—¿Ahora?— Blaire relame sus labios al observar cómo Arden la sube sin esfuerzo a la isla de la cocina.
Y él se acomoda entre sus piernas, ayudándola para comenzar a desnudarse de la parte de abajo, aúnque, no fue mucho esfuerzo, Blaire llevaba su camisa y solamente su ropa interior, ya qué terminaba de darse un baño.
—Acostada, hermosa.— Sonríe relamiendo sus labios.
Blaire abre sus labios y los vuelve a cerrar haciéndole caso, esta excitada por la situación misma, acostada, piernas abiertas, y aquella sensación escalofriante de qué Arden le estuviera observando todo su centro con aquella posesión.
Sin tocarla, fue acercando su boca a su pubis, y allí mismo es cuándo la pelirroja pudo sentir su respiración caliente en su piel, el desgraciado disfruta cocinándole la cabeza con lo que le haría o dejaría de hacer en esos momentos, y ella se lo había ganado.
Había estado todo el tiempo coqueteando para con él y mostrando su lado más sensual, y no había forma de que el demonio no aceptará aquella invitación.
De pronto sus labios se posaron sobre su clítoris, succionandolo suavemente, sintiendo, ella, cómo su vulva se lubricaba tanto que sus flujos empezaron a caer por sus cachetes y su ano, llegando a comprender porque es que el peliblanco la quería recostada sobre la isla de la cocina.
Arden la esta volviendo loca, llegando hacia sus instintos más básicos de dominación y de querer enseñarle cada uno de sus trucos. Y es por eso qué continúa bajando con su boca y apenas mordiendo sus labios vaginales, juega con ellos y con Blaire, los separa y pasa su lengua, sopla lentamente y sonríe con sus labios sobre los labios bajos de Blaire, adorando su escencia y lo suave y deliciosa qué es su mujer.
Apenas apoya su lengua en la entrada de su vagina, la pelirroja tiene un orgasmo y se estremece por completo.
—Uno.— Arden sisea ronco.
Para luego darle una hermosa lamida saboreando sus flujos, Blaire jadea y alza su cabeza para poder verlo.
—Voy a contar lo qué dure mi pre almuerzo, muñeca.— Le hace saber.
Sin dejar qué ella responda, volviendo a su clítoris, mordiendolo suavemente, al mismo tiempo qué lo succiona con una habilidad qué Blaire jamás podría llegar a encontrar palabras para describir.
Pero si, qué la hacían sentirse por demás afortunada.
—Arden...— Titubea ante su trabajo.
Está destruyéndola por completo, llevándolo a su extremo más delicioso y pervertido, golpeando con su lengua en su clítoris, sin dejar de morderlo.
Logra volver a alzar su cabeza y observarlo, él tiene sus ojos clavados en ella, rojos de excitación, y ella, tendida sobre aquella superficie fría, gozando sin parar, sin poder prevenir qué estaba llegando su segundo orgasmo.
—Dos.— Demanda risueño.
Está disfrutando tanto aquello, qué la comida quedó en segundo plano, y nada le importa más qué llevar a su mujer al infierno y al cielo a la vez.
Lo mejor de todo es la reacción qué tiene la pelirroja entre sus manos, y cómo es qué cada uno de sus toques la hacen temblar.
No hay más perfección para Arden qué aquello.
Blaire, fuera de su zona de confort, no puede contenerse ante cada una de aquellas sensaciones qué él semidiós le está regalando y es por eso qué comienza a apretar delicadamente sus pechos por sobre la camisa. Arden observa aquel gesto con una sonrisa maldiciosa en su rostro, y a pesar de querer colgarse de sus pezones, vuelve a sus labios.
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El Hijo de Hades
FantasyToda tu fe en la humanidad no bastará si subestimas a quién tienes enfrente. Únete a esta historia de Blaire Morel y Arden Abbot en donde ambos aprenderán del otro sin darse cuenta hasta que sea demasiado tarde como para evitarlo. 💎 Portada increíb...