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—¡Eso dolió, idiota!— El gemelo se aleja al ver su mano levemente colorada.

Siendo la única manera que podía llegar a tener el guardián para corroborar que sus palabras eran verídicas.

Hakeem se da media vuelta para enfrentarse a Blaire. —Estan diciendo la verdad, Arden está resolviendo unos asuntos acá abajo, y cree qué querés irte temprano, por eso los trajo.— Admite alzando sus manos.

Pareciéndole sumamente extraño que su mejor amigo hubiera accedido a dejarle los gemelos a Blaire sin su sola presencia, ya que era más que claro que él no podría estar presente en dicha conversación.

—¿Cree?— Arquea sus cejas incrédula.

A lo qué Hakeem no hace más que colocar sus ojos en blanco, pensando para sus adentros que su amigo está evadiendo a la pelirroja.

Había sido demasiado duro verla en el shock al haber terminado de hablar con Deaton, y es por eso que lo más probable es que se sintiera rechazado por parte de Blaire y no quisiera cruzarse con ella hasta que la misma cambiara de opinión sobre su persona.

—Si.— Murmura mordiendo su labio inferior.

—O te está evitando.— Hablan los gemelos.

Hakeem maldice en su dirección, clavando sus ojos en los de ellos con gran enfado.

—¿Que?— Se queja uno de ellos. —¡La esta evitando, Hakeem! ¡Todos lo sabemos y hasta muñequita deberia de darse cuenta!— Sonríe maldicioso.

Blaire arruga su entrecejo confundida. —¿Evitando?— Titubea.

Aquello había logrado formar un hueco en su pecho, sin saber el motivo específico por el cuál se siente de esa forma.

—¡¿Arden me está evitando?!— Sus ojos se cristalizan poco a poco.

Los gemelos tragan saliva, verla así no era parte de su plan, y se sentían unos idiotas al haber haber abierto sus bocotas de aquella manera, sin llegar a pensar que ella podría llegar a tomárselo de esa manera.

Hakeem se pone delante de los gemelos. —Ignoralos, Arden y yo hacemos eso. Si no cada cosa que escuchas de ellos será tortuosa y dolorosa, no te olvides qué son prácticamente demonios adolescentes, y si ya un adolescente es un dolor en el trasero, no te queres imaginar uno qué es demonio y por doble partida.— Le aconseja con un guiño de ojo.

Blaire suspira, pasando una mano por una de sus cejas.

Haciendo que todos se percaten de qué todavía lleva algunos moretones en su cuerpo, que irán sanando en el transcurso del día.

—¿Entonces hablaré con ellos, ahora y luego ya está?— Traga saliva.

—Si, bonita.— Murmura al unisono.

Halen cierra los ojos conteniendo las ganas de ahorcarlos qué tiene.

Conociendo perfectamente que cuenta con el permiso de su mejor amigo para hacer aquello.

—¡Par de idiotas, mantengan sus manos alejadas de ella y cuiden su jodido vocabulario, iré a ayudar a Arden con lo qué sea qué esté haciendo y para cuándo vuelva espero ver sólo a Blaire!— Sisea con sus mismos ojos amarillos amenazantes.

Blaire muerde su labio inferior. —¿Te irás?— Parpadea.

Hakeem se acerca hacia ella. —No puedo quedarme con ellos. Es algo privado qué tienen qué hablar entre los tres, o cuatro, suponiendo qué Arden este acá.— Explica. —Quedarme no está bien, lo siento, roja.— Aprieta sus labios apenado.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora