ST - Capítulo 59

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Escuché que colgó y salí de la cocina, lo miré parado bajo el umbral de la puerta del dormitorio, mirándome sensualmente en tanto se lamía los labios, me encantaba que fuera así, atrevido, sugerente, travieso, entonces recordé las palabras que me había dicho mi tío años atrás:

"¿Quieres saber el éxito de un matrimonio?, la fidelidad, que tu pareja pueda ser tu esposo y tu amante a la vez y para encontrarlo tienes que conocer a muchas personas hasta que encuentres a el que tenga esa cualidad".

Sin duda alguna Erick la tenía, se mostraba de una forma ante la gente y su lado pasional y sensual sólo me lo mostraba a mí y no es que fuera hipócrita, simplemente reservaba esa parte para los momentos íntimos que compartíamos como el que a continuación seguiría.

Hicimos el amor jugando a los desconocidos, recordando nuestros primeros encuentros, cuando ignorábamos el rumbo que tomarían, que se convertirían en algo mucho más poderoso que sólo sexo, que se transformarían en un profundo e inmenso amor, aún sin conocernos demasiado, pero, ¿Quién dijo que para amar a alguien había que conocerle por completo?, con lo que sabía me bastaba para adorarlo, para querer compartir mi vida con él y se lo manifesté.

– Al demonio con las reglas, me fascinas Erick, me vuelves loco y cada vez tengo más ansias de ti – musité en su oído abrazándolo.

– Tú también me enloqueces como nadie Joel, te amo – sonreí al escuchar esas dos palabras, mi corazón brincó de gusto y emoción.

– Yo te amo más – le aseguré y lo besé.

A la mañana siguiente seguimos con el juego, sonriente aceptó que nos bañáramos juntos y lo hicimos lentamente, entre besos y caricias furtivas, enjabonando mutuamente nuestros cuerpos y después lo vestí y el a mí, como si fuéramos niños pequeños, definitivamente podría ser mi esposo y mi amante, era la primera vez que pensaba en el matrimonio y podía visualizarme llevándolo al altar y compartiendo una vida juntos, llena de amor y aventuras.

Desayunamos casi en silencio, un tanto angustiados porque se avecinaba la separación, deseando que el tiempo pasara velozmente para poder estar juntos de nuevo. Tomamos el mismo taxi y nos dirigimos a su oficina, lo acompañé a la entrada del edificio y nos besamos, después nos abrazamos fuertemente.

– Te amo Erick, te voy a extrañar mucho.

– Yo también te amo y te extrañare, pero me consuela el hecho de que podremos vernos por la web cam.

– Tienes razón, así no será tan tortuoso estar alejados, cuídate mucho por favor.

– Tú también, pórtate bien, ¿sí?

– Eso ni siquiera tienes que mencionarlo, el única con el que me puedo portar mal eres tú – respondí frotando su nariz con la mía y le di un corto beso en los labios.

Subí de nuevo al taxi y me llevó al aeropuerto. Llegué a México y cumplí con mis compromisos laborales y sociales. Gabriel estuvo cinco días conmigo y le conté que Erick y yo ya éramos novios, me abrazó emocionada y me felicitó por haber decidido finalmente rehacer mi vida amorosa, no era mi intención francamente, el destino hizo de las suyas y me colocó frente a el hombre que me transformaría en lo que ahora era.

Una noche tomé papel y pluma, la inspiración me había llegado y escribí la canción para la boda de Gabriel, recordando la plática que habíamos tenido aquella vez que anunció su compromiso, aunque debía reconocer que me había inspirado en Erick y nuestra historia, junto a él no había ningún camino que no pudiera recorrer, sentía que mi pecho podía estallar de todo lo que sentía y no buscaba ninguna explicación para eso, nuestro amor era real y seguro.

MI ARDIENTE TENTACIÓN - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora