ST - Capítulo 66

203 25 1
                                    


Otra vez desperté antes que él, bajé a la cocina y le preparé el desayuno, aunque por la hora que era, más bien debía llamarlo almuerzo. Tomé una rosa del arreglo que había en la mesa del comedor y en las escaleras me topé con mis papás, vi como mi madre se conmovía ante mi gesto para con Erick, mi padre me palmeó y me dijo que lo invitara a pasar las fiestas decembrinas con nosotros, les di un beso a ambos y terminé de subir.

El aún dormía, miré el reloj y teníamos que estar en dos horas en el aeropuerto, así que lo desperté, acariciándole el rostro con la rosa, me sonrió sin abrir los ojos, entonces lo besé en los labios y le dije que ya era hora de levantarse, que el desayuno ya estaba listo, se enderezó y miró sorprendido la charola, que coloqué sobre sus piernas. Desayunamos mientras comentábamos sobre la boda y después nos alistamos para regresar a Suecia. En la sala nos encontramos a Emanuel junto a su esposa que miraban televisión y nos comentaron que se quedarían ahí el resto de la semana, así que nos llevaron al aeropuerto, nos despedimos dándoles un abrazo y Erick le recomendó a su ahora cuñada que se cuidara mucho.

En el avión le comuniqué a Erick sobre la invitación de mi padre, pero le dije que no había problema si iba a pasar esas fechas con sus padres y me dijo que no lo tenía planeado, que lo más probable es que sí fuera conmigo y eso me hizo muy feliz, me apenaba que no tuviera una buena relación con sus padres, sin embargo, mi lado egoísta era más fuerte y prefería mil veces que estuviera conmigo que con ellos, este fin de semana había terminado de comprobar lo importante que era para mí y que lo amaba con locura y desenfreno, pasar la Navidad y el Año Nuevo con el sería mi mejor regalo y ya estaba ansioso porque llegaran esas fechas.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, mi relación con Erick seguía fortaleciéndose, a veces él se quedaba dormir en mi departamento y en otras ocasiones yo me quedaba en el de él.

La semana que pasamos con mi familia fue maravillosa, despertar a su lado en Navidad definitivamente fue mi mejor regalo, mirando su rostro angelical, su cabello enmarañado y esa hermosa sonrisa que me fascina. Toda mi familia se portó sensacional con él, lo llenaron de regalos, abrazos, besos y no pudieron hacerme más feliz por aceptarlo tan bien y lograr que se sintiera como un integrante más, Gabriel ya lo consideraba como un gran amigo, Emanuel le hizo bromas como si lo conociera de toda la vida y mis padres platicaron de lo más a gusto con él, mi Erick los cautivó tal como lo hizo conmigo.

Una noche me desperté porque lo escuché sollozar y empezó a insultarme, pero me di cuenta que estaba dormido y se movía agitado, así que lo tomé de los hombros y lo moví para que despertara, me costó un poco de trabajo, pero cuando finalmente lo logré, me abrazó, le aclaré que había sido una pesadilla e intrigado le pedí que me la contara, me dijo que me había soñado con otro y le aseguré que jamás lo engañaría, que lo amaba.

Entonces, empezó a besarme con una desesperación única y me pidió que le hiciera el amor, así que lo recosté y lo besé con pasión y dulzura, el ansiaba tenerme dentro y casi me obligó a que lo penetrara, empecé a moverme lento, pero el aceleró sus movimientos, no entendía su urgencia, sólo lo complací y le repetí varias veces que lo amaba, tal como el me lo había pedido, cuando ambos llegamos al clímax bajé de él y me acosté detrás, abrazándolo por la cintura, entrelazamos nuestras manos y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente tuve que viajar a Chicago a una convención que duraría tres días, así que sólo estuve en contacto con él por el celular, cuando tenía tiempo libre le mandaba mensaje o le llamaba, empecé a notar algo extraño en el tono de su voz, pero cuando le pregunté me aseguró que no tenía nada, que sólo estaba atiborrada de trabajo, quizá estaba siendo yo demasiado aprensivo y haciendo personal algo que no lo era.

Cuando regresé de viaje, fui a mi departamento a dejar la maleta y ducharme, al bajar por mi auto al estacionamiento, vi que una pareja estaba dentro de otro besándose y acariciándose acaloradamente, solté una risita porque saltaron cuando escucharon que quité la alarma de mi carro, así que subí y me dirigí al departamento Erick.

Me recibió con un gran abrazo y su aroma inundo de golpe mis fosas nasales que aunado a la escena que acababa de presenciar provocaron que las ganas de hacerlo mío se incrementaran considerablemente, así que no puede aguantar más y terminé haciéndoselo de forma presurosa en el sillón.

Después comenzamos a cenar y le fui platicando sobre la convención, en la cual, me había encontrado a un amigo, que iba del brazo de una hermosa rubia a la que me presentó como su novia.

Noté que Erick estaba como ausente, de hecho apenas y había probado bocado y eso que yo era el que estaba hablando, por lo que le pregunté en que pensaba y me respondió que en nosotros para luego preguntarme qué era lo que había extrañado de él y después que le respondí empezó a contarme la historia de su amiga Jessy que había conocido a su ex esposo en condiciones parecidas a las que nos conocimos nosotros, francamente no entendía adónde quería llegar con eso y me quedé sorprendido cuando me dijo que no quería que nos pasara lo mismo que a ellos, que nosotros no nos conocíamos y que ni siquiera sabía cuál era mi color favorito, se lo dije aunque seguía sin comprender cuál era el punto de todo eso, ¿acaso ese dato es trascendental para amar y estar con una persona?

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora