ST - Capítulo 73

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– Que mal, uno debe hacer lo que le gusta en la vida, no lo que otros te impongan, aunque sean tus padres, por cierto, soy Joel Pimentel, y tú eres... – dije y le tendí mi mano.

– Alexa Espinoza, mucho gusto – respondió estrechándola – ojalá mi padre pensara igual que tú.

– ¿Y quién es tu padre?, por cierto.

– Aquel señor que anda bailando con ese chico – señaló y me di cuenta que era el que bailaba con Erick.

– Mira, que casualidad, el chico con el que baila es mi novio.

– ¿Erick es tu novio?, no me lo hubiera imaginado, por eso no te dije su nombre.

– Así es, vengo con el – nos quedamos en silencio unos segundos – ¿quieres bailar? – le propuse finalmente.

– ¿No se enojará Erick?

– No tiene porque, no tiene nada de malo, además él también está bailando.

– Ok, pero cualquier reclamo de su parte, te echaré a ti la culpa.

Asentí con la cabeza, le sonreí y le tendí mi brazo, caminamos a la pista y comenzamos a bailar, de inmediato Erick se dio cuenta y abrió los ojos como platos, lo cual me indicó que los celos lo estaban embargando, él era la que había decidido jugar este juego y poner las reglas, así que ahora le tocaba acatarlas.

Continué bailando con Alexa que estaba un poco nerviosa, pero le dije que se relajara, en tanto yo sentía las miradas asesinas de Erick y cuando nuestros ojos se cruzaban le sonreía sarcásticamente, no podía negar que los celos me estaban carcomiendo por dentro, porque a diferencia de mí con Alexa, ese tipo si tenía otras intenciones con Erick, se lo estaba comiendo con los ojos, sin siquiera importarle que su hija estuviera presente en el mismo lugar.

Después que la melodía terminó le di las gracias a Alexa y me acerqué a uno de los meseros para tomar una copa de champagne. Erick se paró frente a mí y me recorrió la mirada con rabia cruzándose de brazos.

– ¿Te diviertes? – preguntó con sarcasmo.

– Igual que tú – respondí con ironía.

– Eres un cínico Joel, nunca cambiarás, ¿verdad?

– ¿De qué estás hablando?

– Ay no te hagas el inocente, por favor, te vi con Alexa.

– Sólo estábamos bailando, al igual que tú y su papá.

– Ahora voltéame las cosas.

– No te estoy volteando nada, ¿Qué te sucede Erick? – exclamé serio por su actitud.

– ¿A mí?, nada, yo no era el que estaba coqueteando.

– Pues yo tampoco, eres muy injusto Erick, me pides que no tenga ataques de celos, pero tú sí puedes tenerlos.

– Yo no te he insultado como tú a mí.

– Ya te pedí perdón por eso, estuve a punto de arrodillarme con tal de conseguirlo, ¿ya se te olvidó?

– Pues si no me hubieras insultado en un principio no tendrías que haber hecho eso.

– Ya te he dicho mil veces que estoy arrepentido, acepté tus reglas para demostrarte lo que siento por ti, yo no soy el que tiene dudas en esta relación, porque desde que te conozco no he hecho otra cosa que locuras con tal de estar a tu lado y sé que cometí un grandísimo error al decirte eso en el aeropuerto, pero creo que he hecho cosas mucho más valiosas que al parecer no tomas en cuenta, te he llevado con mi familia en fechas muy especiales, volé desde Chicago sólo para arreglar las cosas contigo.

– Porque me mentiste, lo hiciste para remendar tu error, no volaste porque murieras de ganas de verme.

– Claro, yo soy el malo de esta historia y tú un pobre ingenuo que se ha dejado embaucar por mí, ¿sabes algo?, ya me cansé de discutir sin sentido contigo.

– ¿Ahora resulta que esto no tiene sentido?

– Pues no, no lo tiene, desde que te conozco sólo no he estado con otras personas porque me di cuenta de que sentía algo más por ti, como para que tú dudes de mí a estas alturas de la relación, encima me exiges cosas que tú no estás dispuesto a dar, aceptaste que las reglas fueran parejas – de pronto caí en la cuenta de algo al recordar la noche que dormimos juntos – no me vayas a salir ahora con que esto es otra prueba, porque no sé cómo reaccione esta vez – se quedó callado y miró al suelo – si esto no funciona será por ti Erick no por mí... no tengo la paciencia.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora