Susurra haciendo un leve puchero con sus labios.

Teniendo que ser completamente sincera al sentirse aliviada y reconfortada al sentir el toque de la yema de sus dedos acariciando su piel.

—No quiero que te cruces con un martes trece, cómo dicen los mundanos.— Sonríe levemente.

—Eso ya está pasando.— Responde burlona.

—Ella puede ser una completa perra, y es por eso mismo que trabajó con Isaac, con Josué y Karim para hacerte daño, y por más que ahora no pueda tocarte.— Coloca sus ojos en blanco.

Se arrepiente de inmediato de haber dicho aquella frase, porque no es cómo la quería decir.

—¡Justamente por eso no entiendo porque es que tenés que reunirte con ella y más cuando es ella misma la que solicita la reunión!— Alza sus manos observándolo.

—Lo que quiero decir es que en ese entonces tampoco te pudo hacer daño de manera directa, sino que siempre utilizó algo que te dañara de forma colateral, y en esta oportunidad ya no tiene esa opción.— Explica con un poco más de detalle. —Pero eso no significa qué su lengua viperina no puede llegar a lastimarte.— Remoja sus labios.

Blaire entre hambre y los suyos comprendiendo perfectamente hacia dónde es que se está dirigiendo el semidiós con aquel pequeño diálogo.

—Es una perra.— Frunce sus labios, teniendo que soltar eso desde lo más profundo de su pecho.

Arden mueve levemente su cabeza hacia un costado coincidiendo con las palabras de su mujer. —Si, es una zorra, no por nada es el Dios Todopoderoso.— Sonríe cínico.

Ella vuelve a inflar su pecho y asiente levemente. —¿Y cómo sabes que no nos puede hacer daño?— Cierra levemente sus ojos. —Nosotros se supone que vamos a procrear algo que a ella no le conviene.— Susurra.

Y su voz se apaga a cada palabra qué va diciendo.

Arden niega con intensidad, saltando sus manos y subiendo las mismas hacia sus mejillas, no pudiendo evitar robarle un beso de sus suaves labios rosados. —Jamas dudes de qué te voy a proteger con mi vida, y para alguíen inmortal eso te aseguro que significa demasiado.— Susurra a punto de volver a darle otro beso.

Blaire cierra los ojos levemente soltando una pequeña lágrima que cae por su mejilla, llegando hacia el pulgar del semidiós.

—No tengas miedo de lo que puede llegar a pasar, nada nos va a lastimar, ni siquiera una psicópata con aires de grandeza, te lo prometo.— La observa pada qué le crea. —Sos mi prioridad, y no solamente los dos desde que me pusieron esa misión, los sos desde el momento en el que tocaste mi alma y mi corazón cómo ninguna otra persona lo supo hacer.— Agrega.

Ella suspira y moja sus labios. —Lo se.— Susurra delicadamente.

Arden siente una opresión en su pecho queriendo hacer hasta lo imposible para quitarle ese dolor y esa incertidumbre que recorre su cuerpo y su cabeza desde que se enteró de que ella quiere una reunión con él.

—Si te digo todo esto es porque quiero que estés preparada, porque sé que sos fuerte, y porque no solamente estamos entrenando cuerpo a cuerpo, sino que también te voy a entrenar de forma mental para que no permitas que nadie ingrese a tu cabeza y te consuma.— Demanda, tomando un tono mucho más serio que alerta a la pelirroja.

No está bromeando, Arden está demostrando que va a cuidar a su familia, y por más que por el momento sean solamente ellos dos, Eso no significa que ella no sea lo más importante que tiene.

—Gracias, y lamento comportarme cómo una chiquilla asustadiza o celosa.— Sonríe levemente. —Me siento completamente histérica y extraña respecto a todo esto que nos está pasando, y creo que no necesitas leer mi cabeza para darte cuenta de que a veces son cosas que no puedo manejar.— Admite titubeante.

Él sonríe de la misma manera queriendo alivianar la situación, y no hace más que abrazarla y acurrucarla contra su pecho.

—Es todo demasiado nuevo para los dos, muñeca, y creo que vamos a ir aprendiendo en el transcurso del tiempo.— Susurra en su cuello.

Cosa que hace que Blaire cierre sus ojos y pase sus brazos por detrás de su espalda sintiéndose completamente a gusto y segura.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora