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Arden niega con la cabeza queriéndole restar importancia a la situación.

No es porque no quisiera mostrarse débil frente a ella, era porque eso había pasado, y pudiera ser que la pelirroja lo tuviera demasiado fresco en su cabeza tan solo por las conversaciones que había tenido para con sus oscuros, pero Arden ya lo había resuelto en su interior desde hace muchísimo tiempo.

—¡No estoy dañado, muñeca. Y vos nunca tuviste la culpa de ningún daño que se me generó a mí!— Exclama, colocando las manos en la mesa para demostrarle que está hablando de verdad.

—Arden...— Lo llama obvia.

Él niega. —Si hay alguien con quien estoy furioso y frustrado es para con Hades, teníamos una relación que no se puede describir con palabras en estos momentos y es por eso mismo el enojo para con él y para cómo se manejó con toda esta situación.— Comienza a explicar delicadamente.

Ya todo estaba dicho y hecho y era el momento en el que él podía demostrarle que quería ser sincero para con ella y que no tenía nada que ocultarla.

Es por eso que se pone un poco más recto en la barra de la cocina, en la cual están hablando, y la observa fijamente a los ojos, para demostrarle que no tiene por qué ocultarle nada y que no va a mentir al respecto de todo lo que le diga de ahora en adelante.

—¡Yo sabía muy bien cuál era mi misión y mi trabajo, y ellos me tomaron el pelo tan sólo para jugar con la estúpida Biblia y con todo lo que eso significaba!— Agrega frustrado. —Tienen sus absurdas reglas de qué todo tiene que darse de manera armoniosa y no hay que adelantar los lapsos de los tiempos, algo que me parece una completa idiotez, si yo hubiera sabido quién eras desde el momento cero en el que se me encomendó la misión, hubiera sacado a Karim de tu camino de forma inmediata.— Admite alzando su barbilla.

Blaire traga saliva.

Karim, un tema del que todavía no sabía si estaba segura de que quería hablar, tenía demasiado sentimientos encontrados para quien había sido su mejor amigo, y todavía no podía referirse a él de otra manera que no fuera esa.

Estaba dolida y esperaba qué pudiera haber una forma de que todo ese dolor no se transformara en odio y pudiera seguir teniendo la imagen que tenía de él, a pesar de lo que había hecho.

Ya no había vuelta atrás al respecto y es por eso que no quería quedarse con las cosas en el tintero, planteándose la misma pregunta una y otra vez de por qué no había acudido a ella cuando Isaac se presentó con aquella estúpida idea de que si lo ayudaba podía llegar a conseguir lo que él quería.

—Supongo que sí hubiera sabido las cosas, alguna otra persona nos hubiera querido hacer daño de la misma manera, y si no era Karim, sería otro.— Frunce sus labios subiendo sus hombros.

Arden sonríe con maldad y muestra sus ojos levemente rojizos. —Eso es lo que no comprendes, muñeca, yo no hubiera permitido que nadie se te acercara si sabía que eras la persona que estaba destinada a estar junto a mí.— Sentencia ronco.

En una pequeña forma de darle una advertencia de que de ahora en adelante no le perdería el ojo por ninguna manera.

Blaire baja la mirada acomodando un mechón rebelde de su cabello al sentirse intimidada por sus palabras, y al mismo tiempo cuidada y sobreprotegida, algo que no le había estado pasando desde hace mucho tiempo y había estado experimentando este sentimiento únicamente para con Arden.

—Tu padre no parece una persona que esté muy dispuesta a aceptar un rechazo de tu parte.— Cambia de tema, volviendo al anterior.

Ya qué le conviene, debido a que este tema que están hablando en puntual ahora le incomoda por completo y la hace ruborizar hasta el último tramo de su piel.

El Hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora