Capítulo 13

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Entonces, vi que los fotógrafos corrían a la puerta y volteé motivado por la curiosidad y lo vi entrar, Joel Pimentel en todo su esplendor, vistiendo un smoking y corbata negra de moño, con una camisa blanca, el cabello un poco más arreglado que de costumbre, pero sin perder su toque, era un monumento a la belleza masculina.

Mi corazón empezó a latir a toda prisa mientras lo veía posar junto a Ariana, quien lo tenía tomado por un brazo, no pensé que vendría con ella, pero claro, no podía llegar solo tampoco.

Me excusé con Gabriel al ver que caminaban directamente a él y me fui a meter a la cocina, con el pretexto de ver si ya tenían listos más bocadillos.

Me quedé ahí varios minutos hasta que escuché que el maestro de ceremonias le pedía a la audiencia que tomaran asiento porque estaba por empezar el desfile.
Salí a ocupar mi lugar y en el camino me atajó Ariana.

-Erick, ¡que sorpresa verte aquí! ¿Y Andrew?- exclamó abrazándome.

-No pudo venir, está en un viaje de negocios- respondí al separarnos.

-Ese hombre no cambia. No sabía que eras amigo de Gabriel-

-No lo soy. Yo trabajo en la agencia de publicidad que organizó toda la promoción del evento y de la línea de ropa-

-¿En serio? ¿Eres él responsable de las espectaculares publicidades que hay en la calle? Te felicito, están geniales-

-Bueno, en realidad mi compañero Zabdiel es él que lleva la cuenta, yo sólo estoy como apoyo-

-Buenas noches- dijo Joel parándose a su lado y pasé saliva al verlo.

-Buenas noches- respondí con voz ronca por la impresión.

-No pensé encontrarte aquí- agregó extendiéndome la mano para saludarme.

-Soy uno de los encargados de la logística del evento- dije estrechándole la mano que me acarició sutilmente con su dedo pulgar.

-Felicidades, el salón luce de maravilla-dijo mirándome de pies a cabeza.

-Gracias, pasemos a tomar asiento, el desfile ya va a comenzar-agregué nervioso soltando mi mano de la prisión de la suya.

Me senté en una fila delante de ellos, en diagonal, el presentador anunció a Gabriel y el subió y dio las palabras de bienvenida, agradeció a todos los presentes, incluida su familia y su prometido Noah Henderson, ahí supe porque su rostro me era familiar, era hermano de Taylor, vaya sorpresa, supuse que por él lo conoció.

El desfile dio inicio y yo sentía las insistentes miradas de Joel, eso me ponía más nervioso y cuando volteaba a mirarlo me sonreía seductoramente.

Hubo un momento en el que ya no resistí y huí de ahí, me metí a la bodega que se había adecuado como vestidor para los modelos y en la cual había un caos con gente entrando y saliendo.

Me senté en un sofá, que había en una esquina, tratando de guardar la compostura, puse mis codos sobre mis rodillas y me llevé las manos a la cara cubriéndome los ojos.

-¿Cansado o nervioso?-

-Cansado, ha sido una semana muy pesada- respondí después de aclarar mi garganta, levantando la cara, estaba parado frente a mí, sonriéndome.

-Necesitas relajarte- dijo poniendo su mano en mi hombro y apretándolo suavemente. ¿Por qué insistía en torturarme?

-Gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta- dije mirando hacia el suelo, conteniendo mi respiración.

-No es un consejo- deslizó su mano por mi brazo -Es una invitación-agregó y bajó hasta llegar a mi mano que tomó.

-¿Estás loco? Afuera hay un mundo de gente, incluida tu familia y TU NOVIA, no voy a ir a esa habitación arriesgándome a que alguien nos vea- exclamé tratando de soltarme, pero no lo conseguí.

-La gente está muy entretenida con el desfile, incluida mi familia y MI AMIGA, además jamás mencione subir a la habitación- dijo mientras me hacía ponerme de pie -Hay otros lugares, usemos la creatividad- agregó apretando mi mano.

-¿Y qué paso con tus reglas?- pregunté tratando de controlarme.

-Ya son obsoletas, claro que si quieres, se pueden poner unas nuevas-

Comenzó a caminar y no me había percatado que al fondo había una pequeña puerta, la abrió y me hizo entrar.
Me di cuenta que era una pequeña bodega donde guardaban cosas para el aseo.

Entró y cerró la puerta, quedamos completamente a oscuras, sólo se colaba un poco de luz por debajo de la puerta y sentí miedo, la adrenalina estaba subiendo a mi cabeza, pero temía que alguien pudiera abrir la puerta.

Sentí sus manos en mi cintura, atrayéndome a su cuerpo y su boca besándome desenfrenadamente, con hambre y le correspondí de la misma forma, había extrañado tanto esos besos, aunque este era más intenso, mi cuerpo de inmediato se encendió haciendo que mi miembro fuera despertando, con cada una de las caricias de su lengua daban a la mía, ese hombre era mi perdición.

Subió lamiendo al lóbulo de mi oreja mientras una de sus manos apretaba una nalga por encima del pantalón, un jadeo se me escapó, su cuerpo estaba reaccionando de la misma forma que el mío.

Mis manos se movían hacia su pantalón para desabrochárselo, las suyas subieron presurosas por mis muslos hasta alcanzar mi botón del pantalón.

Me recargó en una especie de estantería y sus dedos se dirigieron hasta el cierre, lo bajo y metió su mano hasta tomar mi miembro que comenzó a frotar en tanto yo lograba por fin desabrocharle el pantalón, se lo bajé un poco al igual que su bóxer y acaricié su erección.

Segundos después, él se separó lo necesario para ponerse el condón, mientras yo me quitaba los pantalones, sintiendo mi respiración agitada, me di la vuelta y me apoye en la pared.
Sentí que colocaba su miembro en mi entrada.

Coloco su mano en mi cadera mientras entraba en mí con fuerza, me mordí el labio para no gritar, él se movía en mi interior ávidamente y al mismo tiempo me besaba para silenciar los gemidos que no podíamos reprimir, mi mano se deslizo hasta tomar mi miembro y empezar a frotar mi mano con este, tan rápido como las envestidas que el daba.

Rompimos el beso para respirar.

-¿Me extrañaste?- susurré con la voz entrecortada.

-No tienes idea cuanto- respondió en mi oído con su voz distorsionada.

-Muéstrame que tanto- agregué.

Acelero más sus movimientos mientras lamía mi cuello, él me apretaba aún más fuerte la cadera, volvimos a besarnos ansiosamente, después nos separamos y lamí su cuello.

-Te extrañé tanto Erick- susurró en mi oído mientras seguía moviéndose en mi interior.

-Repítelo- pedí vuelto loco porque había pronunciado mi nombre.

-Te eché muchísimo de menos, Erick-

En su boca fue como música para mis oídos y sentí como una intensa corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo al llegar al éxtasis total y ahogué el gemido.

-Yo también te eché de menos, Joel - en ese instante sentí como llegaba él al orgasmo mientras me besaba con fiereza para evitar gritar.

Después se separó de mis labios y puso su cabeza en mi hombro, sentí su tibio aliento en mi piel y me abrazó fuertemente tratando de controlar su respiración al igual que yo.+

-Debemos regresar al desfile- dije en voz baja.

-¿Siempre eres así de responsable?-replicó en tono serio.

-Incluso más-

-Escapémonos, te aseguro que nadie se dará cuenta-

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora