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—¿Qué es lo que hiciste idiota?— Los gemelos avanzan hacía él.

Blaire parpadea e infla su pecho, cualquier otra emoción que tuviera recorriendo su cuerpo hace instantes había desaparecido cómo si por arte de magia se tratara en cuanto vio al pequeño Arden jadeando con sus manos en el suelo.

Teniendo que admitir qué era su favorito el que siempre tendría una pequeña debilidad por él, tan sólo por ser el pequeño.

—No puedo... No puedo respirar. No tengo... No tengo aire.— Tiembla alzando sus ojos amarillos hacia los tres, en especial a los gemelos.

Esperando qué lo comprendan, ya que ambos están sintiendo lo mismo en estos momentos.

—¡Seth!— Blaire lo llama angustiada por lo pálido que luce. —¡¿Que le está ocurriendo?!— Sus ojos se vuelven cristalinos apenas lo tiene entre sus brazos.

—¡Tranquila, muñequita, él estará bien!— Ambos gemelos lo colocan en uno de los sillones, mientras que el pequeño no hace más que entre abrir sus labios intentando poder respirar de la manera correcta, teniendo en cuenta que el aire no llega a sus pulmones.

—¡¿Pueden dejar de mentir y de aminorizar todas las cosas?! ¿No se dan cuenta de que no está para nada bien?— Se queja frunciendo su entrecejo.

Ambos gemelos se observan el uno al otro y es Thor quién pasa una mano por la comisura de sus labios. —No estamos aminorizando la situación porque no nos interesa, sino que lo hacemos para que no te preocupes porque sabemos que va a estar bien.— Explica moviendo su cabeza levemente de costado para intentar convencerla.

—¿Que ocurre?— Cuestiona colocándose delante de él de rodillas.

Los gemelos se observan negando con la cabeza, sabiendo que no tienen otra alternativa que decirle la verdad.

De esa manera, será la única alternativa que podrá tener la pelirroja para ayudar al pequeño oscuro hasta que llegue su propio dueño.

—¿Que es lo qué ocurre, Seth?— Indaga directamente hacia él al no obtener respuesta por los demás.

Su corazón se arruga por completo al verlo de esa manera, teniendo que admitir que probablemente fuera uno de sus favoritos.

No sabía si era porque había sido el primero en estar dentro de ella, o porque solo se trataba de un niño al que los demás marginaban y maltrataban, incluso, se asombra de cómo es que los gemelos lo están tratando, cómo en aquella especie de protección para con el, en la que no lo hicieron sentir en ningún momento incómodo o de manera sobradora.

—Arden está drenando su propia sangre, se está limpiando por completo, y este estúpido niño no tendría por qué haber salido de su cuerpo en cuánto eso estuviera pasando, sólo lo hizo porque estaba asustado y creyó que si salía del cuerpo podía llegar a sentir menos dolor.— Maldice entre cerrando sus ojos el mayor. —Solo es un mocoso asustadizo que no aguanta el dolor.— Recalca.

Blaire entre abre sus labios y los vuelve a cerrar, no teniendo que ser muy inteligente para relacionar que ellos la habían besado de esa manera tan avasallante tan sólo para dejar de sentir ese dolor, y concentrarse en otra cosa que no fuera el sufrimiento que estaba sintiendo ahora mismo el pequeño, cabía destacar que al ser adultos tenían mucha mejor resistencia que Seth.

Y es por eso mismo que ella no los había visto revolcarse en el suelo o agarrarse el pecho de la manera en la que se la estaba agarrando el pequeño oscuro.

—¡Pero ¿Que?!— Arquea sus cejas. —¿Por qué está haciendo esa estupidez?— Su labio tiembla al preguntar.

No puede entender cómo es qué Arden puede estar haciendo una cosa así, y tampoco comprende la finalidad de que esté drenando su propia sangre, claro está que los gemelos tampoco lo están explicando con puntos y comas porque está haciendo aquello y que no está drenando por completo todos sus fluidos hasta quedarse sin nada en sus venas, lo que está haciendo es limpiarse, de alguna manera, de la misma sangre que compartía para con Isaac.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora