–Hola– respondí de lo más normal.
–Vaya, hasta que me contestas, Erick, me tenías con el alma en un hilo ¿Sabes dónde estoy?– escuché su voz aterciopelada con un tono de preocupación.
–No tengo la más mínima idea, por la hora que es y considerando el cambio de horario, supongo que estarás alistándote para cenar–
–Pues no cariño, estoy en el aeropuerto buscando un boleto para Nueva Jersey, no he sabido nada de ti en todo el fin de semana, no has contestado mis mails y no había podido comunicarme a tu celular, me tenías sumamente preocupado–
–Joel, no tienes que hacer eso, tuve un fin de semana muy ocupado y tengo mucho trabajo en la oficina, no tienes por qué alarmarte–
–Está bien, entiendo, discúlpame por ser tan aprensivo pero, no sé, tuve un extraño presentimiento el viernes, júrame que estás bien Er, por favor–
–Estoy bien, no tienes nada de qué preocuparte... por cierto, ya compré la webcam–
–Ese es mi chico, está bien, me calmaré y me conectaré cuando allá sean las 10 de la noche, ¿ok?–
–Pero, amor, allá serán las tres de la mañana, tienes que dormir–
–No te preocupes por eso, de todas maneras aún no me adapto bien al cambio de horario–
–Sigo pensando que estás loco–
–Claro que lo estoy, pero por ti–
– ¿De verdad?–
–¿Y por qué lo dudas? si no estuviera loco por ti no te escribiría todos los días ni estaría a punto de regresar a Estados Unidos sólo para asegurarme que estás bien, debes tenerme confianza–
–Lo sé– respondí con un suspiro.
– ¿En serio estás bien Er?–
–Sí, anda, ya ve a cenar, no es necesario que vengas–
–Está bien, entonces nos vemos a esa hora, ¿sí?–
–Ok, hasta entonces–
–Cuídate mucho cariño, por favor, te mando muchos besos–
–Yo también, bye–
(...)
Llegué a casa y cené mientras veía la televisión, no me quise cambiar de ropa porque vería a Joel por la webcam, lo cual me tenía nervioso.
La conecté y verifiqué que sirviera, me tomé una foto y la puse en el messenger. A las diez en punto él se conectó y de inmediato me escribió hola y me mandó la invitación para la video llamada, sonreí y la acepté.
–Hola precioso ¿cómo estás?– preguntó en cuanto nos vimos.
–Bien, ¿y tú?– respondí saludándolo con la mano.
–Feliz de verte, aunque me gustaría más estar contigo–
– ¿En serio no tienes sueño?–
–No, por supuesto que no, tú me lo quitas, me haces falta, ¿ya te lo había dicho?–
–Sí, en cada correo electrónico que me escribes– respondí y puse mi mano en la pantalla del notebook y él hizo lo mismo. – ¿Qué es lo que más extrañas de mí?–
–¿Por dónde empezar? tu sonrisa, tus ojos, el aroma de tu cabello, tus besos, tus caricias, tu sensualidad, el calor de tu cuerpo, tus manos en mi espalda, tu respiración errática, tu forma de perder el control– se quedó en silencio y una sonrisa traviesa escapó de sus labios. – ¿Qué tal si jugamos un poquito mi amor?–
– ¿Jugar? ¿A qué?– pregunté haciéndome él tonto, sabía a lo qué se refería.
–A que estamos juntos y vamos haciendo lo que nos digamos, tú sabes, cosas que nos haríamos el uno al otro– respondió y me guiñó el ojo lamiéndose los labios.
–Está bien, pero tú empiezas y yo te sigo ¿sí?–
ESTÁS LEYENDO
MI ARDIENTE TENTACIÓN - Joerick
FanfictionTres simples reglas a seguir #1 No nombres #2 No preguntas personales #3 No lazos afectivos Son las indicaciones que el desconocido da a Erick en su primer encuentro, pero ¿ Para ambos sera igual de simple seguirla al pie de la letra? Esta es una...