—Te traje algo que te mantendrá despierto.— Hakeem sonríe dejando una bolsa de gomitas y dos vasos de café descartables.
Arden sonríe burlón al verlo. —A veces creo que sos mas hijos de Hades que yo.— Rueda los ojos pasando ambas manos por su cabello.
Ambos se encuentran en la enorme biblioteca que posee Arden en su penthouse.
Habían pasado lo que restaba de la madrugada investigando sobre quién podía estar ocultando a quién se suponía era su medio hermano.
Ahora que sabia su nombre estaba dispuesto a ir por todo para encontrarlo, pero su historia no estaba en ningún libro. Aquello parecía una búsqueda suicida y Arden estaba por perder los estribos de leer tanto en poco tiempo.
—¡Si, bueno, se podría decir que pase bastante tiempo bajo su influencia!— Acota risueño.
Arden mira el café. —Ni lo digas, son cómo dos imanes cuándo se encuentran.— Murmura.
Sabiendo que su padre lo llevo por varios malos caminos a su mejor amigo.
—Toma algo, te hará bien tener el cuerpo caliente y pensaremos mejor, además de que ya no te quedan muchas hierbas.— Le guiña un ojo.
Mira su reloj pulsera y frunce su entrecejo. —¡No tenía idea de la hora, no estoy consiguiendo nada con esta porquería!— Se queja.
Hakeem sonríe tomando asiento frente a él para seguir con la búsqueda. —Lo sé, es por eso que necesitas relajar un poco los ojos, a pesar de que creas que no lo necesitas, y después de que tomes este café lee esto.— Señala con su vaso en una mano y el libro en la otra.
Arden lo toma, bastante molesto y frustrado por cómo iba la búsqueda hasta el momento, en otra etapa de su vida, probablemente, hubiera salido a cazar a cualquier persona que se le pusiera enfrente, con tan sólo conseguir la información que necesitaba.
Algo muy similar a lo que había hecho con el aquelarre de brujas, no obstante, tratándose de un caso tan especial cómo la pelirroja que no lograba sacarse de su cabeza, tenía que tener en consideración varios aspectos y ante todo no llamar poderosamente la atención, pero no solo de los individuos a su alrededor, sino más puntualmente de Blaire.
Había algo qué lo estaba molestando de manera interna, y era la forma en la que se empezaba a replantear las cosas antes de hacerlas, tan solo por el simple hecho de ponerse a pensar que es lo que pensaría ella si lo viera en esa situación.
—Espero sea importante, porque si no te voy a arrancar la cabeza a vos también.— Bufa.
Hakeem sonríe haciendo una extraña combinación de colocar algunos gusanitos ácidos en su boca y luego tomar un sorbo de café.
—Lee, y después me decís si te estoy haciendo perder el tiempo o no.— Insiste.
El semidiós no hace más que colocar sus ojos en blanco y a sentir con la cabeza, para echarle un vistazo a lo que le quiere mostrar su mejor amigo.
—"El guardián tiene la obligación de proteger a los humanos de los seres sobre naturales, manteniendo así el balance de la naturaleza."—
Frunce de sus labios estando completamente confundido ante la idea de lo que esa estúpida frase significa.
Y puede que también se deba al cansancio corporal que siente de que ahora ya nada tiene sentido de leer, y no le encuentra una respuesta concisa a lo que está buscando en realidad.
—¿Y eso que?— Tuerce sus cejas.
Hakeem suelta una carcajada graciosa destinada hacia su mejor amigo, era obvio que este último no iba a poner de su mayor esfuerzo para comprender dicha frase.
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El Hijo de Hades
FantasyToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...